Telecom Italia comenzó marzo con varias noticias, pero no todas son buenas. Apenas iniciado el tercer mes de este 2022 el consejo de administración de la operadora aprobó un nuevo plan industrial que contempla la división de la unidad de infraestructura del resto de la compañía, siguiendo un camino que están probando otras compañías, como Telefónica y América Móvil.
Y aunque esta reorientación del rumbo de la operadora podría rendir nuevos y mejores frutos hacia adelante, especialmente en relación con la oferta pública de acciones (OPA) efectuada por KKR, su presente es complicado. A tal punto que, producto de los resultados exhibidos en 2021, su acción se desplomó sobre el fin de semana.
Veamos lo que está pasando con la operadora. A partir de la reunión del pasado 2 de marzo, Telecom Italia se dividirá en dos entidades diferentes: ServCo, y NetCo. En ServCo se integrarán los activos de las redes móviles, las plataformas de servicios y los centros de datos del grupo. A su vez, esta unidad se subdivirá en tres áreas: clientes comerciales, minoristas y TIM Brasil. De esta compañía es de donde proviene el actual CEO de Telecom Italia, Pietro Labriola, previo paso por la filial brasileña de TIM.
NetCo, en tanto, agrupará los activos de red fija de la multinacional, es decir, el negocio mayorista además de la subsidiaria internacional Sparkle. “El nuevo plan tiene como objetivo crear una nueva empresa con sólidas bases industriales y tecnológicas, capaz de avanzar más rápidamente hacia una generación de caja sostenible, también gracias a la superación del actual modelo de integración vertical”, dijo Telecom Italia, a través de un comunicado.
La expectativa es que este cambio organizacional comience a dar sus resultados en unos seis meses. De hecho, se espera que para ese entonces ya se adviertan los efectos positivos que esto producirá. De ahí que desde la operadora aseguren que esta reconfiguración permitirá aumentar la visibilidad del desempeño operativo y financiero de cada unidad de negocios lo que, a su vez, expandirá las opciones estratégicas, es decir, la expectativa es atraer el interés de nuevos socios e inversores financieros, ir más allá de KKR. Una idea también a tono con los nuevos tiempos de asociatividad y cooperación que se suceden en la industria de las telecomunicaciones.
Al otro día de haberse informado sobre esta reestructuración, se dieron a conocer los resultados de la compañía: TIM perdió 9.550 millones de dólares en 2021, una cifra peor a la esperada por los analistas, y en un revés total frente a los casi 8.000 millones de dólares de rentabilidad que había registrado en 2020. La facturación por servicios fue mayor, en un 1,9 por ciento, pero insuficiente para revertir estos malos números.
La consecuencia fue inmediata: la acción cayó 14 por ciento, y alcanzó el valor más bajo en su historia en la Bolsa de Milán aunque, también hay que decirlo, impactada doblemente por la invasión de Rusia a Ucrania y los efectos que está provocando en los mercados del mundo.
No obstante, este lunes las acciones comenzaron a recuperarse. Pero habrá que seguir todo con atención. La filial brasileña de TIM recibirá parte de los activos de Oi, que acaba de ser desmembrada. Esto impactará en sus activos, sin dudas, pero habrá que ver de qué manera y cómo la operadora se posiciona en un mercado que comenzará a volverse más desafiante a partir de los despliegues de 5G que, al finalizar julio, debe estar encendida en las principales ciudades de Brasil.
Telecom Italia sostuvo que estas decisiones darán lugar a la Next Gen Telco, es decir, a una operadora de telecomunicaciones de nueva generación en donde no quedarán al margen los recortes de personal a través de retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas en aquellos casos en donde se observe una duplicación de puestos.
Afinar el lápiz, concentrar esfuerzos allí donde hay que hacerlo, ajustar por aquí, ampliar por allá. Toda esa tarea será la que dé paso a lo que en Telecom Italia llaman “el plan industrial de la empresa” de cara a la oferta realizada por KKR que, tras conocerse en el último trimestre del año pasado, se frenó al comenzar 2022. De ahí los movimientos datos por la compañía para completar la propuesta no vinculante realizada por el fondo de inversión, según informó Teletime. La compañía es optimista respecto a ese proceso.
“Estoy convencido de que la evolución que hemos planeado para el grupo es una ruptura positiva con el pasado. Estamos jugando un papel de liderazgo en el sector de las telecomunicaciones y esperamos que otros sigan nuestro ejemplo”, aseveró el propio Labriola en un comunicado. El ahora CEO de la compañía estaba al mando de TIM Brasil cuando, tras conocerse la oferta del fondo norteamericano y la posterior renuncia Luigi Gubitosi como presidente ejecutivo de TIM, debió hacerse cargo de la operación global en simultáneo con la brasileña hasta que, a las semanas, dejó su posición en América latina para cruzar el charco y volver a la tierra madre.
Es aquí donde, ahora, también se concentran esfuerzos para aggiornar a la operadora: para este 2022 se espera que TIM invierta más de 4.300 millones de dólares para desplegar fibra al hogar (FTTH), monto que se reducirá en los dos siguientes años, pero no mucho, a valores que se moverán entre los 4.100 y los 4.250 millones de dólares aproximadamente.
La reestructuración promete dar resultados, de acuerdo a las expectativas del directorio de la compañía, a uno y otro lado del Atlántico. Pero esto no sucederá de un día para el otro y sus responsables lo saben. Se trata del inicio de un camino que, más allá de haberse despejado varias piedras, no estará exento de desafíos que habrá enfrentar.
