El Boletín Oficial argentino anunció hoy cambios que se presentan como estratégicos para el organigrama público de las telecomunicaciones del país, por ofrecerse como una “adecuación de los objetivos de las áreas involucradas”. Y, en ese mar de fondo, la renuncia de Néstor Tognetti, ex presidente de ArSat, suma vértigo a la escena.
A desmenuzar. La suerte del sector de las telecomunicaciones dependerá ahora de la Secretaría de Coordinación Presupuestaria y Planificación del Desarrollo, que está bajo la órbita de Jorge Neme, actual vicejefe de Gabinete. Y es casi una obviedad que muchos actores del mercado aten cabos: Neme fue un orador destacado en la misiva de gobierno cuando Imowi obtuvo su logro como primer operador móvil virtual argentino, cita en la que también se conoció la intención de la administración pública de “desjudicializar” al sector y destrabar las huellas que nacieron al calor del Decreto de Necesidad y Urgencia 690 (DNU 690).
Y, según trascendió en la prensa local y se puede vislumbrar con los últimos movimientos, la misión de Neme es estar al frente de la política de telecomunicaciones en lo sucesivo y cobijar la futura apuesta vinculada a un posible despliegue de 5G.
Además, la Subsecretaría TIC, que dependía de la Secretaría de Innovación, ahora se llama Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, y dependerá de la Secretaría de Coordinación Presupuestaria y Planificación del Desarrollo; aunque continuará bajo el mando de Martín Olmos. Y, a su vez, la Secretaría de Innovación, que seguirá bajo la órbita de Micaela Sanchez Malcom, ahora se renombra como de Innovación Tecnológica del Sector Público.
A estos movimientos se suma otro, quizás menos impensado: hace dos semanas, Matías Tombolini fue nombrado al frente de la empresa satelital argentina, ArSat, en lugar de Nestor Tognetti, ahora devenido en gerente General y quien hoy hizo pública su renuncia. En verdad, Tognetti ya había presentado la renuncia cuando se produjeron los últimos cambios, pero los esfuerzos de los funcionarios de gobierno para que cese en esa actitud lograron que desistiera. Aunque se sabía que podía producirse de un momento a otro.
“En función del proceder del nuevo presidente de la empresa, con metodologías que considero contrapuestas a la cultura institucional de una empresa de tecnología, y en particular ArSat”, fue la argumentación que circuló como también fue clara y precisa la sentencia de Tognetti: “Me resulta imposible convivir con las actitudes del nuevo responsable del Directorio, quien creo vulnera la historia de la empresa e irrespeta los objetivos que la misma encarna desde su fundación”.
“Hasta tanto se concluya con la reestructuración de las áreas afectadas por la presente medida, se mantendrán vigentes las aperturas estructurales existentes de nivel inferior a Subsecretaría, las que transitoriamente mantendrán las acciones, dotaciones vigentes y personal con su actual situación de revista”, dice el texto del decreto de reorganización, cuya vigencia está a horas de iniciarse. Seguramente, la semana próxima se iniciará con muchas repercusiones sobre este terremoto en el sector de las telecomunicaciones.
