Banda de 6 Ghz: Chile y Brasil van por Wi-Fi mientras otros países debaten la coexistencia con IMT

La semana pasada, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil (Anatel) anunció que la banda de 6 GHz será utilizada totalmente para equipamiento de internet de banda ancha inalámbrico (Wi-Fi) en Brasil. Es decir, se ofrecerá un total de 1,2 GHz de espectro no licenciado, en la porción de 5925 GHz y 7125 GHz para servicios de Wi-Fi 6E.

La decisión lleva a Brasil a equipararse con sus pares de la región, Estados Unidos y Chile, que también han decidido destinar los 1200 MHz de la banda enteramente para espectro no licenciado.

Anatel no determinó límites de ancho de canal para Wi-Fi 6E pero sí aprobó especificaciones técnicas para el uso de Wi-Fi indoor de baja potencia con el objetivo de evitar interferencias con servicios de carácter primario. Es que, al utilizar banda no licenciada, es necesario asegurarse de que las redes que se monten no interfieran con servicios licenciados. En algunos mercados, 6 GHz hoy se está utilizando para servicios de backhaul, satélites o televisión.

La propuesta para la WRC-23 para la región de Americas es utilizar la parte baja de la banda para servicios no licenciados y la parte alta, alrededor de 100 MHz, para servicios licenciados de quinta generación. Sin embargo, Chile y Brasil coincidieron en seguir la alternativa norteamericana de destinar la totalidad de la banda para Wi-Fi.

Aunque todavía no se ha tomado una decisión en este sentido, los países que parecen tener un enfoque más balanceado —y más en línea con lo que proponen los operadores a través de la GSMA— son Perú y Argentina. GSMA ha señalado que en nuestra región no hay una necesidad de apurarse a tomar una decisión sobre 6 GHz porque no hay una demanda real de mayor capacidad para Wi-Fi —allí no está el cuello de botella de la banda ancha, indican en conversaciones informales— y sostiene que se debe esperar a la decisión de WRC porque destinar la banda completa a servicios no licenciados implica que rápidamente se arme un ecosistema que, luego, no se podría frenar para pasar a servicios licenciados. Pero con Estados Unidos, Chile y Brasil apoyando la totalidad de la banda para Wi-Fi, ese ecosistema de dispositivos seguramente se vaya a crear de todas maneras.

De acuerdo con datos de Cullen International, Perú tiene como propuesta utilizar la banda de 5925-6425 MHz para servicios no licenciados, mientras que se guardaría la banda de 2425-7125 MHz hasta que la WRC-23 decida su uso. En Argentina se plantea un escenario similar, con una consulta pública ya finalizada que abarcó la porción de espectro de 5925 a 6425 MHz pero cuyo informe final aún no está disponible para consulta. México también finalizó recientemente una consulta pública, lo hizo de forma muy abierta con el objetivo de entender el interés de la industria por la banda y poder estimar las ventajas y desventajas de la coexistencia de servicios IMT y Wi-Fi. Colombia, en tanto, parece tener un acercamiento más similar al de Chile y Brasil. 

Con estas decisiones, el mapa de la banda de 6 GHz empieza a crearse en América Latina. Entre los defensores de Wi-Fi figura una larga lista de empresas y asociaciones, que ven en el uso no licenciado de la banda una posibilidad de mejorar la conectividad. Los más ambiciosos piensan un mecanismo con un coordinador automático de frecuencia (AFC) que pueda asignar dinámicamente los recursos, similar a la experiencia de los Estados Unidos con CBRS. Por ahora, no hay despliegues comerciales de Wi-Fi 6E pero, de acuerdo con Senza Fili, se esperan para 2021. En América Latina, dos países ya decidieron cómo quieren utilizar la banda. Los otros parecen evaluar todavía si el enfoque balanceado que tomó Europa es el mejor para sus economías.

Corección: en una versión anterior de la nota se indicó que para América la propuesta de WRC-23 era 700 MHz para IMT en 6 GHz cuando, en realidad, en la Región 2 la propuesta son 100 MHz en la parte más alta de la banda. La propuesta de 700 MHz corresponde a la Región 1. 

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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