En Uruguay existen algo más de 4,6 millones de líneas móviles activas pero sólo 49.600 de sus usuarios manifestaron su deseo de cambiar de operador, es decir, apenas un uno por ciento de ellos. Los datos son poderosos y pincelan el escenario a un mes de despejada la discusión por la continuidad o no de la legislación que dio vida a la Portabilidad Numérica (PN). Sucede que la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec), acaba de publicar sus datos estadísticos sobre el sector de las telecomunicaciones en general, entre los que reflejan las operaciones del segundo semestre de 2021; y las portaciones móviles del primer trimestre de 2022, en particular.
Si a los datos finos nos remitimos, en Uruguay hubo 49.628 solicitudes de portación a lo largo del primer trimestre de 2022, de las cuales se activaron 22.725, otras 14.346 fueron rechazadas por el Administrador de Bases de Datos (ABD), al tiempo que otras 12.417 fueron negadas por el donante (por ejemplo, porque el cliente que solicitó el traspaso adeuda algún monto u otras razones que le impiden desvincularse) y otras 140 no están activas.
Si el foco se pone en los operadores, Antel tuvo más ingresos que egresos al registrar 9.594 adhesiones frente a las 8.556 líneas salientes. Sin embargo, los dos operadores privados tuvieron saldo negativo: en el caso de Claro, por 89 clientes, al haber recibido 5.643 y expulsado a 5.732; mientras que Movistar perdió 949, al haber incorporado 7.488 y trasladado 8.437. Este dato es importante, sobre todo, porque en las acaloradas discusiones que se mantuvo en el país antes del referendum por la Ley de Urgente Consideración (LUC) -normativa ómibus entre cuyos casi 500 artículos se encontraba el de PN-, sectores detractores manifestaban que la medida podría afectar al operador público como, por ejemplo, en la posible merma de su base de clientes.
Cabe recordar que la PN está activa desde el 12 de enero (una década más tarde que en el resto de la región), y que, al cabo de ese primer mes, propició la solicitud de mudanza de operador de 3.998 líneas, para incrementarse casi al doble en febrero, cuando las cifras ascendieron hasta los 7.247, y que se multiplicaron hasta los 11.620 en marzo. La tendencia, de momento, es de crecimiento exponencial.
Las seis páginas que involucra este breve pero contundente balance de PN está disponible aquí, y significa un documento esclarecedor después de tres meses de especulaciones acerca de cómo marchaba este proceso tantas veces discutido y recientemente convalidado por la voluntad popular.
Lo cierto es que, en Uruguay, al cierre del segundo semestre de 2021, se contabilizaron 4.691.277 suscripciones a la telefonía móvil, cuyo 47 por ciento está en manos de Antel, 37 por ciento en las de Movistar y un 21 por ciento en las de Claro; mientras que las suscripciones a la banda ancha móvil totalizaron las 3.438.471 y se repartieron en un 63 por ciento para Antel, en un 25 por ciento para Movistar y un 12 por ciento para Claro.
Allí, los servicios móviles se reparten entre un 51 por ciento de clientes de pospago y un 49 por ciento prepagos, y es un nicho que ve crecer con holgura los servicios M2M, al registrar 880.969, 114.025 más que en el semestre anterior; repartidos entre Antel (79 por ciento), Movistar (16 por ciento) y Claro (seis por ciento).
Inclusive, y en lo que al sector de la telefonía móvil en Uruguay refiere, cabe señalar que los ingresos al cierre de 2021 fueron de poco más de 274 millones de dólares (11.334.975.893 de pesos uruguayos), y que existen instaladas 6.821 radiobases de Antel (47 por ciento), Claro (27 por ciento) y Movistar (26 por ciento).
Todos estos datos recabados y analizados al cierre de 2021, corresponden al balance publicado bajo el título “Informe de telecomunicaciones a diciembre de 2021”, en el que la Ursec repasó los indicadores y reveló, además de la telefonía móvil, los indicadores y movimientos de la fija, de Internet y de otros aspectos del sector.
Así, en lo referido a los ingresos de la telefonía fija, por ejemplo, el regulador contabilizó que fueron de 58,8 millones de dólares (2.399 millones de pesos uruguayos( y que ese monto significó que el país y el nicho atraviesa por su segundo semestre a la baja, aunque las líneas sigan en progresivo aumento y totalizaran las 1.235.626, cuyo 47 por ciento se encuentra en Montevideo y el 85 por ciento es residencial.
El país cerró el 2021 con 12.138 kilómetros de fibra óptica instalada, 158 más que en el primer semestre de 2021, tecnología que significó el 72 por ciento de los accesos a la red de telefonía fija, seguida por el cobre (21 por ciento), aunque en una curva de uso descendente que acredita ya, al menos, 10 semestres, mismo plazo en que la fibra óptica realiza su curva ascendente.
La transmisión de datos e Internet significó un negocio de 237 millones de dólares (9.807 millones de pesos uruguayos) y mantiene su ritmo de crecimiento sostenido; y que sirven a 1.105.458 servicios activos de banda ancha fija (16.945 más que en el semestre anterior) y que, en un 81 por ciento de los casos, su capacidad es superior a los 10 Mbps, en el 98 por ciento de los casos es para uso residencial y en el 99 por ciento de los casos, lo ofrece el operador público, Antel.
El documento que repasa los indicadores del último semestre de 2021 posee casi 200 páginas y está disponible aquí.
