“Se generó mucho márketing, propaganda y publicidad del 5G sin medir que 4G sirve para realizar soluciones IoT”

Que Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es una solución y no una tecnología, que su monetización surge del corazón mismo del proyecto que la imaginó, que los retornos de inversión pueden estar asociados a ganancias económicas inmediatas pero también a impactos simbólicos positivos que con el tiempo también se traducirán en mejoras financieras; y que falta algo de información acerca del punto de partida y del objeto de la transformación digital en las industrias, fueron algunas de las conclusiones que surgieron de la charla exclusiva que TeleSemana.com mantuvo con Laura Hannois, CEO de iNA Latam Consultora y recién asumida coordinadora de la subcomisión de Internet de las cosas (IoT) del Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (Copitec) de la Argentina.

Hannois es una referente indiscutida del IoT en la región, posee una trayectoria de más de dos décadas en la industria y está especializada en el desarrollo de nuevos negocios y márketing del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), punto de vista que se plasma en esta entrevista.

Comencemos por el escenario IoT regional, ¿cómo lo caracterizaría?

Internet de las cosas tiene solamente 23 años y no es una tecnología, sino una solución que se comprende de tecnologías que se van seleccionando de acuerdo a la maduración tecnológica pero también de acuerdo al proyecto -y no a la solución- que queremos abordar. Tiene que ver con una propuesta de valor y con lo que se está esperando conseguir, con las expectativas que tiene el cliente y con las necesidades que se deben satisfacer.

Y también tiene que ver mucho con los retornos de inversión, ¿no?

Sí, tiene mucho que ver con los retornos de inversión, sobre todo en empresas, a diferencia del caso de las ciudades, donde se busca un retorno que tiene que ver con la mejora de la calidad de vida de las personas. Todo lo que es IoT, en realidad, afecta a las personas en cierto grado y, de hecho, se realizan estas soluciones para afectar de manera positiva a las relaciones de las personas y a las vidas dentro de las empresas o dentro de las ciudades.

Y también tiene mucho que ver que la recopilación de datos para mejorar la calidad de vidas, y ahí hago entonces un cambio en la conversación, para hablar un poco de las tecnologías.

¿Por ejemplo?

Hoy IoT tiene que ver con dispositivos conectados a través de Internet, para generar información. Datos que se recolectan y que se transforman en información. Hoy, IoT está modelado en su arquitectura más simple por cuatro o tres capas, integradas por sensores, red y aplicación. Y cada una de estas arquitecturas tienen tecnologías que les son afines para llevar adelante sus funcionalidades y llegar hacia la capa más elevada, en la que se transforma esa información en conocimiento. Y ahí, IoT tiene que ver con la toma de decisiones, con tableros inteligentes; toma de decisiones que afectará a la productividad y a la calidad de vida de las personas.

Al fin y al cabo, la transformación digital afecta a las personas porque son quienes resultan atravesadas por la tecnología y no al revés. La tecnología es un complemento, viene a generar beneficios y valor en las empresas y eso depende de cómo exprimimos la tecnología para sacarle todo el provecho posible.

Hay segmentos verticales que siempre se mencionan al momento de hablar de IoT y 5G, como salud, ciudades inteligentes, agro y minería, por ejemplo, pero ¿qué expectativas concretas le generan esta sociedad cuando en la región, grosso modo, está casi todo por hacerse? 

Claro, que parece que nunca llegan o que siempre falta algo para que IoT llegue. Pero la verdad es que hay tecnología que impulsa la IoT hoy, aunque también hay soluciones que requieren más ancho de banda y poco delay para llegar a ser una solución que genere impacto. En el caso de salud, por ejemplo, si lo que se espera es poder hacer una cirugía de forma remota, obviamente, 5G es una necesidad; pero si lo que se quiere hacer es ofrecer un servicio premium en, imaginemos, un geriátrico, por ejemplo, con ponerle un dispositivo a cada abuelo y abuela para controlar signos vitales y detectar malestares, como puede ser un principio de arritmia, ya puedo hacerlo.

IoT nace a partir de una problemática y un desafío; por ejemplo, con el covid, si se hubiese detectado que las personas empezaban a tener falta de oxígeno en el primer día del malestar, la probabilidad de vida hubiese aumentado en un 50 por ciento. ¿Qué podemos hacer? Podemos recurrir a dispositivos que tienen un costo unitario de cinco dólares y que indicará los signos vitales de las personas en tiempo real y que, si varían los valores normales, envíe alertas al celular del médico y hasta ofrezca la geolocalización de esa persona.

Esa tecnología, hoy, está totalmente disponible y no requiere 5G: existe el dispositivo que hace eso, existe la plataforma y lo único que hay que hacer es comprarlo e implementarlo. Claro, hay temas de infraestructura que habrá que revisar, como la conexión de Wi-Fi, pero hoy no necesito 5G para usarlo. La verdad es que, para determinadas soluciones, ya existe la tecnología. Obviamente, hay otras soluciones que son más complejas, como los autos autónomos o las cirugías en tiempo real, donde sí estamos limitados por la tecnología y el ancho de banda.

¿Qué desaceleradores ve para la adopción de IoT?

Tenemos varios desaceleradores: uno es la entrega de chips y que recién se va a normalizar en el 2024. Esto ya no lo podemos modificar, podemos convivir, podemos resolver, podemos mitigar; pero va a ser complicado tener los chips que necesitamos para poder generar equipos para 5G. Otro desacelerador que veo en las empresas es el tema de la maduración tecnológica, pues tiene que llegarse a un punto determinado para que se desarrolle y que no se la esté matando con una tecnología nueva.

Claro, los ciclos de vida tecnológicos…

Sí, estamos tan acelerados con sacar nuevas tecnologías para las empresas, que creo que se generó mucho márketing, propaganda y publicidad del 5G sin medir que el 4G y sus interfaces de Internet (LTE o narrowband) sirven para realizar soluciones. ¿Qué pasa, entonces? Que mucha gente que no conoce bien del tema, se queda esperando un 5G que va a llegar, y esta brecha digital se va ampliando cada vez más.

¿Cuál debería ser el camino entonces?

Explorar y ver qué hay, identificar cómo uno se puede beneficiar y transformar a su empresa de a poco. Si lo que tengo es un centro de salud, bueno, ¿querré poder hacer operaciones remotas de entrada o es mejor que me vaya metiendo de a poco en la transformación digital para que, cuando llegue 5G, puedan mis cirujanos operar a distancia? Es una utopía, ¿no?

Sí, hay propuestas de innovación que lo parecen

A mí, el tema de las intervenciones quirúrgicas a distancia me parece muy de ciencia ficción y también que hay cosas mucho más interesantes. Inclusive, para exprimir la tecnología que hoy disponemos.

Con respecto a las tecnologías, siento que tenemos como una añoranza por el futuro, sí es que vale añorar algo del futuro, y nos olvidamos que en el presente tenemos un montón de cosas para accionar, que son realmente transformadoras y que pueden mejorar la calidad de vida de las personas, además de bajar los costos de las empresas.

¿Y en ese sentido, dónde cree que hay que trabajar? 

En una encuesta que realizamos en el Copitec, en la que respondieron 80 personas, el 90 por ciento asoció beneficios a la implementación del IoT pero el 60 por ciento admitió necesitar más información. Inclusive, a la pregunta acerca de los desafíos que vislumbraban, se señaló mucho la la falta de talento o de conocimiento. Y yo no sé si falta tanto conocimiento o si es que falta difundir con mayor claridad qué es una solución de IoT y, por sobre todas las cosas, entender que se trata de resolver problemáticas concretas. Si eso no está claro, sea un consultor, un gerente de proyecto o una empresa, si no pueden definir la necesidad, será imposible lograr un objetivo.

¿Y dónde radica esa complejidad?

Todas las soluciones de transformación digital son complejas, ¿por qué?, porque es multidisciplinario, porque se trabaja con muchas personas de diferentes áreas y, entonces, la complejidad es comunicacional y no de tecnologías.

¿Entonces?

La tecnología es como un rompecabezas: si estoy en el campo y necesito medir un tipo de suelo, se necesita armar una propuesta de valor específica para esa problemática, con la forma de comunicación más adecuada y su redundancia. Analizo la viabilidad de esas tecnologías, la disponibilidad, la obsolescencia, y luego paso a la capa superior y analizo todo el tema cloud. Luego, hay algo que sí es transversal a todo y que es la ciberseguridad y la gestión. Cada una de las capas siempre va a tener una gestión y tiene que tener ciberseguridad.

 ¿Cree que los operadores de telecomunicaciones tienen un rol activo en estas iniciativas de IoT y su monetización? 

Sí, en IoT la monetización siempre se pregunta porque cuando encontrás la solución, tenés que ver cómo sustentarla, cómo pagarla, y esa financiación es la que tiene que dar la monetización. Por ejemplo, en el caso del centro de salud, si quiero cuidar la vida de las personas, la vida de las personas en ese lugar tiene un costo adicional. E, inclusive, también puede haber una reducción de costos en los médicos (N.de R.:gracias al reemplazo del monitoreo remoto).

La monetización es una pregunta que se hace todo el mundo, pero la monetización sale del caso de negocio y no hay una única monetización. Normalmente, las empresas prestadoras no ofrecen un servicio llave en mano pero si lo hicieran entrarían en el caso de negocio. Si ellas solamente se centran en el aprovisionamiento de servicios, lo que tienen que analizar son los clientes posibles que tienen.

¿Y en la región?

En el caso de Argentina, la verdad, es un país con poco volumen comparado con otros grandes; yo miro las estadísticas de Estados Unidos y en Latinoamérica, y casi no existen soluciones de IoT. Pero esos negocios, esas prestadoras, tienen que generar negocio en Argentina y en Latinoamérica; además que hay países más desarrollados que otros, como, por ejemplo, Chile.

En la nube es donde veo la transformación de las prestadoras y también que lo están haciendo. Hay empresas que hace seis años atrás, nunca nos hubiésemos imaginado que iba a tomar ese rumbo, como Google, por ejemplo, que está totalmente abocada a los datos y aunque para muchos solo siga siendo un buscador, su negocio está en la nube. Esas transformaciones son interesantes porque muestran empresas que vieron la tendencia, como Amazon, Microsoft, IBM, Schneider, y que se reinventaron. Ayer estaba viendo que hay una plataforma llave en mano que puede ayudar muchísimo a las empresas a adoptar la tecnología.

 

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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