¿Qué opinan los operadores brasileños sobre el uso actual del espectro radioeléctrico?

Los operadores brasileros más grandes prefieren bloques regionales y los más pequeños demandan mayor granularidad, pero todos requiren permisos de explotación no inferiores a las dos décadas. Coinciden en reclamar incentivos a la inversión con fondos sectoriales, exención de impuestos y contribuciones, además de mantener avisos que no tengan fines recaudatorios. Este panorama sobre los pareceres e intereses de los operadores móviles en Brasil forma parte del resumen sistematizado de las más de 400 respuestas que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de ese país, la Anatel, recibió en el marco de una consulta pública abierta durante los últimos dos meses.

Entre las principales conclusiones obtenidas en la consulta pública sobre el uso del espectro radioeléctrico en el país, surge algo obvio al observar los últimos pasos del país pero no por ello menos importante: “Para Brasil, la evolución de estas discusiones es fundamental para planificar e implementar infraestructuras que apoyen el desarrollo tecnológico y económico del país en el contexto global”.

En el proceso se abordaron diferentes temáticas vinculadas al uso y la expectativa del mercado en términos de condiciones, plazos y disponiblidad de espectro, de las estrategias de subasta y de la dimensión de las porciones en las que se lo ofrece pero también sobre los instrumentos que se requieren para viabilizar la tan ansiada cobertura de servicios.

En ese sentido, en cuanto a lo que la demanda de espectro y la disponibilidad de equipos respecta, el regulador destacó que las contribuciones valoraron la planificación estratégica del recurso, tanto para el corto, como el mediano y el largo plazo. Señala que bandas de frecuencia, como las de 600 MHz, 700 MHz, 4.9 GHz y 6 GHz, fueron destacadas por la comunidad como “las más atractivas para la prestación del Servicio Móvil Personal (SMP)” para el corto y mediano plazo, al tiempo que, para el largo plazo, la atención se centra en “las bandas emergentes” y apuntó a la de 10 GHz y a las ubicadas entre los 7 y los 15 GHz, como “sub bandas que aún están en estudio”.

Además, advierte que se valoró el uso de bandas de ondas milimétricas y dice que los pequeños proveedores de servicios de telecomunicaciones (APP) enfatizaron que necesitan priorizar la adquisición de espectro regionalizado en bandas inferiores a 1GHz por considerarlo “crucial para garantizar la competencia” a futuro.

Las devoluciones obtenidas a partir de esta consulta pública también ofrecieron miradas vinculadas a la infraestructura y los aportes indicaron que, además del ecosistema de equipos existente para las bandas identificadas para la implementación de sistemas de Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT), se prevé el desarrollo de equipos, en el corto plazo, para bandas como 1,9 GHz y 6 GHz. Además, para las bandas de 4.9 GHz y 10 GHz se espera que el desarrollo y comercialización de equipos sólo se dé en el largo plazo. En ese sentido, el organismo subrayó que las respuestas ofrecidas sugieren “un escenario de planificación e inversión cautelosas para garantizar que la infraestructura necesaria esté disponible en el momento adecuado”.

La banda de 600 MHz también fue objeto de análisis para el posible uso para las redes móviles, al considerar sus características de cobertura y el ecosistema de equipos existente. La Anatel dijo que esta banda está destinada al Servicio de Difusión de Imagen y Sonido, de manera primaria.

Recuerda que el uso de esta banda fue muy debatido en la última Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-23), donde se apostó por un uso compartido ante las dos realidades existentes: algunos territorios que destinaron el uso completo para servicios sin licencia, como el Wi-Fi y otros, propusieron una división de bloque (destinar 500 MHz para uso sin licencia y los 700 MHz restantes para IMT).

“La decisión de la CMR-23 fue utilizar la banda de manera compartida, con la identificación de la parte alta de esta banda (6425 – 7125 MHz) para las IMT en los países de la Región 1 y para algunos países de las Regiones 2 y 3, entre ellos, Brasil. También se abordó la posible coexistencia entre WI-FI 6E e IMT en la banda”, recuerda la Agencia y repasa que “Brasil defendió enérgicamente la identificación de la banda de 10 GHz para uso de las IMT, posición que fue aceptada e integrada en las regulaciones de 11 países de la Región 2”.

“La defensa de esta banda por parte de Brasil indica una visión estratégica para asegurar que el país está alineado con las tendencias globales, teniendo en cuenta cuestiones de escala de producción y costos de equipos, lo que prepara al país para las próximas generaciones de tecnologías móviles y de comunicación”, sostuvo el órgano.

La consulta también involucró aspectos regulatorios y de mercado, con el objetivo de modelar el pliego de condiciones y de aspectos competitivos. Destacó la necesidad de avanzar con un mercado “más equitativo que permita el ingreso y la sostenibilidad de los pequeños y medianos operadores”; en el que el uso de la inteligencia artificial (IA) y la gestión ambiental se imponen y “reflejan una visión progresista sobre el uso eficiente y responsable de los recursos tecnológicos”, indicó.

Volviendo al tema de la infraestructura y de la mano con las inversiones, se planteó que una eventual densificación de la red “debe ser una decisión del proveedor” según las condiciones geográficas y económicas, y “no debería estar sujeta a concesiones”. Inclusive, plantea que establecer compromisos de inversión “impacta en la decisión de adquirir una banda de radiofrecuencia, no sólo desde el aspecto económico, sino también considerando la factibilidad técnica y el plazo de los compromisos, así como el período de vigencia de la concesión”.

Otro elemento interesante de esta consulta refirió a la observación realizada sobre la cobertura geográfica de lotes en una posible licitación: mientras que los grandes operadores defendieron un modelo similar al adoptado en la convocatoria 5G, los más pequeños y los nuevos entrantes abogan por subastar lotes con menor granularidad en las bandas de hasta 1GHz y por debajo de 7GHz para permitir la entrada de nuevos operadores.

¿Y cuál es la mirada sobre los compromisos de inversión?

La mayoría de los comentarios ofrecidos al respecto de incluir compromisos de inversión en las subastas fueron favorables. Se planteó, por ejemplo, la necesidad de ampliar el acceso al espectro y de compartir infraestructura para lograr ampliar la cobertura en zonas remotas y rurales; al tiempo que se propusieron mecanismos para incentivar la ampliación de la cobertura móvil con la aplicación de recursos de fondos sectoriales, exención de impuestos y contribuciones, además de mantener avisos de no recaudación.

Inclusive, algunas de las propuestas enviadas a la agencia señalaron el deseo de que la Anatel pueda calcular de forma “confiable” los costos que involucran las obligaciones de hacer y que establezca “reglas claras y su procedimiento regulatorio”, para “garantizar la seguridad jurídica de las inversiones”.

En la consulta realizada por el regulador también se plantearon aspectos vinculados a la competencia y las respuestas, en general, apuntaron a que se espera que la agencia actúe de manera “sistemática, estructural y anticipada sobre medidas relacionadas con el espectro”, sobre todo, en lo que refiere a garantizar el acceso a este recurso por parte de nuevos actores.

En cuanto a los plazos de uso y explotación del espectro radioeléctrico, si bien la Anatel propuso expresarse en relación a autorizaciones cortas, de alrededor de cinco años, buena parte de las observaciones recogidas las rechazaron por generar incertidumbre y restar viabilidad a los proyectos, además de alertar sobre el posible impacto negativo que podría tener en el precio final de los servicios. Sin embargo, también plantearon que, aunque dicha reducción de 20 a cinco o tres años de explotación pueda tener aspectos positivos, subrayaron que necesitan mayores plazos para poder rentabilizar su negocio.

El llamado, realizado entre el 9 de febrero y el 9 de abril fue, para la Anatel, “un excelente ejercicio para comprender las necesidades y expectativas de los diversos actores del sector de telecomunicaciones en Brasil respecto del panorama de uso del espectro”. En ese sentido, el órgano valoró que los resultados serán utilizados en futuras políticas e iniciativas regulatorias, cuyos debates mostraron los desafíos técnicos pero también conceptuales y políticos. En adelante, queda el trabajo del área técnica correspondiente.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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