Álvarez-Pallete vuelve a reclamar ayuda para que los grandes de Internet colaboren con las inversiones de red

A veces es difícil discernir la parte honesta de un mensaje con aquella que intenta filtrar una agenda de interés particular, aunque en esta ocasión no lo es. Últimamente, estamos siendo testigos desde Europa de esta interesante disciplina de búsqueda de los supuestos win-win. Sí, reconozco que busco el bien de mi empresa pero siempre desde un punto de vista que ayude a mejorar a todo un continente, vienen a decirnos.

Y es que, seguramente, al presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, no le falte razón en algunos de sus comentarios vertidos durante el X Foro Hispano-Alemán, que se celebra en Berlín esta semana y que, entre otros temas, debate algunos de los retos que enfrenta Europa en sí misma, y en relación a sus socios internacionales.

Como hicieran recientemente 16 CEOs de los principales grupos de telecomunicaciones europeos, incluido Álvarez-Pallete, para reclamar ayuda a los reguladores en su relación con las grandes tecnológicas de Internet, el presidente de Telefónica ha vuelto a adornar su discurso (y lo hizo en un envoltorio transparente que me recuerda a aquella vez que, cuando de niño y en mi pueblo, vi lo que había detrás de las marionetas).

Durante el encuentro, y siempre según el comunicado que ha divulgado Telefónica por su participación, Álvarez-Pallete ha enfatizado que el Viejo Continente necesita, y con urgencia, obtener mayor “autonomía estratégica” como receta para superar su crisis actual. “Europa necesita pasar al siguiente nivel con una cultura europea estratégica suficiente para desarrollar de inmediato la autonomía estratégica de Europa”. —Sí, suena un poco a galimatías —.

Es difícil descifrar exactamente lo que quiere decir el presidente en este mensaje, porque -a bote pronto- pareciera que quisiera volver a un mercantilismo que en Europa dio sus frutos durante dos siglos y medio pero que empezó a marchitarse a finales del Siglo XVIII. Proteccionismo, intervención del estado en relaciones de ámbito privado e internacionales, autoabastecimiento, entre otras. Y digo que es a bote pronto porque el propio Álvarez-Pallete ha dejado claro que no se trata de este concepto marchito, aunque se parece tanto que sus explicaciones dejan ese sabor difuso en el paladar de lo agridulce.

Según él, Europa “debe construirse sobre pilares internos firmes y no puede servir para sembrar nuevos campos de desentendimiento. La autonomía estratégica no se puede entender como contraposición entre atlantismo y europeísmo” y, acto seguido, prosiguió sin dar mayor explicación a decir que, de hacerse correctamente esta autonomía estratégica, “permitirá una Europa más y mejor preparada para colaborar con sus socios, siendo además un paso fundamental para reforzar los lazos transatlánticos, las relaciones entre países y la presencia global. La autonomía estratégica nos da la fortaleza de la unión y nos hace más fuertes a todos”.

A pesar de su aclaración, yo sigo viendo tintes mercantilistas caducados. A pesar de ello, Álvarez-Pallete mezcla esta “autonomía estratégica” con un concepto mucho más moderno y menciona aquello en lo que hay que enfocarse y que no necesariamente está relacionado con ser más “autónomo”, pero sí con ser más “estratégico”.

“Hay que progresar en proyectos europeos como los relativos a la inteligencia artificial, la seguridad, la defensa, la información, las comunicaciones, con la fibra inteligente, el 5G y el edge computing a la cabeza. Las telecomunicaciones desempeñan un papel clave para la autonomía estratégica de Europa, porque son la puerta al futuro. Por eso es tan importante que haya un sector de las telecomunicaciones robusto y sostenible”, dice. Y es en esta parte exactamente donde se empiezan a ver las costuras del discurso. No es casualidad que mencione los atributos estratégicos y la necesidad de un sector telco “robusto y estratégico”. Pero ¿quién es el responsable de que el sector tenga esos dos atributos? ¿Los reguladores europeos, la pericia empresarial de los operadores, la bondad y buena voluntad de las tecnológicas?

Curiosamente, Álvarez-Pallete ha concluido su mensaje con una advertencia en la que señaló los riesgos que implica afrontar los retos del siglo XXI con las reglas del pasado, cuando su propia receta parece sacada del baúl de los recuerdos.

“De las cincuenta mayores compañías mundiales del sector TIC por capitalización bursátil solo cinco son europeas, y suponen menos del cinco por ciento del valor total. Es necesario revisar el marco regulatorio y de competencia de Europa para garantizar la contribución de todos y apostar por una Europa con valores. La normativa de la Unión Europea debería fomentar la negociación entre operadoras y grandes generadoras de tráfico para que todos los agentes del ecosistema digital contribuyan en el esfuerzo inversor”.

Y aquí ya deja claro el por qué de todo su discurso: simplemente ha estado pidiendo ayuda a los reguladores para que los OTTs contribuyan con las inversiones de las redes de siguiente generación. Y esto no es solo una petición que nos traslada a tiempos pretéritos, sino que además no es ni siquiera, necesariamente, la mejor receta para transformar digitalmente a Europa. En todo caso, una regulación para que los OTTs ayuden con las inversiones en redes sería más bien un parche, un frenazo a una tendencia que no cambiaría de rumbo y que solo se ralentizaría, porque el principal problema de los operadores no son ni la regulación europea ni las grandes tecnológicas.

Los problemas principales de los operadores vienen por no saber transformar su negocio a pesar de los avances tecnológicos y las advertencias sobre la importancia de no depender exclusivamente del negocio del acceso. Y con esto no quiero defender que la regulación europea sea la mejor para el desarrollo del mercado, pero apuntar en esa dirección como argumento principal de un problema bastante más complejo es simplemente un artilugio, una bomba de humo ninja para camuflar otras falencias aún por resolver.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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