Telecom Italia (TIM) continúa escribiendo con suspenso la novela mediante la cual busca convertirse en el mayor proveedor de banda ancha de Italia mientras reduce su deuda. Ahora, Vivendi, su principal accionista, renunció al puesto que ocupa en el consejo de administración de la operadora, en un movimiento que seguramente generará nuevas decisiones hacia adelante.
Esto sucede en el marco de las negociaciones que se encaran desde hace más de un año para que la operadora reciba una inyección de capital y/o una nueva orientación en el negocio tendiente a generar nuevos ingresos y reducir la deuda. Ambos objetivos son necesarios para que la compañía pueda mantenerse con salud en una industria cada vez más desafiante desde el punto de vista de las inversiones y los ingresos.
Arnaud de Puyfontaine, consejero delegado de Vivendi, renunció a su cargo en medio de las intensas negociaciones que se vienen encarando desde que asumió la primera ministra Giorgia Meloni, momento en el que algunas determinaciones tomadas en la gestión anterior fueron desestimadas por la actual administración. De hecho, fue la propia Meloni la que puso en duda la posibilidad de que Cassa de Prestiti (CDP), la operadora que quiere hacerse de de una participación más importante en la compañía, pudiera pagar la cifra que pretenden los accionistas.
La expectativa es que, ahora, se acelere un nuevo encuentro entre Vivendi y CDP el próximo 25 de enero, orientado a ver si es posible llegar a un acuerdo, según la agencia Reuters. Uno de los motivos por el que, hasta ahora, no se pudo avanzar con el proyecto inicial, orientado a convertir a TIM en un proveedor mayorista de infraestructura por un lado, y uno de servicios por el otro, radica en el precio de los activos de TIM. Para Vivendi tienen un valor mucho más alto que el ofrecido por CDP, alternativa que dejó de lado la oferta hostil que, a finales de 2021, había ofrecido el fondo de inversión KKR, por unos 11.000 millones de dólares. Esto, en medio de una deuda que la operadora no logra reducir y que supera los 25.000 millones de euros. Ambos, detalles que no se pueden subestimar desde ningún punto de vista.
A partir de ahora de Puyfontaine se dedicada a “restablecer la senda de crecimiento para TIM y a que se reconozca, adecuadamente, el valor real de las empresa y de su red única”, dijo un vocero consultado por la agencia de noticias, como para que no queden dudas sobre el motivo que mantiene estancado el avance de la negociación. El alejamiento de este directivo responde, justamente, a bajar cierta tensión entre las partes y a que se puedan encauzar las conversaciones “de forma constructiva y transparente en beneficio de TIM”, agregó la fuente. Vivendi aprovechó la oportunidad para señalar que Italia está en el centro de su estrategia.
