El resultado del balance anual 2022 del Grupo Telefónica fue positivo: sus ingresos crecieron por primera vez, desde 2015, en un alza estimada en el 1,8 por ciento al superar los 42.469 millones de dólares (39.993 millones de euros), además de registrar crecimientos en todos aquellos mercados en los que tiene presencia y admitir haber superado sus objetivos financieros.
“Estamos muy satisfechos con la transformación que está llevando a cabo la compañía y estamos bien posicionados para continuar con esta senda de crecimiento rentable. En 2022 Telefónica ha vuelto a demostrar su solidez, el compromiso con sus objetivos y su capacidad para sortear los entornos más complejos”, valoró José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, y adelantó que “en 2023 seguiremos manteniendo la disciplina financiera actual y continuaremos priorizando las inversiones en proyectos de conectividad. Para Telefónica, dar respuesta a las nuevas demandas de la era digital no es una opción; es la opción”.
El cierre de 2022 los encontró con un beneficio neto de 2.135 millones de dólares (2.011 millones de euros) como consecuencia de haber registrado el crecimiento de los ingresos en todos los mercados en los que opera, además de “la eficiencia en la gestión y el control de los costos”, tal como lo valora en su anuncio oficial. En él admite que “en un año marcado por un complejo contexto macroeconómico, la compañía ha vuelto a demostrar su consistente capacidad de generar caja, superior en más de un 72 por ciento a la del ejercicio anterior, y ha reforzado su balance, con más del 80 por ciento de la deuda a tipo fijo y los vencimientos de los tres próximos años cubiertos”.
A diciembre de 2022, el OIBDA del Grupo se ubicó en los 13.647 millones de dólares (12.852 millones de euros), “con variaciones interanuales afectadas por los costes de reestructuración o las plusvalías registradas en el ejercicio anterior, entre otros”, al tiempo que el flujo de caja fue de 4.848 millones de dólares (4.566 millones de euros) y registrar un alza del 72,5 por ciento en comparación al 2021.
Con todo, los ingresos tuvieron un crecimiento orgánico estimado en el cuatro por ciento y otro, establecido en el tres por ciento, en lo vinculado al resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA). La ratio de inversiones sobre ventas, a su vez, se ubicó en el 14,8 por ciento. Y con este viento de cola, los objetivos para 2023 involucran lograr un crecimiento orgánico de un dígito bajo, tanto en ventas como en OIBDA, así como una ratio de inversión sobre ventas en el entorno del 14 por ciento
“El fortalecimiento de la posición financiera del Grupo se refleja en una sólida posición de liquidez de 21.413 millones de euros que permite tener cubiertos los vencimientos de los tres próximos años, más del 80 por ciento de la deuda anclada a tipos fijos y una vida media de la deuda de 13,1 años”, dice el balance en el apartado de la deuda financiera, al tiempo que dice haber “reforzado su posición como líder en financiación ESG y totaliza ya un importe cercano a los 17.000 millones de euros desde el lanzamiento del primer bono verde del sector en 2019”.
Pero Telefónica también fijó un dividendo para 2023 de 0,32 dólares (0,30 euros) totalmente en efectivo: “Se abonará en dos pagos de 0,15 euros cada uno, el primero de los cuales tendrá lugar en diciembre de este año y el segundo, en junio de 2024. Además, propondrá a los accionistas la amortización del 0,4 por ciento del capital social existente en autocartera a 30 de junio de 2022”.
Un repaso por sus filiales muestra que las operaciones que posee en España, tuvieron un crecimiento del 0,6 por ciento en sus ventas y que, “en el último parcial de 2022, los ingresos por servicio registraron un crecimiento interanual por primera vez en tres años”. Pero el operador celebró, además, que en esa operación el ingreso medio por cliente (ARPU) permanece por encima de los 95,57 dólares (90 euros) y que la tasa de abandono (churn) descendió al nivel más bajo registrado desde 2015: el uno por ciento.
En Alemania, a su vez, a los incrementos en ingresos y de su OIBDA, celebró haber completado su apuesta trienal ‘investment for growth’ y haber superado al 80 por ciento de la población con la cobertura de su servicio 5G; y las operaciones en Reino Unido, de Virgin Media O2, que ya acreditan dos años de funcionamiento, mejoraron su OIBDA, estimado en el 9,9 por ciento interanual, además de haber conseguido desarrollar las sinergias que se había propuesto.
En lo que a la operación en Brasil refiere, los logros pasaron por incrementar sus ingresos “a doble dígito por tercer trimestre consecutivo” y haber “reforzado su liderazgo en clientes de contrato y fibra hasta el hogar (FTTH)”; mientas que Telefónica Hispam “sigue evolucionando de manera positiva gracias al nuevo modelo operativo y ha crecido en accesos de alto valor, lo que ha supuesto una mejora del ARPU móvil del uno por ciento y del ARPU de banda ancha fija del 1,1 por ciento”.
Y no sólo eso, los buenos resultados también se reflejaron en Telefónica Tech: sus ingresos crecieron un 57,1 por ciento en la comparación interanual, al ubicarse en los 1.573 millones de dólares (1.482 millones de euros), además de posicionarse en el segmento de soluciones digitales avanzadas y de aumentar sus capacidades y su escala, “gracias a las adquisiciones estratégicas y de valor añadido ejecutadas”. Sinergias entre las que se recuerdan las tendidas en materia de ciberseguridad, con McAffe y con Qualys, por citar dos.
¿Qué más? “Telefónica Infra ha continuado liderando el sector llevando conectividad verde a zonas rurales y ha cerrado 2022 con una cobertura de más de 13 millones de unidades inmobiliarias (UUII) pasadas por fibra. Por su parte, Telxius, el negocio de cable submarino de la compañía, ha finalizado el año gestionando mayores niveles de tráfico con fuertes ratios de rentabilidad y crecimiento”, dice el balance y, en lo que respecta a este último, precisa que tuvo un incremento orgánico de su OIBDA, estimado en el 7,2 por ciento, al totalizar los 231 millones de dólares (218 millones de euros), con un margen del 51,8 por ciento.
El resultado de su labor en términos de infraestructura y despliegues, lo mantuvo en “la primera posición del ranking mundial en despliegue de FTTH (exceptuando China) con un total de 168,1 millones de UUII pasadas a diciembre de 2022, un cinco por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, de las cuales un total de 64,5 millones (más del 16 por ciento) pasan por red propia de la compañía”.
Como es de esperarse, 5G también forma parte de este resumen de resultados para advertir que su “despliegue se va adaptando a la demanda del mercado” y repasó que su cobertura supera las 1.600 localidades en Reino Unido, el 80 por ciento de la población alemana y el 85 por ciento de la española, al tiempo que registra 39 ciudades cubiertas de Brasil. En este último caso, por ejemplo, cabe recordar que el 38,5 por ciento de la población brasilera que se encuentra en las zonas metropolitanas ya está en condiciones de acceder a un servicio de quinta generación, dada la celeridad de las limpiezas de las bandas, los despliegues y sus encendidos.
¿Y la cantidad de accesos? También creció, tal como es de esperarse, y al cerrar el balance 2022 con 383,1 millones de accesos, que reflejaron un incremento del cuatro por ciento interanual.
“Tanto la fibra como el 5G suponen desplegar tecnología más ecológica: la fibra es un 85 por ciento más eficiente en consumo energético que el cobre, y el 5G es un 90 por ciento más eficiente energéticamente por unidad de tráfico que el 4G”, dice este reporte y admite que, desde 2015, el consumo de electricidad y combustible asociado a las redes se redujo en un 7,2 por ciento, mientras que el tráfico gestionado se incrementó por encima de las 6,7 veces.
La baja de consumo energético forma parte de los objetivos de sostenibilidad del Grupo pero que van más allá y cuya contribución anual a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se ubicaron por encima de los 95.000 millones de euros anuales en impacto positivo. Entre ellos, se precisa que el 82 por ciento de la energía utilizada en las operaciones globales de Telefónica tienen un origen renovable y que ese indicador llega al 100 por ciento en mercados como Chile y Perú, pero cuya merma en las emisiones de carbono fueron del 90 por ciento si se toman en cuenta las registradas en 2015.
