Las dificultades que ha venido transitando y experimentando el sector de las telecomunicaciones en la Argentina en los últimos años por decisiones políticas que, más allá de lo bien intencionadas, no toman en cuenta ciertas realidades del sector, está motivando a que sus actores pongan manos a la obra: ahora es el turno de la Cámara Argentina de Internet (CABASE), que está desarrollando una plataforma para que, justamente, se vuelquen allí las propuestas de los interesados en que el sector recupere algo del brillo de otros tiempos.
La CABASE está trabajando en una plataforma de “consensos básicos para el desarrollo de la conectividad y la industria de las telecomunicaciones”, aseguraron a TeleSemana.com, fuentes de la cámara. “La idea es que esa plataforma se utilice como una herramienta de acuerdos para las principales fuerzas políticas y sus equipos técnicos”, agregaron.
Las iniciativas que se están conociendo desde finales de 2022 hasta ahora tienen que ver con una diversidad de medidas tomadas desde el ámbito político que no han ayudado a desarrollar más expansivamente al sector, y también con el proceso electoral que vive la Argentina: el próximo 13 de agosto serán las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) mediante las cuales la población elegirán a quienes quieran que sean sus postulantes presidenciales. Hasta ahora, quienes se candidatean no han esbozado ideas sobre qué hacer en materia de conectividad y telecomunicaciones, y quienes lo hacen suelen afirmar cosas o realizar promesas sobre servicios o soluciones que ya existen y/o funcionan, lo que evidencia su nivel de ignorancia.
La plataforma que idea CABASE apunta, por esta razón, a vincularse con la dirigencia política, a alimentarla con ideas, propuestas, diagnósticos, soluciones que surgen del sector privado para que entren en la mesa de discusión de la política y, así, promover una colaboración genuina entre ambos mundos y no se quede sólo en palabras.
Si bien la conectividad fija en la Argentina supera el 70 por ciento, la penetración de la fibra óptica es de las más bajas de la región, y lejos de los índices que presentan los países vecinos, como Uruguay (más del 80 por ciento), Chile (más del 65 por ciento) y Brasil (más del 60 por ciento). A esto se suma, además, una brecha creciente entre los hogares pasados con fibra y los que pueden pagar ese servicio, y dificultades en el acceso a dispositivos, entre otros aspectos que impiden un mejor desarrollo de este sector.
A finales del año pasado, cuando volvió a ponerse en marcha la Mesa de la Industria TIC (el primer intento había sido meses antes de la pandemia y quedó desactivado por esa razón), se tomó la determinación de encontrar puntos en común entre los distintos actores, a pesar de tener intereses diferentes e, inclusive, divergentes en varios temas del sector. No obstante, hubo un esfuerzo por encarar acciones en conjunto y se esbozaron los primeros 11 ejes sobre los cuales comenzar a trabajar. En abril de este año, los distintos participantes se reunieron en una ciudad de la costa atlántica de la Argentina con el objetivo de limar ciertas divergencias y trabajar de manera mancomunada.
Esta semana, una de las integrantes de ese espacio, la flamante Infraestructura Digital Argentina (IDA) fue un paso más allá y, en base a esas primeras propuestas de la industria, comenzó a proponer las primeras discusiones y propuestas para mejorar la situación de las telecomunicaciones en la Argentina. También es intención de esa cámara llevar este diálogo a los think tank de las fuerzas políticas.
Ahora, la Cámara Argentina de Internet prepara algo mucho más concreto de cara a la dirigencia política que, en la mirada del sector, debería comprender mejor al sector y estar al tanto de lo que está pasando en la región y en el mundo con esta industria, hoy vital para expandir la conectividad y contribuir con el desarrollo de las diversas actividades, entre ellas la economía del conocimiento.
El de CABASE ahora, como el de IDA, y el que encara la Mesa de la Industria TIC forma parte del un mismo movimiento tendiente a volver a darle impulso al sector. Se trata de una tarea no titánica pero sí que exige mucha voluntad para que sus actores encuentren puntos en común y, así, puedan tener más fuerza para presentar ideas nuevas y propuestas a la dirigencia política que tanto se cuestiona.
