La fibra óptica continúa creciendo en la Argentina, pese a las dificultades que suelen tener los prestadores de banda ancha para importar equipamiento. Ya son más de tres millones los accesos de banda ancha disponibles con esta tecnología en el país, equivalentes a algo más del 27 por ciento sobre un total de 11,2 millones de conexiones existentes en la actualidad. En una primera mirada se trata de un panorama aupicioso, aunque cuando se profundiza un poco se advierten otros aspectos que dejan ver que se podría estar mucho mejor.
Los datos sobre el avance de la fibra óptica fueron provistos por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), como parte de una serie de acciones orientadas a dar a conocer los resultados obtenidos en materia de conectividad en casi cuatro años de gestión. En agosto próximo se realizarán las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la Argentina, en donde se definirán a los candidatos presidenciales, razón por la que la actual gestión buscará mostrar los logros obtenidos en los últimos cuatro años, caracterizados por haber estado cruzados por la pandemia, la urgencia por ampliar conectividad, el DNU 690, y las dificultades para importar equipamiento para redes debido a la escasez de divisas.
De ahí que el reporte ponga énfasis en los logros alcanzados en los cuatro años antes que en proveer un informe trimestral que permita ver la evolución en períodos cortos de tiempo, como suelen hacer los reguladores de América latina. Más allá de este detalle, el Enacom indicó que entre 2019 y finales de 2022 se sumaron más de dos millones nuevos de acceso de Internet fija, lo que supuso un crecimiento de 25,5 por ciento.
Al trasladar estos números al universo de hogares, se advierte que siete de cada 10 cuentan con banda ancha fija, un nivel de penetración que se presenta bastante estable desde hace varios años. Aquí aparece un primer punto para observar: para el regulador, esto supuso un avance de 23 por ciento, lo que provocó que la tasa de penetración en hogares evolucionara de un 62,92 por ciento en 2019 contra un 77,21 por ciento en la actualidad. Lo cierto es que 2019 terminó con una penetración de la banda ancha fija en hogares de 68 por ciento, de acuerdo al Internet Index de la Cámara Argentina de Internet (CABASE).
¿Por qué esta divergencia en las cifras entre el Enacom y CABASE? Porque mientras el regulador se apoya en la información brindada por las principales operadoras de telecomunicaciones, el de la Cámara sectorial es mucho más puntilloso en relación a los datos que obtiene de toda la industria.
Los más de 3 millones de conexiones de fibra óptica en hogares contabilizados hasta finales de 2022 supusieron un incremento del 229,8 por ciento en el período descripto. Para el organismo, esto se debió “ fundamentalmente por las políticas implementadas por el Gobierno Nacional, y particularmente por el Enacom”, tal como se lee en el comunicado.
Aunque la cifra de crecimiento de tres dígitos es impactante, no es tal cuando se miran otros números del mercado. El cablemódem continúa siendo la tecnología más expandida. Más allá de los tres millones de conexiones de fibra ópticas activas, hay 10 millones de hogares pasados con esta tecnología, es decir, tres veces más.
“Se estima que hay más de 10 millones de hogares pasados y esto debería traducirse en crecimiento de la penetración de Internet, que podría llegar al 85 por ciento. Pero el problema es que el 80 por ciento de esos hogares pasados no están conectados porque no tienen poder adquisitivo para pagar el servicio, por eso seguimos insistiendo con la necesidad de subsidiar la demanda”, dijo a TeleSemana.com, Ariel Graizer, presidente de CABASE.
La penetración de la fibra óptica en hogares por debajo del 30 por ciento coloca a la Argentina en una posición bien alejada del resto de la región. Chile, que ostenta la banda ancha fija más veloz del mundo, con una velocidad por encima de los 216 Mbps, posee casi 4,5 millones de accesos fijos, de los cuales más del 60 por ciento son de fibra óptica, según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Uruguay, que tiene la cobertura más amplia de este servicio en América latina, posee más del 80 por ciento de sus accesos en fibra óptica, mientras Brasil se ubica por encima del 60 por ciento aunque un informe reciente aseveró que nueve de cada 10 proveedores de Internet ya brindaban sus servicios con esta tecnología.
Más allá de los datos regionales, que en términos de fibra óptica no dejan bien parada a la Argentina, vale destacar que su penetración se ubica por encima del 70 por ciento, pero que todavía falta mucho por trabajar tanto para conectar a quienes aún no lo están como para mejorar la calidad de los servicios, especialmente cuando el país tiene una política orientada a la economía del conocimiento.
