Más de la mitad de las conexiones hogareñas a Internet argentinas no superan los 50 Mbps y la asequibilidad es el gran inhibidor

La brecha digital no sólo involucra la existencia (o no) del servicio de conectividad, porque la calidad importa cada vez más y, en la Argentina, aunque el 85 por ciento de los hogares tiene internet, el 53 por ciento de esas conexiones involucran velocidades menores a los 50 Mbps, contra un 47 por ciento restante que, obviamente, logra acceder a servicios que superan esa velocidad. A ello, se suma que buena parte de la población expresa dificultades económicas para enfrentar el costo de mejores prestaciones. Los datos surgen del Cabase Internet Index, relevamiento del estado de la conectividad hogareña local, que la Cámara Argentina de Internet (Cabase) presentó en la mañana de este jueves.

Vale comenzar por la positiva: el 27 por ciento de los hogares argentinos poseen conexiones con velocidades superiores a los 50 Mbps (y menor a 100 Mbps) y el 20 por ciento, mayor a los 100 Mbps. Es decir que el 47 por ciento de las conexiones fijas a internet en hogares argentinos supera los 50 Mbps. La negativa involucra que la gran mayoría de la población tiene enlaces más débiles: el 22 por ciento de las viviendas dispone de velocidades de entre 20 y 50 Mbps; el 20 por ciento, de entre 6 y 20 Mbps; y el 11 por ciento, menos de 6 MB.

“Los datos actuales nos muestran que ambos indicadores muestran una evolución positiva, pero a la vez nos dicen que las malas decisiones regulatorias y la falta de priorización de la industria a la hora de definir las políticas públicas, en especial en los últimos tres años, han frenado el desarrollo de la conectividad en el país, que no ha crecido a la par de los países de la región”, dice Ariel Graizer, presidente de Cabase en el marco de la presentación del reporte que reflejan el estado de internet en el país.

Al momento de analizar el escenario, esta Cámara valoró que, durante los últimos ocho años la participación de la fibra óptica al hogar (FTTH, por su sigla en inglés) creció y eso impactó en el incremento de los rangos de velocidad de conectividad. Y lo precisa así: “A mediados de 2015, el mercado de banda ancha fija estaba dominado casi en su totalidad por velocidades que iban de uno a 6 Mbps. Cuatro años atrás, en septiembre de 2019, las velocidades de entre seis y 30 Mbps estaban en franco crecimiento y ya significaban el 60 por ciento del total, mientras que las que estaban por debajo de los 6 Mbps aún representaban el 40 por ciento del total de conexiones de banda ancha fijas”.

Para realizar este informe, Cabase consultó a 800 personas de entre 16 y 65 años de todo el país; una experiencia que le permitió, además, comprobar que la mitad de las personas no puede pagar el costo de mejores enlaces. No sorprende que la asequibilidad sea una barrera de acceso, sobre todo, en un escenario signado por la devaluación y una inflación interanual que gana récords, al superar el 113 por ciento. Además del inhibidor económico, el 25 por ciento admitió que no daría uso a enlaces más veloces, al 13 por ciento no le interesa y el 12 por ciento explicó que su proveedor de internet no ofrece servicios con mayor velocidad.

Inclusive, en el anuncio del informe, Cabase explicó que la universalización del acceso a internet se encuentra condicionado por una serie de variables, entre las que resaltó el costo de contratación del servicio por lo que representa en relación a los ingresos de cada hogar.

Y recordó que la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible de la Organización Nacional Organización de las Naciones Unidas (ONU) definió al Umbral de Asequibilidad, como objetivo hacia 2025, para declarar los costos de los servicios de banda ancha de nivel básico deben representar menos del dos por ciento del ingreso nacional bruto mensual per cápita, que hasta 2018 estuvo fijado en un cinco por ciento.

Y, según el relevamiento de Cabase, en agosto de 2023 el costo promedio del servicio de internet fijo al hogar de los usuarios argentinos fue el equivalente al tres por ciento de los ingresos promedios.

“En virtud de la fragilidad que muestra la macroeconomía y la erosión que la inflación genera en el poder adquisitivo de la población, el único camino sostenible para alcanzar la universalización del acceso a internet, un objetivo que une sin grietas al Estado y a la totalidad del arco de actores privados de la industria, pasa por la implementación de políticas públicas orientadas a subsidiar la demanda, a través de un mecanismo que asegure igualdad de oportunidades para el acceso a la conectividad”, evaluó Graizer.

¿Cuántos hogares conectados a internet hay en la Argentina y dónde se encuentran?

Según la estimación de Cabse, el 85 por ciento de los hogares de Argentina cuenta con una conexión fija a internet, pero el 71 por ciento se ubica en las zonas más densamente pobladas: la Ciudad Autónoma y la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba.

Otro elemento valioso que este relevamiento reflejó tiene que ver con entender qué pasa con aquel 15 por ciento de los hogares que no posee conectividad fija y mediante el que se reveló que el 77 por ciento acceder a internet a través del servicio de datos que le ofrece su teléfono móvil o usando una conexión Wi-Fi compartida. Luego, el 23 por ciento restante dice no utilizar internet en el hogar.

Pero hay más: el 43 por ciento de los hogares sin conectividad fija indicó no haber tenido nunca una conexión en el hogar, mientras que el 57 por ciento dijo que alguna vez contrató el servicio pero que luego lo dio de baja. De ellos, el 41 por ciento tuvo que cancelar la prestación por no poder pagarla.

La cuestión de la ruralidad y la capilaridad del servicio en los principales centros urbanos también mereció un capítulo aparte en el Cabase Internet Index y reflejó que el 55 por ciento de los hogares conectados en Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Mendoza, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, accede mediante fibra óptica; frente al 22 por ciento que se conecta por cablemódem, el 12 por ciento con una conexión inalámbrica, el 8 por ciento que recurre al ADSL y sólo el tres por ciento dispone de una red satelital.

Y esta foto exhibe el estado de la capilaridad de la red de fibra óptica en el país. Según la Cámara, el 71 por ciento de los hogares que tiene el servicio de internet fijo cuenta con, al menos, un proveedor de fibra óptica en su zona. Y, entre ellos, el 33 por ciento dijo contar con más de una opción.

Sin embargo no todos los hogares que cuentan con el servicio de fibra óptica en su zona lo contratan y, entre los motivos que se erigen al explicar porqué desistir de este tipo de enlaces, reaparece la problemática económica: el 34 por ciento no puede pagar el costo por considerarlo elevado, el 32 por ciento está conforme con el servicio que posee, el 23 por ciento dice que el proveedor de fibra óptica no concreta la instalación y el 10 por ciento ofreció otros motivos.

“Desde Cabase creemos que la economía del conocimiento no puede desplegar todo su potencial si el país no cuenta con una infraestructura de conectividad a Internet sólida y desarrollada, donde el acceso de calidad llegue a todos. La velocidad de las conexiones fijas, así como la penetración de la fibra óptica al hogar, son los indicadores que nos dicen que tan preparado está el país para subirse a la economía digital”, explicó Graizer.

En este sentido, el presidente de la Cámara valoró que “la fibra óptica es la única tecnología capaz de asegurar la provisión del ancho de banda que demandan los hogares para conectar cada vez más dispositivos, realizar home office, estudiar y poder correr aplicaciones de video y entretenimiento en alta definición, ya sea en vivo o a demanda. La coyuntura económica y la acumulación de medidas que impactan negativamente en la sostenibilidad de los actores del ecosistema de internet, principalmente PyMEs y Cooperativas, es lo que hoy está poniendo en riesgo la continuidad en la prestación de servicios de telecomunicaciones y de acceso a internet”.

“La imposibilidad de acceso a divisas para el pago de servicios esenciales de proveedores del exterior y para la adquisición de equipamiento para el mantenimiento en funcionamiento de las redes, así como la ampliación del alcance del impuesto PAIS y la abrupta devaluación del tipo de cambio oficial de mediados de agosto, pusieron a las empresas del sector al borde de la subsistencia”, concluyó el representante de la cámara que brega por constituir una plataforma que permita crear consensos para arribar a soluciones comunes, que posibiliten el desarrollo del negocio de la conectividad al tiempo que achiquen la brecha digital.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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