La telenovela telco de Colombia parece haber llegado a su fin. La Junta Directiva de Empresas Públicas de Medellín (EPM) aprobó capitalizar a Tigo-UNE con unos 70 millones de dólares (300.000 millones de pesos colombianos) informó este jueves. Esto sucedió luego que Millicom presentara, a última hora del jueves de la semana pasada, una tercera propuesta de capitalización en la que la participación de EPM no se vería diluida, además de otras consideraciones que suponían ventajas para la empresa estatal.
“Con esta decisión, la Junta Directiva de EPM ratifica su compromiso con la búsqueda de alternativas para asegurar la viabilidad de Tigo-UNE y el bienestar de todos sus grupos de interés”, dijo EPM a través de un comunicado. Esa consideración ya había sido manifestada hace una semana atrás por el ahora ex alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien durante el fin de semana pasado renunció a ese cargo para apoyar la candidatura de Juan Carlos Upegui de cara a los comicios que se realizarán el 29 de octubre, y también en medio de una gestión polémica.
La decisión tomada por EPM se produce antes de finalizar el tiempo máximo fijado por el Ministerio TIC, que les indicó a ambos accionistas que esto debía estar resuelto el 9 de octubre. La determinación no sólo despeja la incertidumbre que se había volcado sobre la operadora de telecomunicaciones que atiende a más de 15 millones de colombianos, sino al rol del mismo Estado en el sector.
Según indicó UNE EPM, la capitalización se realizará con el valor de la acción a precio de mercado, y que el retorno de la inversión se efectuará a través de la recompra de acciones. En octubre se concretaría la mitad del pago mientras que el restante 50 por ciento se efectuaría en diciembre.
Como en las mejores telenovelas, la oficialización de la aceptación de la tercera propuesta elevada por Millicom se cierra luego de más de un mes de tensiones entre ambos accionistas. Y la expectativa del final feliz parece haber llegado. La operadora necesita esos 150 millones de dólares de capitalización – Tigo aportará la otra mitad- para salir del rojo que la aqueja desde hace varios años, además de actualizarse desde el punto de vista tecnológico y mantenerse, así, con altos estándares de calidad y ser competitiva.
El mercado colombiano de las telecomunicaciones se encuentra en pleno movimiento. El MinTIC quiere que en los próximos tres años se cumpla una meta de cobertura del 85 por ciento de la población con servicios de conectividad. Para ello, ya comprometió a sus cuatro operadoras móviles -Tigo, Claro, Movistar y Wom- a invertir más de 800 millones de dólares y alcanzar esos objetivos. Todo en medio del proceso que, iniciado el pasado 1 de agosto, conducirá a la subasta 5G el próximo 20 de diciembre. A mediados de octubre se publicarán los pliegos definitivos de la compulsa.
La conectividad fija tiene una penetración que apenas llega al 60 por ciento en Colombia. De ahí que los esfuerzos por desplegar infraestructura requieran de la participación de todos los actores del mercado y de un contexto donde los distintos jugadores puedan continuar desarrollándose de manera sustentable. Por esta razón, también resultó relevante la identificación de nuevo espectro en la banda de 900 MHz, tal como lo anunció el ministerio esta semana, en el marco del Congreso 5G organizado por la Agencia Nacional de Espectro (ANE). Se trata de frecuencias que se otorgarán a los pequeños prestadores de Internet y a las compañías dedicadas a la energía, la minería y la agroindustria para que puedan llegar a zonas rurales y mejorar sus procesos productivos.
Una vez más, la tensión entre Millicom y UNE parece haberse aplacado. Y los demás actores, protagonistas y de reparto, también van cerrando sus historias de un modo más feliz.
