La colaboración se impone como estrategia de negocios en las telecomunicaciones. Y dos de sus referentes en la región, la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (CATEL) y Movistar Argentina profundizaron una vez más los acuerdos que celebran desde hace seis años, ahora para compartir espectro y servir con 4G y a través de la marca imowi, a localidades de 300 a 2.000 habitantes en donde no hay ningún prestador .
A través de este nuevo acuerdo que se extenderá hasta 2033, la cámara que opera con la imowi desplegará 12 sitios propios en las provincias de Catamarca y Formosa, la primera ubicada en el noroeste argentino, y la segunda en el noreste argentino. Esto permitirá cubrir con los servicios 3G y 4G a más de 12.000 habitantes ubicados en estas áreas. El objetivo apunta a reducir la brecha digital.
Este acuerdo es una nueva vuelta de tuerca del convenio existente entre ambas compañías para dar lugar a imowi, el cuarto operador móvil del país bajo la figura de OMV. En el caso presentado ahora imowi pasa a convertirse en una especie de Operador Móvil Híbrido: buscará alcanzar con sus servicios a las localidades remotas y rurales sobre las que no hay prestaciones móviles e instalará la infraestructura necesaria para lograr ese cometido. Se apoyará en Movistar y usará las frecuencias que considere necesarias para satisfacer las necesidades previamente identificadas.
Para esta primera fase de 12 localidades, CATEL realizará una inversión superior a los 2 millones de dólares, además de liderar la conformación de los grupos de trabajo que se necesitan para instalar una antena en cada lugar: el gobierno provincial, el municipal, las empresas de energía o cooperativas de servicios públicos, Colsecor y Arsat, para que cada uno se involucre y haga el aporte que se necesite para concretar el despliegue. Un modelo en donde se comparte entre todos la inversión en la infraestructura.
Imowi será la marca que se ofrecerá en cada localidad, y el tráfico que se genere por los servicios que se activen pasarán a la red de Movistar. Decidir alcanzar a localidades de 300 y de 2.000 habitantes es un modo de buscar la sustentabilidad de la infraestructura que se construye, además de garantizar la conectividad de más ciudadanos a través de acuerdos entre privados.
“En este caso, el modelo cambia en relación al MVNO. Acá se tiene que sostener el nivel de la inversión”, explicó Ariel Fernández Alvarado, presidente de CATEL, y alma mater de los acuerdos de compartición “de todo lo que se pueda” para llevar la conectividad a quienes todavía no son alcanzados por ella en la Argentina.
En la Argentina hay 2.000 localidades rurales y remotas que no tienen ningún servicio móvil. Por eso, la expectativa hacia adelante es poder replicar este esquema en tantos pueblos como sea posible. Inclusive cuando se asignen frecuencias 5G -cuya licitación está prevista para el próximo 22 de octubre- y sea posible un modelo que permita llevar esa tecnología también a las zonas más alejadas.
“Este es un acuerdo que va más allá del OMV. Es un modelo independiente de lo realizado hasta ahora con Catel y en América latina tenemos desarrollados otros acuerdos de compartición para llegar a las localidades alejadas, como es el caso de Internet para todos en Perú. Allí los distintos actores se ocupan de la infraestructura pero las frecuencias las pone Movistar”, explicó, por su parte, Luis Delamer, director mayorista Hispam de Movistar.
Las 12 localidades de las dos provincias que recibirán los nuevos servicios 3G y 4G serán las de Pozo de Piedra, Puerta del Corral Quemado, Corral Quemado, Villa Vil, Cóndor Huasi, Huillapima, Puerta de San José y El Salado, en la provincia de Catamarca. Y Pozo de Maza, Guadalcazar, Lamadrid y Río Muerto, en la de Formosa.
Movistar es la compañía que lidera los acuerdos de compartición de infraestructura en la región. En Colombia acaba de lograr el visto bueno de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para la conformación de una empresa de infraestructura móvil conjunta con Tigo, además de contar con distintos casos de compañías de las mismas características pero para la infraestructura fija. En la Argentina, continúa desarrollando el proyecto de compartición de redes fijas con Sion en el sur del país, y con iPlan y Metrotel en el Area Metropolitana de Buenos Aires.
CATEL, en tanto, viene promoviendo la necesidad de que las cooperativas desarrollen un modelo que les permita participar de todos los segmentos del mercado de las telecomunicaciones para poder atender a sus áreas de influencia al mismo nivel que las grandes operadoras. En ese sentido, lidera un proceso como no se había visto antes en el sector cooperativo vinculado con las telecomunicaciones.
A principios de 2022 se presentó de manera oficial imowi, el cuarto operador móvil en modo MVNO de la Argentina. Desde entonces, y a pesar de algunas dificultades iniciales, la compañía suma clientes poco a poco. En la actualidad totaliza unas 20.000 líneas y agrega a razón de 2.000 por mes, además de ir posicionándose en sus zonas de cobertura. De hecho, una de las más grandes integrantes de la cámara, la Cooperativa TelViso ya sirve al 15 por ciento del total de los clientes con los servicios imowi, a pesar de haberse lanzado la marca recientemente.
Así, con espíritu cooperativo y un modelo sustentable, CATEL, imowi y Movistar Argentina dieron un nuevo paso para expandir la conectividad allí donde todavía no hay nada. A través del acuerdo colaborativo con los distintos actores evitan la superposición de redes y se distribuyen esfuerzos en la búsqueda de la sustentabilidad. Un esquema que, de cara a las enormes inversiones que demanda 5G -y que serán todavía más importantes cuando lleguen los tiempos de 6G, a finales de esta década- parece imponerse como el mejor camino, aunque no exento de piedras.
