Los servicios directo al dispositivo D2D exigirán nuevas discusiones en torno a la convergencia, asegura un reporte

Uno de los temas que copó la agenda de la industria en este 2023 que transita su último trimestre fue el de concretar la conectividad en y desde cualquier lugar, posibilidad que se logrará a través de la comunicación directa de los smartphones con los satélites. Los llamados servicios Direct to Device (D2D) requerirán un abordaje en diversas direcciones para lograr los objetivos que se proponen, como el de la conectividad total. También prometen hacer crecer en muchos millones más los ingresos de la industria.

Así lo considera un informe elaborado por el Centro de Política y Estrategia Espacial, llamado “La gran convergencia y el futuro de los servicios directo al dispositivo” en el que destaca que los servicios D2D podrían colaborar en la expansión del mercado de las telecomunicaciones por satélite, aún cuando este segmento se encuentra en una etapa inicial.

La perspectiva es que hacia adelante se verán nuevos anuncios vinculados con las posibilidades de combinar la cobertura satelital con los millones de suscriptores móviles que hay en el mundo. Novedades que buscarán impactar tanto entre los fabricantes de teléfonos móviles, como en los mismos operadores existentes y en los mercados verticales vinculados con la Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés). Las asociaciones vinculadas con estos mundos serán las más interesadas en que esto suceda, y en que haya una maduración de la tecnología tal como se la conoció este año.

Los esfuerzos, seguramente, buscarán ir desde las capacidades básicas de servicio actuales a otras cada vez más sofisticadas que muestren el valor de las tecnologías involucradas; esto es, aplicaciones de banda ancha de mayor capacidad que requieren de continuidad y de baja latencia, y transmisiones de voz y de video que resulten eficientes.

Por esta razón, y a lo largo de 23 páginas, desarrolla en profundidad distintos aspectos, que van desde la forma en que hoy está conformado el ecosistema D2D, hasta las expectativas que surgen en este escenario. También plantea la necesidad de trabajar en la estandarización a partir del 3GPP en su versión 17, y considerar los desafíos técnicos que surgen a la hora de poner todo lo conocido hasta el momento en marcha.

Destaca que los “nacientes servicios D2D” se basan en dos diferentes métodos o estrategias de espectro con distintas fortalezas y debilidades en cada caso.

Uno de ellos es el enfoque del espectro satelital D2D. Se trata de un modelo que brinda estos servicios a través de espectro ya asignado a los servicios por satélite. Esto es considerado como una ventaja porque no hay que estar esperando decisión alguna de parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) o de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Pero sí depende de que se conforme un parque de teléfonos inteligentes modificados con chips integrados que permitan, justamente, utilizar ese espectro para las comunicaciones con el satélite.

El segundo enfoque está vinculado con el espectro terrestre D2D y se basa en el uso de espectro asignado a los servicios móviles terrestres con licencia de los operadores móviles de red asociados. Aquí sí se depende de las asignaciones realizadas por la FCC y por la UIT  para que el mercado traccione en esa dirección y establezca las regulaciones pertinentes. A diferencia del abordaje anterior, en este caso se operaría con teléfonos que incluyan la posibilidad de contar con este servicio, donde los primeros que lo incorporen y salgan al mercado obtendrán una ventaja significativa.

Esto dependerá de otras cuestiones. En primer lugar, no sólo de la FCC, sino de todos los países que comiencen a trabajar en este escenario y que quieren tener claras sus definiciones al respecto. En segundo lugar, será relevante lo que ocurra en la próxima Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-23) que se realizarán a partir del próximo 20 de noviembre en los Emiratos Árabes Unidos. En el informe se anticipa que este encuentro permitirá dar forma al futuro de los D2D.

En este punto, el informe concluyó que “la forma en que se desarrollen estas decisiones podría limitar el espectro y áreas de cobertura disponibles para algunas formas de servicios D2D y/o podría proporcionar la certeza regulatoria necesaria para desbloquear el potencial y facilitar la inversión en este prometedor nuevo servicio”. Que pase una cosa u otra dependerá de las formas en que se tomen las decisiones venideras, en definitiva.

Es un aspecto no menor puesto que el mercado D2D está en plena formación y presenta las siguientes características: es competitivo, cooperativo y disruptivo.

En relación al primero, se estima que las operadoras competirán en función del costo, la cobertura y la calidad del servicio. Se podrán abordar zonas muertas a través del satélite para atender emergencias, y ese mensajería servirá para que las operadoras ganen más clientes o los pierdan.

Sobre su capacidad cooperativa, el acento del informe estuvo puesto en las asociaciones estratégicas que están surgiendo entre operadores satelitales y de red móvil, las perspectivas de negocios se expanden y podrían generan un volumen de negocios más importantes en función de las sinergias encontradas.

La disrupción es considerada en función de IoT por la posibilidad de integrar más ampliamente teléfonos o terminales en la cadena de consumo. También en relación a los servicios de seguridad gestionados (MSS) que podrían suponer una amenaza para el mercado de teléfonos ya que los futuros clientes del servicio satelital podrían preguntarse para qué tener dos dispositivos si con uno que conecte satélite con smartphone será suficiente; pregunta que le cabe más a los consumidores de los países centrales que a los emergentes, seguramente.

Y, en este contexto, la inquietud que surge es, justamente, a qué mercado se dirigirá, qué tamaño tendrá ese mercado y qué grado de competencia, cooperación y disrupción, en definitiva, le darán forma a esa futura transición hacia los servicios D2D.

“La tecnología D2D es un punto de inflexión que podría cambiar fundamentalmente el mercado de las comunicaciones por satélite ampliando opciones de conectividad para los clientes al mismo tiempo que brindan valor significativo para los proveedores de comunicaciones en términos de eficiencias y ahorros de costos, así como un potencial en nuevos ingresos”, aseguró el informe, que puede descargarse desde aquí.

Agregó que, para alcanzar esa madurez, habrá que trabajar con planes más amplios. No obstante, consideró que el fenómeno forma parte de una “evolución transformadora” del mercado de las telecomunicaciones en un contexto donde el mundo demanda mayor conectividad y el sector quiere satisfacerla.

La conformación de esta nueva red inalámbrica global supondrá un gran cambio en la convergencia de las redes satelitales, terrestres, y de IoT que se dará en paralelo a una gran evolución de dispositivos que buscarán satisfacer esa nueva convergencia que también dará lugar al desarrollo de nuevas aplicaciones de consumo y empresariales.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.