Desde Project Loon de Google hasta Internet.org de Facebook, los gigantes de Internet buscan la mejor estrategia para llevar conectividad a zonas rurales y aisladas.
Esta semana, la noticia de que Google invierte en una compañía especializada en el diseño, fabricación y lanzamiento de cohetes y satélites vuelve a mostrar que los microsatélites parecen ser la estrategia más aceptada para llevar conectividad a los “otros 3.000 millones”.
Space Exploration Technologies (SpaceX) anunció una recaudación de 1.000 millones de dólares en una ronda de inversión en la que participaron Google y Fidelity. De esta manera, los nuevos inversores concentrarán el 10 por ciento de participación de la compañía.
SpaceX anunció que los fondos recaudados en esta nueva ronda de inversión serán utilizados para continuar con el programa de innovación en áreas de transporte espacial, reutilización y construcción de satélites.
Quizás sea esta última área la que más le interesa a Google. La entrada de la compañía norteamericana a SpaceX se suma a una serie de inversiones que está llevando adelante el gigante estadounidense para fortalecerse en el negocio satelital, con el objetivo de desarrollar proyectos que permitan llevar Internet a las comunidades más desfavorecidas.
De hecho, el fundador de Space X, Elon Musk, había adelantado en noviembre a través de la red social Twitter que la compañía estaba trabajando en el desarrollo de microsatélites que operen en largas formaciones, aunque alertó que el anuncio formal se realizaría dentro de dos o tres meses —lo que significa que debería haber un anuncio oficial por estas fechas—.
Google es uno de los diez socios de Other 3 Billion (O3B) —una compañía que ya tiene en órbita una constelación de ocho satélites para entregar conexiones de hasta 1 Gbps— y en 2014 compró Skybox, una empresa que maneja una flota de satélites para el análisis de la superficie del planeta Tierra. Si bien el principal objetivo de esta adquisición fue complementar el servicio de Google Maps, la estadounidense ya advirtió que podría utilizar los satélites de Skybox para ofrecer conectividad a zonas aisladas.
Con la adquisición de un porcentaje de las acciones de SpaceX, Google refuerza esta estrategia y se alista para competir con OneWeb —iniciativa similar a O3B lanzada recientemente por Virgin Group y Qualcomm— y Facebook, que también está analizando alternativas para llevar Internet a todo el globo.
Google y Fidelity se unirán a los inversores existentes de SpaceX Founders Fund, Draper Fisher Jurvetson, Valor Equity Partners y Capricorn.