Un año después de haberse registrado en el país, China Mobile inauguró oficinas en la ciudad brasileña de San Pablo. La compañía, que tiene más del doble de usuarios que todo el mercado móvil de Brasil, trabaja en reunir información sobre el mercado local y ya recibió la advertencia del regulador: si desea entrar en operaciones primero deberá contar con una licencia.
Las instalaciones en Brasil servirán como centro de las operaciones locales pero también para los negocios de la empresa en Latinoamérica. Sus autoridades dejaron en claro sus intenciones en el país y festejaron su llegada con un evento que contó con representantes del gobierno, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y otros actores de la industria.
El primer paso, señaló el portal local TeleSintese, será estudiar la oferta de servicios de conectividad corporativa y lograr llegar acuerdos de roaming con operadores locales. Además, la compañía dejó entrever que podría contratar cuatro centros de datos para la oferta de servicios en Brasil y señaló que no descarta inversión propia en este segmento.
La puesta en marcha de las oficinas de China Mobile se da en un contexto de avance en las relaciones entre Brasil y ese país asiático. Hace algunos días, representantes de Anatel y el Ministerio de Tecnología, Innovación y Comunicaciones (MCTIC) se reunieron con representantes de China Telecom y también con ejecutivos del Banco de Desarrollo de China.