La Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet) alertó que los cambios propuestos por el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) para la portabilidad numérica podría tener “efectos regresivos” para el mercado peruano.
En concreto, el organismo propuso revisar “la eliminación del procedimiento que faculta al concesionario cedente a requerir con efecto obligatorio al receptor la suspensión del servicio por deuda del abonado”.
De aprobarse sin cambios, argumentó Asiet, el documento podría incentivar el incremento de la morosidad, lo que se traduciría en encarecimiento de servicios. Esto perjudicaría mayormente a las personas con menores recursos al tiempo que “los buenos clientes pasarían a subsidiar a aquellos que realizan la portabilidad con deudas pendientes”.
Por otra parte, los operadores tendrían mayores dificultades para recuperar la inversión de los terminales y podrían surgir desincentivos al subsidio de dispositivos que hoy le permite a los peruanos acceder a smartphones a precios de los más bajos de la región.
La aplicación de esta nueva regla solo tendría sentido, amplió, si el país incorporara o reforzara otros mecanismos de protección para el cumplimiento de deudas como el bloqueo posterior del equipo portado por penalidad, como sucede en Chile.
Desde que se relanzó el proceso de portabilidad (julio de 2014) hasta el cierre de 2017 cambiaron de operador 6,1 millones de usuarios móviles. Casi uno de cada cuatro, el 24,3 por ciento, migró a Entel. En el mismo período, en tanto, se produjeron 113.581 cambios en telefonía fija.