Movimientos y adquisiciones prometen reconfigurar el mercado de TV paga en Costa Rica

Costa Rica tiene la medalla en Centroamérica por su penetración de televisión paga, pues más de la mitad de los hogares del país cuenta con el servicio. Mientras la ola OTT y el cambio de hábito de los consumidores obliga a las empresas a revisar sus objetivos, allí la cuestión pasa por saber qué ocurrirá una vez que se vean los resultados de la serie de movimientos y adquisiciones anunciadas en el segmento.

Telecable tomaría la posesión de Cable Costa el primero de marzo, confirmaron ejecutivos de la firma en diálogo con El Financiero. La empresa obtuvo el visto bueno de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) dos meses después de presentada la solicitud. Antes ya se había recibido criterio positivo de la Comisión de Promoción de la Competencia (Coprocom).

En 2018 la compañía había adquirido una red de fibra óptica en Guanacaste que pertenecía a la firma Técnicos de Telecomunicaciones. Con la nueva adquisición, Telecable podrá agregar a parte de la provincia de Cártago a su área de cobertura, que hasta ahora estaba compuesta por unos 30 cantones del Gran Área Metropolitana y Puntarenas. También sumará a su base los pocos clientes que tenía Cable Costa en el mundo fijo.

Telecable cuenta con una participación cercana de 12,5 por ciento en el mercado de televisión paga, a la que agregará un tímido 0,1 por ciento una vez que se complete la integración. Las cifras pueden no ser totalmente precisas, pues los reportes del regulador solo hablan de abonados totales. En 2017 existían en el país 831.907 suscriptores, lo equivalente al 56 por ciento de los hogares. El 68 por ciento accedía vía cable, el 29 por ciento por satélite y el resto por otras tecnologías.

El caso mencionado es parte de una serie de movimientos que marcaron la suerte de algunos proveedores del servicio. Tigo, que está primero entre las empresas, completó el año pasado la compra de Cable Max y Cable Zarcero. La empresa aceptó algunas condiciones impuestas para las compras y recibió luz verde luego de que las autoridades regulatorias consideraran que no traerían efectos negativos a la competencia.

En octubre de 2018 se completó la operación por la que Liberty Latin América adquirió el 80 por ciento de Cabletica por poco menos de 248 millones de dólares. El movimiento ya hacía sentido si se contemplaba los planes de expansión de Liberty en Latinoamérica pero parece encontrar nuevas razones ahora que se sabe que analiza la compra de Millicom.

Lo que viene estará sujeto a decisiones regulatorias que permitan o restrinjan más cambios de los que ya se aprobaron. Casi tres años atrás, Tigo quiso comprar Telecable y no lo dejaron porque la integración provocaría que el resultante quedase con más del 40 por ciento del mercado de TV paga local.

La curva ascendente que presenta el servicio tanto en usuarios como en ingresos en los últimos años parece motivar a los operadores más asentados que robustecen sus propuestas y ganan terreno de la mano de compras. Del otro, los pequeños proveedores comienzan a ser absorbidos como producto de una competencia no apta para los débiles. El año que recién comienza será escenario una dura batalla entre los proveedores. Quién prepare la escenografía deberá tener carros bien dispuestos por si ocurren nuevas compras y algún líquido rojo que simule la sangre de los perdedores.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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