MWC 2019 – El optimismo reina entre los fabricantes que se han dado cita en el MWC 2019. Este es “un gran año para la 5G” de acuerdo con Nokia y el año en que Ericsson promete “hacer el cambio global hacia 5G” con su portafolio. Las dos compañías se enfocan en todo el trabajo realizado para ponerse a tono con la demanda de la industria y lanzar —ahora sí— un portafolio completo de soluciones y productos que cubran todas las necesidades de los operadores de cara a las futuras redes 5G. GSMA calcula que unos 16 mercados activarán las redes 5G en 2019, siguiendo los primeros lanzamientos de la versión non-standalone en 2018.
Nokia habla de 20 contratos para 5G y Ericsson de sólo 10 clientes de esta tecnología, aunque afirma tener 42 memorandos de entendimiento firmados. Huawei, líder en equipamiento de radio para 4G, anunciaba hace algunos meses tener 22 contratos firmados para la próxima tecnología móvil. Eso sí, habrá que ver cómo le juega en contra las sospechas de espionaje que ya aseguran que tendrá su efecto en demoras a las inversiones en redes de próxima generación —un tema que ya en la primera jornada de la feria móvil más grande del mundo parece tener espacio en la agenda—.
Del otro lado del mostrador, los operadores parecen poner paños fríos a este elevado optimismo. No es que no invertirán en 5G —sino, no habrían firmado ya sendos contratos con los fabricantes—, sino que la inversión no será ni tan rápida ni tan fácil como del lado de los proveedores de infraestructura quieren hacer creer. Y la situación es aún peor en Europa, dónde la competencia fue calificada de “insostenible” por la cantidad de jugadores que existen por mercado.
El consejero delegado de Vodafone, Nick Read, habló en su presentación de la necesidad de ampliar la compartición de redes con el objetivo de mejorar la cobertura y reducir los costos. No es sorpresa, ya que su compañía acaba de firmar un memorando de entendimiento con su competidor TIM en Italia para estudiar una compartición de los elementos activos de la red de cara al despliegue de las futuras redes 5G. Read amplió que está hablando con otros operadores en otros mercados para compartir redes, según publica el diario español El País.
Quizás el operador que más claro habló sobre el tema —al menos de lo que se pudo recomponer a la distancia— fue Álvarez-Pallete, de Telefónica, que afirmó que hace falta “refrescar la regulación” y empezar a hacerse amigo de la idea de que 5G tendrá una nueva estructura de mercado. Una estructura basada en una única red y tecnología capaz de ofrecer accesos diferenciados —un mensaje que refuerza la idea de que el actual modelo de tres o cuatro redes por mercado es insostenible—.
La 5G es costosa y difícil de implementar y, por ello, todos los esfuerzos están hoy enfocados en cómo hacer su despliegue más eficiente. Por eso es que los operadores también piden por simplificar la regulación y, en lo posible, mejorar los sistemas de administración de espectro radioeléctrico. “¿Por qué tenemos que comprar una y otra vez el mismo espectro?” se preguntaba Álvarez-Pallete en la apertura del evento. Y, más adelante, otros operadores se preguntaban si la concesión del espectro era una herramienta para fomentar la economía digital o para aumentar la recaudación fiscal.
Los operadores piden aumentar los plazos de concesión del espectro como un guiño para abaratar las inversiones en la próxima generación móvil y aprovechan para pedir, una vez más, por una frase que se repite desde hace años pero que nadie parece escuchar: “un campo de juego nivelado, con las mismas reglas y obligaciones para el mismo servicio”.
En este contexto, el CEO de Telefónica se anima a mirar a la audiencia y decir que los operadores enfrentan el problema de la deflación mientras otros intentan teñir el ambiente de un color de rosa con promesas que algunos miran de reojo. La industria sufre la caída del precio de los servicios y no encuentra la forma de hacer crecer el negocio.
Álvarez-Pallete afirma que, si no se modifica la regulación, no se podrá aprovechar todo el potencial de la 5G. Los operadores apuntan nuevamente a la regulación porque esperan que, si ellos no son capaces de encontrarle la vuelta a la futura red 5G, que al menos la regulación no se convierta en un estorbo que complique aún más el panorama.
Perder la oportunidad de 5G podría ser “la gota que colmó el vaso”. Y no es una oportunidad para estar desperdiciando, especialmente si tu negocio se basa en gestionar conexiones.
GSMA señaló que 5G alcanzará el 15 por ciento de las conexiones móviles globales para 2025 aunque su verdadera oportunidad no está en añadir más dispositivos a la red —aunque los operadores también se beneficien de ello— sino en la posibilidad de crear nuevos negocios, fundamentalmente en el ámbito corporativo, con lo que GSMA llama la “conectividad inteligente” —la combinación de 5G, inteligencia artificial (AI), Big Data y IoT—.
Los operadores están invirtiendo cerca de 160.000 millones de dólares anuales en expandir y actualizar sus redes, esperando los 2,2 billones de dólares que la 5G aportará a la economía durante los próximos 15 años. En el último año, la industria móvil contribuyó con el 4,6 por ciento del PBI mundial, y se espera suba hasta el 4,8 por ciento para 2023. Ese es el verdadero potencial de 5G.
El mercado y la regulación deberán acomodarse si se quiere captar esta esta oportunidad. Y entrado “el año de la 5G”, el tiempo se acaba mientras se siguen discutiendo pedidos que ya llevan varios años en la industria y que, por ahora, no parecen tener respuesta.
