Es difícil hacer esta nota sin caer en la tentación de titularla o empezar recordando Crónica de una muerte anunciada, aquella novela de García Marquez. Quizás ésta no sea la primera ni única nota que recuerde al título de García Marquez, pero es que la historia de Nextel, al menos en los últimos años, parece ser el de un esperado final que no acababa nunca de ocurrir.
Justamente, porque fue demasiado anunciada, la salida de Nextel en Brasil —el último bastión de la compañía—, no parece sorprender a casi nadie en la industria. Lejos quedaron los años en que la compañía era uno de los líderes en América Latina con su modelo basado en la red iDEN, su alto ARPU y su enfoque corporativo.
También parecen cada vez más lejanos aquellos años a principios de la década cuando la compañía modernizaba su marca y buscaba hacerse fuerte con la migración de servicios de trunking a 3G/4G a pesar de que, inevitablemente, su negocio terminaría en un proceso de bancarrota. NII Holdings salió de la quierba airoso, pero no sin haber sufrido las consecuencias de desprenderse de, posiblemente, muchas más operaciones de las que había previsto inicialmente. La salida de Brasil, luego de un fallido acuerdo con un operador escandinavo, era un movimiento esperable, pero que no terminaba de ocurrir porque, entonces sí, significaría el final definitivo de Nextel.
América Móvil acaba de anunciar la compra del 100 por ciento de Nextel Telecomunicaciones y sus subsidiarias en Brasil. Son 950 millones de dólares los que desembolsará la compañía mexicana para hacerse de unos 3,3 millones de clientes en redes 3G y 4G, torres y espectro en 1900/2100 MHz, 1800 MHz y 800 MHz, lo que le permitirá mejorar su servicio en las principales ciudades del país, particularmente en San Pablo y Río de Janeiro. Esta es la segunda adquisición que realiza América Móvil en América Latina durante este 2019, luego de comprar dos filiales de Telefónica en Centroamérica.
En términos de competencia, la jugada no mueve la balanza: la adquisición de Nextel le sumará aproximadamente un uno por ciento de mercado, manteniendo el segundo lugar detrás de Vivo (Telefónica) y por encima de TIM (Telecom Italia). Incluso, de acuerdo con Teletime, un análisis anterior de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) sugería que quien comprara Nextel no tendría que devolver espectro ya que ningún operador presente en el mercado se pasaría del límite previsto —de todas formas, con el acuerdo sobre la mesa, es un tema que el regulador deberá revisar—.
El momento temporal no es casual. Por un lado, Claro logra hacerse de un operador que ya ha apagado su red iDEN, por lo que podrá migrar a sus clientes de forma mucho más fácil y sin preocuparse de tener que mantener una red de trunking obsoleta para sólo unos pocos clientes —en algunos países dónde Nextel se vendió sin apagar la red iDEN, aún quedan usuarios en esa tecnología—. Por otro lado, la jugada aparece luego de que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) decidiera aumentar los topes de espectro, en una acción que la industria leyó como el puntapié inicial para la consolidación del sector.
Es sabido que Brasil tiene en marcha un proceso de consolidación que, por cuestiones regulatorias, económicas y de coyuntura, entre otros, no se ha podido efectivizar. Quizás la adquisición de Nextel pueda ser la primera señal de que comienzan a destrabarse las barreras —el cambio en términos de espectro parece haber sido importante en esta transacción— y pueda alcanzarse una consolidación aún mayor, tan esperada por los propios operadores del país. En términos regulatorios, si bien todavía faltan conocerse las opiniones de las autoridades de Defensa de la Competencia, no se esperan demasiados inconvenientes con la adquisición de Nextel por parte de América Móvil, pero no podemos decir lo mismo de transacciones aún mayores que se están analizando y dejarían a un mercado concentrado en tres operadores nacionales.
Con este anuncio, NII Holdings se desprende del 70 por ciento de su participación en Brasil mientras que AI Brazil lo hace del 30 por ciento restante, por lo que América Móvil quedará como única propietaria de Nextel. La operación, además de espectro y sitios, le aportará a Claro ingresos por 2.248 millones de reales (589 millones de dólares) y un Oibda de 89 millones de reales (23,3 millones de dólares), según las cifras presentadas por NII Holdings en el último reporte de resultados de 2018. El último año fue un año de crecimiento para Nextel, luego de la pérdida registrada el año anterior. El ARPU se situó en 14 dólares y el churn en 2,62 por ciento.
La venta de Nextel Brasil supone el fin de la historia de NII Holdings como operador de servicios de radio y telecomunicaciones móviles. Brasil era la única operación que aún mantenía activo el operador luego de haber vendido, paulatinamente, las operaciones de Chile, Perú, México y Argentina. Según las palabras del director de Finanzas de NII Holdings en el comunicado hacia los accionistas, el acuerdo con América Móvil “es la mejor oportunidad para monetizar nuestros activos” y “atraer capital para financiar las operaciones de negocio, servicios de deuda y gastos de capital necesarios para mantenerse competitivos en el futuro”.
No queda claro qué significa para su CFO “mantenerse competitivo en el futuro”, pero sí queda claro que el sueño de una nueva Nextel basada en tecnologías móviles se ha esfumado. Junto con la transacción, el directorio de NII Holdings aprobó un plan para disolver y liquidar la compañía una vez que se cierre la transacción.
