Identidad financiera: un modelo en el que todos ganan pero que no logra despegar

En América Latina y el Caribe son 205 millones de usuarios adultos no bancarizados, que representan el 43 por ciento de la población adulta de la región. Incluirlos en el mercado financiero agregaría unos 68.000 millones de dólares adicionales al producto interno bruto de la región (PBI), de acuerdo con un reciente informe realizado por Oxford Economics para Juvo. La cifra equivale a un aumento promedio en el PBI de 108 dólares por persona y del 16 por ciento en los depósitos financieros para la región.

Uno podría decir que, en principio, los números que arriba se mencionan podrían interesarle más al mercado financiero que al de las telecomunicaciones pero lo cierto es que ambos espacios parecen empezar, tímidamente, a confluir —y sino veamos las estrategias de Orange o Telefónica en banca—.

El reporte global de Oxford Economics identificó a tres países con más potencialidades de incluir más cantidad de personas no bancarizadas: México (que podría alcanzar un aumento del PBI de 31.000 millones dólares), Brasil (9.000 millones de dólares) y Argentina (8.000 millones de dólares).

El 25 por ciento de los adultos no bancarizados, indica Oxford Economics, no cuentan con un perfil financiero, por lo que las empresas tradicionales no son capaces de ofrecerle sus servicios. Dentro de este porcentaje, una buena parte de ellos cuentan con un dispositivo móvil, aunque sea prepago, lo que permite empezar a generar un perfil de usuario. “Empezar por lo más básico”, señalaba Juvo en junio durante el M360 América Latina como estrategia para los operadores que quieran empezar a entrar en este negocio; empezar desde lo más simple para después ir escalando a servicios más avanzados.

Oxford Economics calcula que el mercado financiero podría agregar al menos 54 millones de personas no bancarizadas tendrían la oportunidad de abrir una nueva cuenta bancaria. Sin embargo, para ello, es necesario contar con un perfil de cliente. Y los operadores podrían ser ese eslabón que conecte a usuarios no bancarizados —pero capaces de acceder a ciertos servicios— con la banca, ofreciendo un perfil financiero en base a las recargas de tiempo de aire que realizan estos suscriptores. “Basados en su comportamiento de pagos, los consumidores desarrollan gradualmente transacciones más grandes y luego acceden a otros servicios financieros, a través de asociaciones entre operadores, proveedores de servicios financieros y comerciantes”, indica un comunicado de Juvo.

Esta posibilidad de gestionar identidades financieras no es nueva y, de hecho, Juvo comenzó a ofrecer los servicios hace algunos años aunque tomó fuerza hace solo tres años, cuando recibió un fuerte apoyo inversor de Samsung.

Los números que aparecen detrás el concepto de identidad financiera como servicio son esperanzadores y muestran un modelo en el que todos ganan: los usuarios —que acceden a mejores servicios y a menor costo—, los operadores móviles —que encuentran una nueva oportunidad de generar ingresos— y la banca —que logra capturar nuevos mercados—.

Para los operadores, ser los guardianes de la identidad —aunque no sea sólo financiera— es una idea no demasiado novedosa e incluso aparece como uno de los principales espacios de crecimiento para los próximos años. Sin embargo, cuando hablamos de identidades, y especialmente financieras, estamos hablando de un mercado que, a priori no parece lo suficientemente jugoso en ingresos.

54 millones de personas adicionales en el sistema bancario puede ofrecer mucho valor para el mercado financiero una pequeña parte para el operador de telecomunicaciones —que además ya están ofreciendo servicios a esos clientes— por lo que no es un proyecto al que se le suela prestar demasiada atención. El desafío estará en poder crear las condiciones para que esos usuarios, luego de ser bancarizados, puedan consumir nuevos servicios del operador. Hasta que los operadores no vean esa oportunidad como algo real, será difícil que esto escale en las dimensiones que los estudios demuestran.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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