Un nuevo competidor se suma al cada vez más poblado mundo de OTTs. A los lanzamientos oficializados en la última mitad del año pasado, en este 2020 se agregará otro: Peacock, de Comcast. Llegará al mercado el 15 de abril para clientes actuales y al resto de Estados Unidos tres meses más tarde, justo antes de que inicien los Juegos Olímpicos de Verano, que serán transmitidos por NBCUniversal.
La receta varía de la que han utilizado los que todavía permanecen en el mercado pues la plataforma tendrá tres variables y una de ellas es gratuita pero respaldada por anuncios. La idea no es nueva, pues la supo usar Crackle, que ya no funciona como OTT, en sus inicios. Habrá una segunda versión con más programación por 4,99 dólares y un nivel sin anuncios por 9,99 dólares, indicó iProfesional.
“Ya vemos una creciente sensibilidad de los precios al clientes y solo empeorará durante la recesión económica”, indicó el presidente de NBCUniversal, Steve Burke, y añadió que el servicio no tendrá más de cinco minutos de comerciales por hora. El ejecutivo confía en que la firma sumará usuarios en un plazo menor que sus competidores de la mano de su propuesta gratuita y como resultado de que la plataforma podrá nutrirse de la base de Comcast.
El servicio contará con más de 600 películas y 400 series. De la mano de esta estrategia el plan es llegar a entre 30 y 35 millones de cuentas activas para 2024, lo que en el mejor escenario sería igual al 22 por ciento de las que tiene actualmente el líder Netflix. Comcast gastará 2.000 millones de dólares durante los próximos dos años en el servicio de transmisión y espera alcanzar equilibrio financiero en el quinto año.
La llegada de nuevos competidores robustece el mercado de OTTs y le pone ciertas condiciones a quienes deseen participar del juego, que por lo general son grandes jugadores con expertise en el asunto. Casi todos anunciaron inversiones millonarias y la gran mayoría dijo confiar en el contenido original como forma de destacarse sobre el resto pero, al mismo tiempo, trabajaron en mejorar las plataformas de la mano de nuevas herramientas para estar más cerca de los usuarios.
Como contrapunto, los beneficiados de la situación parecen ser los operadores, que con la proliferación de OTTs han cambiado su estado de necesitados por necesarios en las estrategias de las plataformas de este tipo para diferenciarse de sus competidores. Casi todas las empresas del sector cuentan con algún tipo de acuerdo y, por lo general, usan la facturación como arma de seducción al tiempo que se alimentan de contenidos de terceros para mejorar su servicio de TV paga. Lo cierto es que tendrán un nuevo OTT para negociar en el mercado, entonces, y no será el último.
