El Senado chileno aprobó y dejó listo para sanción presidencial el proyecto de roaming automático nacional, lo que significa que las empresas de telecomunicaciones tendrán obligación de compartir sus redes a firmas sin cobertura en determinadas áreas. Ya había pasado por Diputados, que le aplicó algunos cambios, y por la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado. Ahora Sebastián Piñera, que ya se había mostrado a favor de la iniciativa, deberá validarla.
Los alcances y reglas se establecerán en un reglamento posterior pero las autoridades señalaron que alcanzará a 3.200 localidades que “hoy cuentan con conexión precaria”. El proyecto “se convertirá en un movilizador social digital, puesto que ya no existirán amarras geográficas para acceder a la conectividad y los usuarios podrán elegir a la empresa que mejor satisfaga sus necesidades de comunicación”, dijo sobre el tema la subsecretaria Pamela Gidi y comparó el impacto de la medida con la aplicación de la portabilidad numérica.
El texto final indica que los concesionarios de servicios públicos de telecomunicaciones que sean asignatarios de derechos de uso de espectro radioeléctrico deberán permitir el acceso y uso de facilidades a otros concesionarios de servicios públicos o que estén interesados en constituirse como tales, para la operación móvil virtual y de roaming automático. Para ello, añade, deberán formular y mantener actualizadas ofertas de facilidades mayoristas públicas sobre la base de criterios generales, uniformes y transparentes.
La votación se realizó por Zoom, resultando con 39 votos a favor y ninguno en contra. “Si bien con esta iniciativa dimos un paso importante en acortar la brecha digital que viven muchos usuarios, mejorando su conectividad, aún no es suficiente. Por ello seguiremos trabajando en propuestas que lleven más conectividad a todos los rincones del país, como el de Fibra Óptica Nacional y la Fibra Óptica Austral”, agregó la funcionaria que a cada rato que hay un largo listado de pendientes en materia de conectividad en el país.
En las discusiones previas, Entel y Movistar se habían mostrado en contra de la propuesta bajo el argumento de que podría desincentivar las inversiones en telecomunicaciones. Por ello pidieron cambios en su redacción en instancias previas: solicitaron que haya una definición formal de zona aislada y que el documento se sustente sobre regulaciones previamente aprobadas. Desde la filial de Telefónica, por ejemplo, consideraron que la norma puede generar que “empresas oportunistas no construyan sus propias redes y usen la de terceros”.
La iniciativa en Chile es fácilmente comparable con las que se desarrollan en otros países de la región. Argentina, por ejemplo, instó a operadores a aplicar roaming nacional en rutas nacionales y pequeñas localidades. En Brasil, en tanto, el regulador debate con las empresas del sector la aplicación de una norma similar que corra para casi 700 ciudades de hasta 30.000 habitantes que a la fecha cuentan con un único prestador. En Chile, los involucrados celebraron la aprobación de la medida. “La pandemia desnuda aún más las diferencias. Un país que quiere terminar con las asimetrías debe avanzar en este sentido”, indicó la senadora Yasna Provoste.
