Como resulta habitual, los ejecutivos de Oi respondieron consultas a la prensa una vez que se hicieron públicos los resultados de su operación para el primer trimestre del año. El encargado del caso fue el CEO de la compañía, Rodrigo Abreu, que se ocupó de dejar claro que todavía no está descartada la participación de la firma en la próxima subasta de espectro en Brasil.
El punto estaba en duda desde el momento en que la compañía puso a su pata móvil entre los activos de los que podría desprenderse en el marco de su proceso de recuperación judicial. Ahora incluso le puso precio mínimo a esa división, unos 15.000 millones de reales (hoy 2.900 millones de dólares). Sin embargo, dijo Abreu, eso no impide que la empresa obtenga espectro para mejorar su oferta de banda ancha fija con FWA.
“No necesariamente estamos fuera de la licitación. Las frecuencias no sirven solo para el servicio móvil. Hay otros modelos interesantes como FWA”, señaló el ejecutivo en declaraciones tomadas por el portal local TeleSintese. Igualmente deberán revisarse las obligaciones que se pauten para quienes se adjudiquen espectro, agregó no sin antes resaltar que sí está en duda que Oi puje por algunas bandas específicas, como la de 700 MHz.
En el reporte presentado en las últimas horas, la empresa volvió a hacer énfasis en que la fibra óptica es parte central de su estrategia en el corto, mediano y largo plazo. Al momento cuenta con 5,6 millones de hogares pasados y alcanzó 944.000 viviendas conectadas, la gran mayoría del segmento residencial. También indicó que separará su operación en cuatro unidades y repasó que su plan seguirá girando en torno al negocio fijo.