En una ceremonia acomodada a las circunstancias asumieron las nuevas autoridades de la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel). El operador estatal uruguayo tendrá desde ahora al ingeniero Gabriel Gurméndez como presidente y al contador público Roberto Bouvier como vicepresidente. Los nuevos ejecutivos asumieron con el compromiso de ser austeros y eficientes, no sin antes agradecer al jefe de Estado, Luis Lacalle Pou, por la convocatoria.
“Tenemos el mandato de ser estrictos y rigurosos administradores de los recursos públicos y de poner las cuentas en orden. Las empresas públicas deben estar al servicio de los ciudadanos y no al revés. Antel debe ser líder y fuerte en un marco de competencia. Queremos que los clientes nos prefieran porque lo hacemos mejor, porque nos anticipamos a sus necesidades y porque le ofreceremos los productos que quieren”, señaló Gurméndez.
Luego repitió palabras habituales en quienes lideran empresas públicas: eficiencia, transparencia e innovación. El ejecutivo quedó en el cargo en reemplazo de Alejandro Stipanicic, quien fungió como interino una vez que Lacalle Pou aceptó la renuncia del recientemente asumido Guillermo Iglesias. Antes de eso Iglesias presupuestó a 857 trabajadores de Antel que antes cumplían funciones como contratados, lo que desató una fuerte polémica.
Gurméndez, que ya había sido parte del listado en el directorio de la compañía, asume un cargo “caliente”, con el fuego todavía sin apagar y la premisa de mantener el liderazgo de la compañía en todos los segmentos en los que participa. También quedará en sus espaldas cumplir con la ampliación de cobertura de la red local 5G y llevar al 100 por ciento el número de hogares pasados con fibra óptica, entre otros objetivos. El operador goza de buena salud en sus números y es referente regional como firma pública focalizada en telecomunicaciones.