Uruguay avanza en tener todos sus hogares cubiertos con fibra óptica para marzo de 2020

La cobertura de fibra óptica será universal en Uruguay para cuando termine la administración actual, lo que sucederá en marzo de 2020, según aseguró el ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi. A la fecha la tecnología llega al 75 por ciento de los hogares mientras que el 82 por ciento cuenta con servicios de banda ancha fija, agregó sobre el país que hace rato se presenta con índices por encima del resto de la región en el despliegue de esa tecnología.

Las previsiones se ajustan a la realidad o, en otras palabras, son posibles de cumplir como consecuencia de un cúmulo de situaciones que funcionaron a favor del objetivo: se trata de uno de los países más pequeños en superficie de Latinoamérica y cuenta con un operador estatal que ha mezclado negocios con intereses sociales en los despliegues. La Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel) es responsable de prácticamente todos los accesos a banda ancha en el ámbito local.

Ya en 2017 el operador estatal anunciaba a TeleSemana.com haber alcanzado un 70 por ciento de la población con fibra óptica gracias al despliegue de 580.000 kilómetros. Por entonces, resaltaba el ofrecimiento de productos de hasta 150 Mbps a residencias. No ha habido mayores dificultades, más allá de obras frenadas para priorizar otras obras en progreso y la importancia de la mano de obra especializada que fue saneada con capacitación al personal, contaba una de sus representantes.

Según datos actualizados por Fiber Broadband Association (FBA) en 2011 Uruguay tenía una cobertura FTTH/B de 80.000 hogares y el 10 por ciento de ellos contaba con servicio bajo esta tecnología. Era superado en cobertura por Brasil, Argentina y México pero ninguno de ellos alcanzaba ese ratio. En 2013 el país tenía 250.000 abonados sobre 717.000 viviendas cubiertas, contra por ejemplo 490.800 de 3,4 millones en Brasil, 808.000 de 4,2 millones en México o 3.000 de 215.000 en Colombia.

Para 2018 FBA estimó en 660.000 los abonados de fibra óptica en Uruguay, que sería equivalente a casi dos tercios de los 965.000 abonados a banda ancha fija registrados por la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) para junio pasado. Los registros indican de 1,01 millones de hogares pasados, lo que habla de que 65 de cada 100 viviendas alcanzadas cuentan con servicios ofrecidos por fibra óptica. En Brasil el ratio es de 34/100 y en México de 31/100.

A las ventajas de su situación actual Uruguay presenta las que tiene su contexto. “A diferencia de los mercados maduras, que deben ver sus índices de crecimiento desacelerando en los próximos años, Latinoamérica debe vivir un incremento rápido en los años que están por venir”.  El número de suscriptores FTTH/B establecido en 12 millones a finales de 2018 podría sobrepasar los 30 millones en 2022, dice FBA en su último informe. En cobertura, el estudio señala que el año pasado la región terminó con 40 millones de hogares alcanzados por la tecnología.

Las proyecciones de Uruguay, que hace poco obligó a preguntarnos cuánto es mucho o poco en el despliegue de 5G por su lanzamiento comercial limitado, parecen en sintonía con una región en la que autoridades y operadores parecen tener claro que la fibra es la herramienta correcta para muchos de los objetivos en materia de conectividad. Con números mejores que el resto ahora deberá avanzar en sitios menos densos y así poder cumplir con las expectativas que son una promesa de gobierno pero, a la vez, una cuestión de Estado.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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