La información presentada por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) permite indicar que el crecimiento en fibra óptica es lo que mantuvo hacia arriba la flecha de accesos a banda ancha en Brasil y que mucho tuvieron que ver en esto los pequeños prestadores, pues su participación sobre la base total creció 5,3 puntos en el último año. El resto de los servicios se mantuvieron a la baja con variaciones, en algún caso, por encima del 10 por ciento interanual.
Quizás el contexto funcionó en contra del desarrollo habitual del mercado, pues el apartado de Internet fijo tuvo un crecimiento menor a lo usual en cantidad de accesos en los 12 meses con cierre a junio de 2020. Brasil cerró el primer semestre con 33,9 millones de abonados a banda ancha fija, lo que significa un 4,8 por ciento más que hace un año o 1,5 millones de altas en el período. En igual comparación anterior, la suba había sido de 6,4 por ciento y un año antes de 9,4 por ciento.
Mejoró, en términos generales, la velocidad de acceso y ahora más de la mitad de los hogares navega a más de 34 Mbps. La penetración del servicio es actualmente del 48,8 por ciento frente al 46,6 por ciento de hace un año. De todas formas, se mantienen las fuertes diferencias entre las unidades federativas, con pico de 72,9 por ciento en el Distrito Federal y 72,1 por ciento en Santa Catarina y apenas un 32 por ciento en sitios como Rondonia o Paraíba.
La fibra óptica sostuvo el crecimiento en banda ancha porque fue la única forma de acceso que presentó variación positiva. De hecho la tecnología pasó a ser la primera responsable, con una cuota de 38,6 por ciento frente al 24,3 por ciento informado un año antes. El cable coaxial pasó a representar el 28,4 por ciento y la tercera ubicación quedó para cables mecánicos, con un 25,3 por ciento. El resto se dividió entre accesos satelitales y otros.
No hubo mayores cambios en la composición del mercado de Internet en los últimos meses aunque las tres empresas con más clientes perdieron participación. Claro ahora cuenta con el 28,7 por ciento frente al 29,4 por ciento de antes, Vivo cayó de 22,8 por ciento a 19,7 por ciento y Oi perdió tres puntos hasta 14,7 por ciento. Le siguen a ellos Algar Telecom, TIM, Brisanet y un largo listado de pequeños proveedores que treparon hasta el 31,7 por ciento del mercado.
En telefonía móvil la baja fue de 1,4 por ciento interanual hasta 225,1 millones de líneas, de las cuales el 70,6 por ciento es 4G. La modalidad prepago sigue liderando con participación de 50,7 por ciento aunque se espera que en los próximos meses la proporción cambie hasta dejar al pospago como mayoría. En este mercado se destaca la reciente compra de Nextel por parte de Claro y la expectativa por en manos de quién o quiénes quedará la pata móvil de Oi.
La telefonía fija sigue en Brasil el mismo patrón que en el mundo, en esta oportunidad con una baja interanual de 11,8 por ciento hasta 31,4 millones de líneas. La densidad del servicio es de 45,2 por ciento sobre habitantes. Oi perdió mercado y Vivo y Claro quedaron a un paso del liderazgo. El primero cuenta con una cuota del 30,9 por ciento, el segundo con el 30,8 por ciento y la filial local de América Móvil con el 29,3 por ciento, entre otros.
La televisión paga también presentó caída, en su caso de 9,8 por ciento interanual al primer semestre. Ahora son 15,2 millones los suscriptores, lo que significa una penetración sobre viviendas del 21,8 por ciento. DTH sigue siendo la principal tecnología de acceso pero ahora su participación cayó de 52,7 por ciento hasta 49,6 por ciento. El podio se mantuvo sin cambios: Claro primero (48,6 por ciento), AT&T/Sky segundo (30,2 por ciento) y Oi tercero (9,4 por ciento), entre otros.
