Oi informó a sus accionistas el lanzamiento de un plan de incentivo de salidas, con el ojo puesto en reducir un 15 por ciento su nómina de empleados. La idea es reducir 2.000 puestos de trabajo en consonancia con el plan estratégico de la compañía y la necesidad de “readecuación organizativa” en el marco de su recuperación judicial.
Los colaborados que adhieran al plan tendrán derecho a condiciones diferenciadas que incluyen acuerdos de naturaleza indemnizatoria en función del tiempo trabajado en la empresa, extensión de beneficios médicos y seguro de vida, entre otros.
En un punteo de objetivos concretos en su plan de recuperación, la firma enumeró: buscar sustentabilidad, acelerar el desarrollo de inversiones, simplificar procesos de gestión, promover la productividad y agilidad en la toma de decisiones y seguir una tendencia hacia modelos trasversales, multidisciplinarios, utilizando una metodología ágil y estructuras más horizontales.
El año pasado también Telefónica llevó a cabo un plan similar de bajas voluntarias, con objetivo de “ahorrar 220 millones de euros anuales desde 2021”. En este caso, la delicada situación de Oi la obliga a tomar decisiones urgentes mientras alista la venta de buena parte de sus divisiones para concentrarse en fibra óptica.