Números rojos, menos clientes y el impacto del covid-19 agudizan la situación de la estatal Hondutel

El análisis de los números del segundo trimestre da más argumentos a quienes son pesimistas sobre el futuro de la hondureña de telecomunicaciones Hondutel. A las cifras rojas ya presentadas se agrega una baja constante en el número de usuarios y un contexto adverso que tiñe de oscuridad un eventual camino hacia la recuperación. Se buscan salidas desde 2013 pero el tiempo solo funciono para agudizar la delicada situación de la estatal.

Un breve repaso por los números del período enero- junio dan cuenta del contexto. Los ingresos de la empresa sumaron 613,1 millones de lempiras (24,3 millones de dólares), 16 por ciento menos en la comparación interanual, mientras que los gastos cayeron un 12 por ciento hasta 727,3 millones de lempiras (28,8 millones de dólares). El acumulado de pérdidas da 700 millones de lempiras (28,4 millones de dólares), indicó el portal La Prensa.

Los datos ya habían sido expuestos por la estatal pero ahora se conocieron las cifras de usuarios, con tendencia a la baja. A marzo, el operador contaba con 10.000 suscriptores móviles, una cifra que lo deja con participación por debajo del 0,2 por ciento en un mercado compuesto por 7,4 millones de líneas. En tanto, cuenta con apenas 23.000 abonados de Internet y unas 345.000 líneas fijas, el 66 por ciento del total registrado.

La compañía, creada en 1976 para “regular la tecnificación, modernización y expansión del sistema de telecomunicaciones y lograr rentabilidad acorde con el incremento de los servicios” pierde ahora unas 10.500 líneas fijas por año, por lo que deja de percibir unas 14 millones de lempiras cada 12 meses. Con esto pierde participación en un mercado, además, cada vez más pequeño por la migración hacia la telefonía móvil.

En 2013 se publicó en el Diario Oficial una serie de medidas con el ojo puesto en mejorar el salario de los trabajadores de la estatal. Dos años después las autoridades de la empresa hablaron de inversiones para fortalecer el servicio de telefonía móvil y banda ancha y empezó a pensar en 4G. En paralelo se puso en marcha un plan de austeridad que funcionó un tiempo y luego se transformó en pesadilla por juicios y demandas laborales que significaron pérdidas millonarias.

El sindicato de trabajadores de la compañía sostiene que hace al menos tres años mantienen reuniones con el gobierno para sanear las finanzas de la empresa. Ahora se habla de un nuevo plan, distinto al valuado en 100 millones de dólares, que tiene como objetivo que Hondutel sea el encargado de llevar Internet a escuelas y otros sitios públicos y, de esa forma, gane músculo para luego poder robustecer los servicios que ofrece.

Lo cierto es que el contexto empeoró la situación de la compañía, que ya venía golpeada desde todos los puntos de vista posibles. Desde dentro niegan la posibilidad de que pase a manos de privados o se de a terceros su administración para revertir su situación pero las malas nuevas y la dificultad general de las estatales para competir en telecomunicaciones parecen arrojar un mal diagnóstico para el futuro de Hondutel, que busca soluciones sin éxito hace al menos siete años.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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