Oi anunció el resultado de la licitación de dos de los cinco segmentos de los que finalmente se desprenderá para cumplir con objetivos financieros en su contexto del proceso de recuperación judicial. Highline, que en los últimos días adquirió Phoenix Tower do Brasil, se quedó con su unidad de torres y la unidad de data centers quedó en manos de Titan Venture, subsidiaria de Piemonte.
Para la adquisición de la UPI de torres hubo una única propuesta y fue la de Highline, que ya tenía acuerdo previo y el beneficio de equiparar cualquier otra oferta que se presente. La adjudicación se concretó por 1.066 millones de reales (200 millones de dólares) a ser pagado en dinero. No participó, a pesar de haberse mostrado interesado en la previa, Patria Investimentos.
Piemonte, en tanto, se quedó con la unidad de data centers. Ofertó 325 millones de reales (61 millones de dólares), que deberá abonar el 75 por ciento en efectivo y el resto en cuotas. En ambos casos la transferencia está sujeta al cumplimiento de las condiciones y la aprobación de compra y venta por parte del Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade).
De esta forma, el operador brasileño parece haber cumplido parcialmente con su deseo de obtener el dinero antes de fin de año para hacer frente a los desafíos que presenta el mercado. En el tercer trimestre, la compañía redujo 54 por ciento sus pérdidas hasta 2.368 millones de dólares (487,2 millones de dólares). Sus ingresos, en tanto, cayeron casi seis por ciento en la comparación hasta 4.706 millones de reales (869 millones de dólares).
El camino que sigue para Oi es el desprendimiento de otras tres unidades de negocio: la de fibra óptica, para la que hay distintos interesados; la de DTH y la móvil. En esta última son sus competidores Vivo, Claro y TIM quienes tienen una oferta conjunta con beneficios de igualar otra propuesta. A pesar del apuro de las partes, se estima que esta operación no se convierta en un hecho hasta la segunda mitad de 2021.
