El Tribunal de Justicia de Río de Janeiro autorizó a Oi la venta directa de siete inmuebles por un valor estimado en 24,4 millones de reales (4,6 millones de dólares). El desprendimiento de activos es una de las estrategias que tomó el operador en el marco de su recuperación judicial. En 2018 la compañía había advertido que estaba en condiciones de desprenderse de más de 200 inmuebles.
La empresa había pedido autorización para la venta directa, sin competencia, bajo el argumento de que recibió propuestas por sus activos y esas ofertas estaban por encima del valor del mercado. El juez Fernando Viana también lo interpretó de esa forma en su decisión, en la que consideró “innegable” que esta forma de desprendimiento será más productiva para la empresa y también más rápida, indicó el portal local Teletime.
En la lista de activos aparecen los siguientes inmuebles: el ubicado Av. Marginal da Rodovia BR101, en San José, por 12 millones de reales (2,2 millones de dólares); uno en Curitiva, por ocho millones de reales (1,5 millones de dólares); otro en Nova Friburgo por 1,1 millones de reales (207.000 dólares); uno más en Maringá por 1,7 millones de reales (321.000 dólares) y otros en Três Lagoas y en Curitiva por el resto del valor.
También en el marco de su recuperación judicial el operador brasileño acaba de vender su segmento de torres y de data centers. Una vez superadas las instancias regulatorias, el primero quedará en manos de Highline por unos 1.060 millones de reales (200 millones de dólares), y el segundo para Piamonte por unos 325 millones de reales (61 millones de dólares). En tanto, se desprenderá también del apartado móvil, de DTH y de fibra óptica.
