Brasil se mueve en un juego de luces y sombras. Mientras el mercado de banda ancha y televisión paga registraron caídas en febrero, el de móviles creció. En medio de estos números, el protagonista de las noticias de esta semana en ese país, Oi, decidió entregar velocidades de 1 Gbps a todos sus clientes.
En un contexto donde la pandemia golpea de lleno en América latina, con Brasil a la cabeza en cantidad de contagios, las conexiones a banda ancha fija volvieron a caer en febrero y se ubicaron en los 35,7 millones de conexiones, un 1,4 por ciento menos que lo registrado en enero pasado. Los que más perdieron en este escenario fueron los pequeños proveedores de Internet que resignaron más de 306.000 abonados, muy por encima de lo que soportaron las compañías más grandes al resignar algo más de 211.000 contratos.
Así, el mercado de banda ancha de Brasil llegó a los 24,8 millones de accesos cuya velocidad promedio se ubica por encima de los 34 Mbps. Este es un dato que se retomará más adelante en este artículo.
La tecnología predominante es la fibra óptica, presente en 16,8 millones de conexiones, mientras las restantes se dividen entre coaxil (9,4 millones), cobre (5,9 mllones), satélite (309.000) y LTE fijo, con algo más de 200.000 abonados, de acuerdo a los datos de Anatel.
Claro es el líder del sector, con 9,5 millones de clientes; seguido por Vivo, con 6,3 millones; Oi, que cuenta 5,1 millones y TIM que alcanzó 661.000 contratos.
La TV paga también sufrió un traspié en febrero, al totalizar 14,5 millones de accesos, un punto por ciento menos que en el mes anterior pero que acumuló una caída del 5,2 por ciento en la comparación interanual. En la región centro-oeste es donde el segmento más se contrajo al caer 12,4 por ciento en un año.
La televisión paga por satélite continúa dominando el mercado, con 7,1 millones de abonados, seguida por el coaxil, con 6 millones de clientes. La fibra óptica apenas alcanza a 1,2 millón de accesos.
Claro es la dominante, también en este caso, con 6,8 millones de contratos, Sky/ATT la sigue con 4,3 millones, mientras Oi y Vivo acumulan 1,7 millón y 1,2 millón respectivamente.
Como contracara de esta situación, la telefonía, en sus versiones fija y móvil, avanzó en febrero respecto de enero. Y aquí viene la aclaración: si bien la fija creció en febrero un 4,1 por ciento, en la comparación interanual se redujo un siete por ciento. En total, hay 30,5 millones de líneas fijas en las que el cobre continúa siendo la tecnología predominante, con más de 16 millones de clientes, pero la fibra óptica ya se ubica en segundo lugar, con 7,5 millones de conexiones por encima del coaxil, que alcanza a 1,5 millón de clientes; y 1,3 millón se mantiene aún en radio.
Oi domina este segmento con 9,4 millones de clientes, Telefónica y Claro, a su vez, cuentan con 8,9 millones cada una; mientras que Algar posee 1,2 millón y TIM superó los 905.000 clientes.
¿Qué pasó con la telefonía móvil? Creció un uno por ciento entre enero y febrero de 2021 aunque en la interanual avanzó 5,3 por ciento, hasta los 238,4 millones de líneas, experimentando el ascenso más importante de todo el mercado. De ese total, 211,8 millones correspondieron a banda ancha móvil.
Vivo es el líder del mercado, con 79,3 millones de líneas activas, seguido por Claro, con 65,2 millones; TIM, que totalizó los 51,7 millones y superó a Oi que, en el marco de su estrategia de venta de activos, sumó 37,7 millones de clientes. Las pequeñas operadoras móviles fueron las únicas que sufrieron en este mercado pues alcanzaron 4,4 millones de líneas en febrero contra 7,2 millones que habían registrado en enero. Es decir, perdieron casi la mitad de sus clientes.
¿Qué están mostrando todos estos números?
Por un lado, una situación de mercado que viene mostrando antecedentes tal como es la caída del servicio de TV paga en este país, cuya tendencia señala que esto continuará hasta 2022 para, a partir de entonces, volver a repuntar.
Las preguntas que surgen, en el mientras tanto, es si ese servicio de televisión paga robustecido a futuro se montará a la banda ancha fija o a las redes móviles. Sólo es posible especular que esto sucederá en la medida en que continúen expandiéndose las redes de banda ancha fija y se avance hacia 5G. Ambas prometen retroalimentarse de manera virtuosa.
Por otro lado, este mismo jueves Oi anunció que su oferta de banda ancha fija para todo el país será de 1 Gbps a partir de ahora, tanto para clientes residenciales como empresariales. Es decir, una velocidad que está muy por encima de los 34 Mbps promedio al que acceden los brasileños.
Con esta estrategia, este operador manifestó la intención de hacer crecer su servicio de fibra óptica a partir de combos que incluirán telefonía fija con servicio de conectividad Wi-Fi Up y streaming de contenidos de Oi Play a un costo mensual de 88 dólares que, en caso de agregarle la TV paga, asciende a unos 124 dólares.
Lógicamente, que haya comenzado a ofrecer este producto no quiere decir que abandone los anteriores, que oscilaban entre los 17 y los 24 dólares por velocidades de 200 Mbps y 400 Mbps respectivamente. En todos los casos mencionados se trata de valores que aplican a servicios con abono.
El anuncio de Oi se produjo en la misma semana en que logró desprenderse de parte de InfraCo, el negocio de fibra óptica que quedará en manos de BTG Pactual y Globenet. Movimiento que se suma a otros que vienen dándose en el segmento de torreras, del que también la incumbente se desprendió hace unos meses atrás.
La estrategia de Oi, sin embargo, no deja de ser osada en un mercado que retrocede en TV paga y en banda ancha fija pues parece esquivar lo coyuntural. En este punto no puede dejar de considerarse el impacto que la pandemia está produciendo en la economía de este país.
En 2020 el PBI de Brasil se contrajo un 4,1 por ciento representando el mayor derrumbe registrado en los últimos 30 años, y que impactó principalmente en la industria, la inversión y el consumo, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Justamente, el consumo fue el más castigado al caer un 5,5 por ciento en el año que se fue. Es posible que parte de la baja de los servicios se deba más a esta situación que a otra cosa.
No obstante, esta situación coyuntural no puede soslayarse y la previsión hacia adelante es que tanto los mercados de TV paga como los de banda ancha se recuperen y vuelvan a tomar bríos. Para ese entonces es que se están preparando las compañías del sector y las movidas de Oi parecen ir en esa dirección.
