Cada vez más dueñas de la infraestructura, ¿hasta dónde llegará el negocio de las torreras?

Telefónica ya se desprendió de sus torres. Lo mismo hizo Oi en Brasil. Por el mismo camino va América Móvil. La lista es larga. Los operadores se sacan de encima la infraestructura y ya no es algo que sorprende. Las torreras, concebidas como compañías que toman el control de enormes estructuras de hierro, postes y cables y los mantienen en forma, empiezan a mostrar otros movimientos, mucho más sofisticados, que las corren de ese lugar de sólo gestoras de armatoste. ¿En qué se convertirán a medida que evoluciona la industria?

Hasta ahora, el negocio de las torreras venía concentrado en la gestión de la infraestructura de las operadoras de telecomunicaciones en un esquema que resultaba conveniente para ambas partes. Pero en los últimos tiempos se conocieron casos que hablan de una evolución del negocio de torres que avanza hacia lugares que jamás se hubiera imaginado que las operadoras dejarían en manos de un tercero, tal como es la gestión de la RAN o, más allá aún, del mismo espectro.

Hace unos días, un artículo en Lightreading dio cuenta de los cambios que se están produciendo en los Estados Unidos donde hay casos de carriers que sólo hacen un “pago por uso” de la infraestructura. Si bien ya es conocido que AT&T y Verizon alquilan espacio a los dueños de torres para brindar sus servicios, hacia adelante podrían rentar también sus radios y antenas 5G. Los escenarios de despliegue masivo que anticipa esta tecnología para la próxima década son los que hacen pensar en estas nuevas posibilidades de negocio.

En estos escenarios que se abren hacia adelante también se advierten otras cuestiones. Para que esos “fierros” rindan y el “pago por uso” sea un modelo comercial que funcione las torreras también tienen que ganar en eficiencias. Esto trae aparejado un cambio en el juego de relaciones con los vendors. Ya no son las telcos las que tienen el vínculo con su proveedor de equipamiento para gestionar su RAN sino la torrera a cargo de esa tarea la que toma esa relación en función de su cada vez más demandada tarea.

Esta nueva modalidad de “infraestructura como servicio” para las operadoras también está generando los primeros casos de gestión de espectro en 3,5 GHz CBRS (Citizen Broadband Radio Services) en los Estados Unidos, en donde los operadores de cable buscan reducir sus costos de MVNO en las grandes áreas.

Si bien esto es incipiente, torreras y prestadores parecen estar indagando en nuevos modelos. El tema, se asegura, está sobre la mesa de todos los participantes de la industria. Comenzaron por la gestión de las torres, muchas siguen por el camino de la fibra y, ahora, aparece también la posibilidad de gestionar el espectro.

¿En qué se están convirtiendo las torreras? O, mejor dicho, ¿en qué se convertirán cuando madure el mercado en el que operan o cuando se vean obligadas a buscar nuevas fuentes de ingresos? ¿En aliadas o en competidoras de las operadoras de telecomunicaciones?

Las preguntas surgen a partir de los casos que comienzan a conocerse. Crown Castle, uno de los tres principales operadores de torres de Estados Unidos, ya opera una red inalámbrica dentro de un rascacielos en la ciudad de Nueva York. Se trata de una red privada con capacidad para 5G que se ejecuta en la banda de espectro CBRS de 3,5 GHz sin licencia y gestiona operaciones del edificio inteligente, como la calidad del aire interior, el tránsito de personas y los tiempos de espera en los ascensores. Es decir, una solución de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).

El pago por uso de cualquier cosa que las telcos ejecuten en relación con las torreras ¿está dando lugar a un nuevo jugador dentro de la industria o a un nuevo tipo de operador de telecomunicaciones? ¿Y hasta dónde será su alcance? ¿Será distinto en un país u otro o dependerá, más que nada, del ARPU que la operadora tenga en cada mercado para tomar la decisión de entregar más o menos en materia de infraestructura? ¿Se trata de una evolución vinculada estrictamente con los despliegues que exigirá 5G o bien podría aplicar a un nuevo modelo que también funcione sobre 4G?

La distintas empresas de la industria vienen discutiendo desde hace tiempo cómo desarrollar un modelo sostenible de despliegue de infraestructura. De fondo está tanto 5G y la promesa del impacto en los aparatos productivos como también la necesidad actual de conectar a los no conectados y cerrar la brecha digital, con fibra óptica, 4G y demás tecnologías que puedan jugar con ellas. En definitiva, valerse de la infraestructura existente y ofrecerla a partir de modelos que resulten beneficiosos para todas las partes. Quienes provean infraestructura digital parecen estar asegurándose un futuro promisorio.

Hoy las torreras son las dueñas de los fierros. Pero también muestran capacidad de transformación. No es posible saber hoy hasta dónde llegará esa mutación como tampoco qué impacto terminará teniendo en el mediano y largo plazo en su relación con las operadoras de telecomunicaciones. Pero bien vale estar atentos a los movimientos que se producen en el mercado.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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