El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut) de México, sigue generando interrogantes, enojos y más que lluvias, tormentas de amparos judiciales; sobre todo, luego del secuestro cibernético de información que sufrió Pronósticos Deportivos de la Lotería Nacional (Lotenal) de aquel país. Ahora, la pregunta que más se oye por esto días gira en torno a qué nivel de protección de datos (personales y biométricos) se puede garantizar en este contexto.
Sucede que, en este paisaje, hay varias aristas en simultáneo que sólo agregan condimentos al escenario de conflicto. Por un lado, el último día de mayo fue también la última posibilidad de anteponer un amparo a la exigencia masiva de enviar datos personales y biométricos de la totalidad de los usuarios celulares y dar cuerpo al padrón.
La intención del Estado mexicano era tener un padrón con todos los datos posibles de todos los usuarios celulares, fueran prepagos o pospagos, con el afán de enfrentar a la delincuencia. Y avanzó en su creación por medio de la sanción de un decreto que no hizo más que generar controversias.
La foto de que mejor representa esas jornadas es la de interminables filas de gente con cientos o miles de amparos en contra del registro. “Hoy tenemos varios de los derechos fundamentales de más de 80 millones de personas en manos de una autoridad que cuenta con un escudo anti-suspensión pensado para otro propósito” dijo Irene Levy, residenta del Observatorio de las Telecomunicaciones de Mexico (Observatel) en una nota de opinión publicada en el medio local El Universal y sentenció que su concreción “podría producir daños irreparables”.
A ese mundo de expedientes se había sumado la controversia constitucional que hace pocos días había elevado el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para reclamar por la obligatoriedad de crear el padrón y financiarlo.
Y como si todo eso fuera poco, el ataque sufrido por Lotenal no hizo más que profundizar los reclamos, a raíz de que un ransomware conocido con el nombre de Avaddon exige el pago de un rescate económico de 40 mil dólares en un plazo máximo de diez días a cambio de un código de seguridad… y el reloj corre desde el jueves de la semana pasada.
Recién este lunes Lotenal admitió que hace dos semanas sufrió el ataque que involucró la sustracción de información del área administrativa, y que inició un plan de actualización de sus sistemas; al tiempo que, según trascendió en diversos medios, los ciberdelincuentes admitieron tener todos los contratos y acuerdos de 2009 a 2021.
El escenario no es el mejor. La organización civil Causa en Común, que hace tres semanas había admitido la recepción de más de 6.500 solicitudes de usuarios para unirse a una demanda de amparo colectivo, realizó el foro virtual “Por qué y cómo cuidar los datos biométricos en México” para pensar el tema junto a especialistas.
En ese marco , Luis Pérez de Acha, experto en derecho constitucional, sostuvo que México no cuenta con una política digital nacional y que si bien otros organismos, como las instituciones bancarias poseen mecanismos de obtención de datos biométricos, “no se compara con el impacto de contar con los datos de 126 millones de líneas telefónicas, prácticamente a toda la población mexicana”.
El debate se complejiza a diario. Resta ver qué pasará con las lineas celulares de aquellos que no interpusieron un recurso y que tampoco enviaron sus datos, estimados en un tercio del total de usuarios del servicio ¿serán eliminadas como se había anunciado?.
