¿La política vs. lo técnico? Las razones que llevaron a Pamela Gidi a dejar la Subtel en Chile

Para entender la salida de la, ahora, ex subsecretaria de Telecomunicaciones de Chile, Pamela Gidi, hay que remontarse al 14 de octubre de 2019 cuando estudiantes de la secundaria y de la universidad decidieron evadir de manera masiva el boleto del Metro de Santiago que, desde ese día, aumentaría. Esa protesta generó un estallido social como no se había visto en este país desde el retorno de la democracia. Esa crisis provocó que todos los ministros del gabinete del presidente Sebastián Piñera renunciaran aunque hubo una excepción, la de Gloria Hutt, a cargo de Transporte y Comunicaciones.

Esto explica, en parte, el desenlace que hubo en el área de telecomunicaciones de ese ministerio la semana pasada. No pasó mucho tiempo en superar esa crisis para que Chile entrara unos meses después a otra totalmente distinta, generada por la pandemia, y en sintonía con el resto del mundo. Aún en este contexto, este país se convirtió en el primero de América del Sur en avanzar hacia 5G, proceso que se puso en marcha de manera efectiva en agosto de 2020 para finalizar a principios de este 2021 con las adjudicaciones de espectro. Este avance, que tan bien posicionó al país en materia de telecomunicaciones en la región parece haber sido la profundización de una serie de desencuentros que fueron creciendo en nivel de tensión.

Antes de seguir, recordemos lo que sucedió la semana. El miércoles por la tarde el gobierno de Chile informó a través de un comunicado que aceptó la renuncia presentada por Pamela Gidi, subsecretaria de Telecomunicaciones de ese país, que hasta el martes había formando parte de los anuncios que, en materia de conectividad, se había realizado ese día y que se venían realizando prácticamente todas las semanas.

En ese escueto comunicado, el gobierno también informó que le sucedería Francisco Moreno Guzmán quien fuera subsecretario de Hacienda entre marzo de 2018 hasta noviembre de 2020.

En las redes sociales, la única que se pronunció al respecto fue Gloria Hutt quien agradeció a Gidi “por su aporte y dedicación durante más de tres años”, además de darle la bienvenida al nuevo subsecretario a quien le auguró “seguir trabajando por un país más conectado”.

Tras conocerse esta situación, los medios chilenos aludieron a los desencuentros entre ambas, materializado en los pedidos de renuncia que le pidiera Gidi a dos funcionarios, y en la injerencia que Hutt tomara en telecomunicaciones como nunca había sucedido en el país.

¿Qué pasó en la Superintendencia de Telecomunicaciones? Una serie de eventos desafortunados, cuestionamientos a la gestión y a determinados funcionarios, además de una guerra de egos, parecen haberse combinado de tal manera que terminaron precipitando una decisión a sólo ocho meses de que Piñera y su equipo finalicen su mandato.

Podría decirse, en principio, que Gidi asumió con el pie izquierdo. Las funcionarios de la Subtel que más conocían sobre el sector se jubilaron casi en paralelo al inicio de su gestión a lo que se sumó, tiempo después, la renuncia de otros referentes técnicos importantes por cuestiones judiciales o porque no compartían su estilo. Esto, sin olvidar que Gidi ni siquiera tuvo el poder para designar a su jefe de Gabinete, impuesto por la ministra Hutt. Y si bien la ex subsecretaria sumó adhesiones en diversos ámbitos a lo largo de su gestión, la imposibilidad de conformar equipos, que “fue una constante en su gestión” o “problemas de gestión interna”, tal como señalaron fuentes consultadas por TeleSemana.com, parecen haberla llevado a este final.

Desde que Sebastián Piñera asumió nuevamente la presidencia de Chile, a principios de 2018, la Subtel cargó con una tensión institucional constante. Aunque la chispa que hizo explotar la situación hace un par de semanas fue la firma del oficio que Gidi libró contra José Huerta, el jefe de Gabinete de la subsecretaría, por falta de confianza, tal como señalaron en los medios chilenos; “por falta de probidad”, tal como confiaron desde el entorno de Gidi a TeleSemana.com

Huerta, a quien se lo califica como el detentor del poder en las sombras dentro de la Subtel, era quien remplazaba a la ahora ex subsecretaria cuando ella tenía otras responsabilidades pero también quien tenía línea directa con la ministra. A tal punto que, quienes siguen de cerca las alternativas en ese organismo, aseguraron que conformó una especie de Subtel paralela, con suficiente poder para obstaculizar las decisiones sobre las que pretendía avanzar Gidi, como también para imponer otras donde Gidi tuviera la responsabilidad de la firma final. También le adjudicaron a Huerta la capacidad política de la que carecería Gidi, y por la que sumó cuestionamientos.

Pese a todos estos condimentos que marcaron la gestión desde sus inicios, la subsecretaría continuó políticas de los gobiernos anteriores y logró encauzar la licitación de 5G, aún cuando se trató de un proceso que soportó cinco modificaciones y que motivó, como nunca antes en la historia de Chile, que el Parlamento convocara a una funcionaria para que diera explicaciones sobre el mismo. No obstante, este país se convirtió en 2020 en el pionero de esta tecnología en América del Sur.

“Lograron sacar una licitación 5G en condiciones adversas, con pandemia, con crisis económica, por tanto lo que venía para adelante era contar la buena nueva. Pero el ego la engolosinó”, dijo un experto en telecomunicaciones a TeleSemana.com. Un ego que, otra fuente consultada, puso del lado de Hutt.

Pero más allá de los egos, en el medio continuaban sucediéndose asperezas. Y los últimos tres meses fueron los más difíciles, un punto en el que coincidieron las fuentes consultadas. Jozsef Markovits, quien fuera jefe jurídico de la Subtel, y con quien Gidi había establecido un buen vínculo laboral se vio envuelto en acusaciones de maltrato y debió dejar el organismo. Esto debilitó más la independencia de la ex funcionaria en el organismo que comandaba.

Casi en paralelo, el Senado le pidió explicaciones a la ministra Hutt por la tardanza de los reglamentos de las leyes que se venían aprobando en el recinto como el de velocidad mínima de Internet. El último oficio, de abril pasado, hacía referencia a la ley de roaming automático nacional y a la definición de la fase de despliegue de 5G. Es que, pese a ser el pionero en la licitación y adjudicación, Chile todavía no emitió los reglamentos técnicos de ese proceso.

“De la licitación 5G todavía no existen los decretos que autoricen a las concesionarias a desplegar el servicio. La Contraloría aún no evacúa los decretos, por ende todo lo que se hace es sin ley. Hay concesionarias que todavía no hacen nada porque podría haber vicio en los reglamentos”, señaló una de las fuentes consultadas.

El oficio mencionado, que lleva la firma de la senadora Ximena Ordenes, presidenta de la Comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado de Chile, está dirigido a Hutt, pero quien tiene la responsabilidad de emitir esos reglamentos es la Subtel que, hasta ese momento, presidía Gidi. ¿Por qué no salieron esos reglamentos? Las miradas en este punto son dispares: están las que apuntan sobre la falta de gestión, las que acusan falta de voluntad política para sacarlos adelante, y las que advierten sobre la constante intervención de Hutt, vía Huerta, en la Subtel.

En el medio de este tironeo estaba la industria que, sea que hablaba con Hutt, sea que hablaba con Gidi, no sabía si lo estaba haciendo con la persona correcta. Cansada de esta falta de claridad, hay quienes leen que las empresas de telecomunicaciones también hicieron lo suyo en los últimos días de Gidi cuando WOM dijo que denunciaría la compra de espectro de Entel por parte de Claro en la Subtel. Se trata de una porción en la banda de 3,5 GHz que también atravesó su proceso de judicialización durante la gestión de la ex subsecretaria y a la que, otros referentes de la industria, hacen responsable por haber llegado a esa situación. En la industria de las telecomunicaciones la judicialización de los conflictos tiene muy mala prensa puesto que, lejos de facilitar la resolución de los problemas, los estanca e impide que se puedan tomar decisiones vinculadas, principalmente, con inversiones, nuevos despliegues y servicios.

Esto, entre muchas cosas más, formaba parte de la cada vez más conflictiva relación entre una ministra Hutt que hacía ya un tiempo largo que se interesaba más por las telecomunicaciones que por el transporte, marcando una diferencia tajante con funcionarios anteriores en el mismo cargo, y una subsecretaria que era visible a la hora de los anuncios y de los mensajes en pos de la conectividad.

El oficio a Huerta fue la chispa que hizo estallar esa caldera en constante ebullición. Gidi se enfrentó con su enemigo interno y las cosas terminaron de ponerse en su contra.

“Una política pública del país tiene que ser estable, no un capricho. La decisión de Gidi de despedir al jefe de gabinete no alcanzó a suceder porque Hutt revirtió la medida. ¿Cómo puede ser que una persona de menor rango sea más valiosa para el gobierno. La subsecretaria lo despidió por falta de confianza y debe haber algo administrativo que no quiso aceptar y que la ministra está tomando a cargo”, dijo a TeleSemana.com, Pedro Huichalaf, profesor del Centro de Investigación en Ciberseguridad de la Universidad Mayor y ex subsecretario de Telecomunicaciones entre 2014 y 2016.

La cosa no parece quedar acá. Este lunes, la Contraloría analizará el fallido despido de Huerta que no fue cursado por errores de formas según lo informado por la Subtel a La Tercera.

“El tema es complejo porque la próxima administración se va a tener que hacer cargo de estos problemas, más domésticos, y podrá cambiar el gobierno pero habrá que continuar con la política pública”, señaló Huichalaf quien también consideró que parte de la intromisión de Hutt en telecomunicaciones se debe a que “tiene poco para demostrar en transporte. El presidente, al hacer su último balance de gestión, dijo que la Fibra Óptica Austral será su legado cuando se trata de una decisión del gobierno anterior. Acá hubo una mezcla de política con técnica y se trata de demostrar cosas que se no se han hecho”.

La política fue lo que estuvo del lado de Hutt desde el principio. Si fue la única ministra que se mantuvo tras la crisis del 14 de octubre se debe a que ella fue quien le dijo a Piñera que no aplicara el aumento del transporte. El presidente no le hizo caso, Chile estalló, el consejo desoído la salvó.

Lo hecho por el gobierno actual de Chile ha sido, sin dudas, definir y avanzar en el camino hacia 5G. “La fuerza mediática de Gidi hizo que se pusiera en la mente de las personas la importancia de 5G y de la conectividad, independientemente de la tecnología. Y esto no es un tema menor”, aseveró otra de las fuentes.

Y esta afirmación es la que, en definitiva, aúna las diversas miradas que, sobre este conflicto, dieron las distintas fuentes consultadas por TeleSemana. La gestión de Gidi puede tener cuestionamientos pero haber logrado llegar a la ciudadanía con la importancia de la conectividad será un factor de demanda adicional que el próximo gobierno deberá tener entre las prioridades ya no sólo para continuar una política pública sino para mejorar todo lo relativo a brecha digital y a las demás brechas sociales que quedan expuestas con ella.

 

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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