“En American Tower tenemos capacidad para que el operador pueda entregar valor en el servicio”

El mercado de las llamadas torreras viene adquiriendo un protagonismo sin precedentes en el mercado de las telecomunicaciones. América Latina es parte del escenario en el que se desarrollan estos movimientos, y American Tower Corporation (ATC), una de las actoras relevantes. Flavio Cardoso es vicepresidente senior y CEO para Latinoamérica de American Tower desde finales de 2020, aunque previo a ello se desempeñó durante siete años en la filial brasileña de la compañía desde donde impulsó su transformación y promovió nuevos modelos de negocios. En diálogo con TeleSemana.com, Cardoso se refirió a los últimos movimientos que la “torrera” vino concretando en los últimos meses como también la necesidad de continuar trabajando con municipios y gobiernos en facilitar los despliegues porque ya quedó claro que no se trata sólo de la esencialidad de la conectividad sino, básicamente, de la infraestructura.

Y también avanzó sobre cómo evolucionará el negocio de las proveedoras de infraestructura, ya no sólo como plataformas que ofrecen conectividad de todo tipo sino también como artífices de la promesa de 5G, con o sin Open RAN, y hasta como potenciales gestoras de espectro a futuro.

¿Cómo se está desarrollando el negocio de torres en la región? ¿Qué diferencia hay entre países?

Estamos en el mercado de infraestructura desde hace 20 años. Entramos en México en 1999 y en Brasil en 2000, y luego en los otros países, Colombia, Chile y Perú; y estamos viendo el mercado de infraestructura desde hace tiempo, liderando el movimiento en torres y acompañando desde 2G hasta ahora. Cuando se habla de torres estamos en posición de protagonismo. Con presencia en ocho países, contando Costa Rica y Centroamérica, tenemos posiciones de liderazgo en cada uno de ellos. Tenemos una influencia, una visión de cómo desarrollamos cada uno en función de su situación. En México y Brasil hablamos de una escala muy grande de sitios que es proporcional a su tamaño y tenemos inversiones más fuertes que en otros países.

¿Hay algún punto en común en los países más allá de la diferencia de tamaño y mercado?

Pero todos tienen necesidad de infraestructura, hay una demanda muy fuerte de conectividad, de comunicaciones, por eso entramos como plataforma para que las operadoras puedan ofrecer sus servicios a la población de cualquier tipo de conectividad. El hecho es compartir la infraestructura, hay una eficiencia financiera y operacional que habilitamos en el sector. Podemos decir que hemos visto el apoyo en varias etapas de madurez, ahora entrando en el 5G en Chile pero en gran parte del mercado estamos pasando por un 4G más amplio, que sigue en el futuro con 5G. Vamos a ver que 2G y 3G van a dejar de existir. Y el enfoque principal estará principalmente en infraestructura de fibra y sitios y también en la parte de fibra al hogar

Las regulaciones siempre terminan afectando a la infraestructura pero ¿qué impacto tienen hoy en materia de construcción de redes?

Cuando entramos en un mercado una parte muy importante es la regulación en relación al ambiente de inversión. Instalados en ocho países conocemos muy bien la parte de cada uno de ellos. En América Latina tenemos ambiente favorable, pro-inversión, y tratamos de trabajar con el sector para que el despliegue de futuras tecnologías como 5G sea posible, para desarrollar las condiciones ideales para seguir invirtiendo y conectando. No hay una receta mágica, pero eso se logra cuando se busca eliminar obstáculos, simplificar procesos, estandarizar, digitalizar; esperamos que el sector tenga un estándar de cómo hacer un pedido, un permiso, para que se haga de manera previsible, sencilla, digital y en plazos cortos. Hay un montón de cosas que los gobiernos pueden hacer trabajando con el sector y con nosotros para poder crecer cinco veces la cantidad de infraestructura necesaria para el espectro que está siendo asignado en 5G. Para conectar a la gente va ser necesario un trabajo conjunto.

¿Qué pasa con los municipios que suelen ser el motivo de queja de cualquier operadora en cualquier país de la región? ¿Cómo sigue el tema en San Pablo que ya avanzó con algunos cambios?

Los municipios tienen autonomía para dar permisos y para el uso de espacio público. En Brasil hay 5500 municipios (10.000 en la región) y tienen un rol clave en facilitar los despliegues, las instalaciones y promover el ambiente de inversión para que los servicios avanzados sean posibles. La de San Pablo es una ley pasada de moda, las redes han cambiado mucho y las reglas no. La ciudad creció mucho a su alrededor y no se permite la instalación regular de infraestructura. La gente que más necesita de conectividad, especialmente en pandemia, no la tiene porque no hay infraestructura. Hay un trabajo de modernización de las leyes y es lo que está pasando. Hay una concientización a través de movimientos como Antene.se para escuchar la necesidades de la gente. Es un trabajo que se está haciendo en México, en Brasil, en todas partes para que juntos podamos crear proyectos de ley y reglas para que no haga falta inventar nada 5.000 veces. Tenemos apoyo federal que viene de Anatel, del ministerio y sobre eso podemos buscar un apoyo macro y crear una estandarización en los municipios para que se faciliten los despliegues.

¿Cómo se lleva adelante la consolidación con Telxius sobre la que acaban de cerrar dos compras y aún resta una en Alemania?

Estamos consolidando 24.000 nuevos sitios en Europa y 7.000 en América latina, somos una máquina de integración. No teníamos presencia en España, es un nuevo mercado. Y eso demandará entre seis y 12 meses, para concluir el 80 por ciento de la integración. Pero desde el primer día seguimos operando, hay continuidad de negocios gracias a la gente que viene de Telxius y nunca paramos de hacer negocios. Esto se sigue operando normalmente.

¿Hacia dónde evoluciona el negocio de infraestructura?

Como líderes del mercado miramos las posibles disrupciones y las oportunidades de desarrollar un producto o servicio que añada valor a los clientes y al sector. Hoy tenemos una cantidad increíble de cambios que ocurrieron en todos estos años. La fibra no existía con 3G. En American Tower empezamos a buscar una oportunidad de red neutral de fibra antes que todos. Y comenzamos con adquisición de fibra en Buenos Aires, y luego en México y en Brasil y nos consolidamos con una fibra compartida FTTX. Eso viene como innovación pero también como forma para entregar fibra a ciudades más pequeñas donde la inversión valga la pena. Vemos ahí un ecosistema tanto de infraestructura como de los negocios a explorar. Y tomar el liderazgo de Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés). Es una experiencia nueva y miramos hacia el futuro porque nos hace preguntar cómo va a ser el 5G, qué tipo de rol tendremos, como inversor, como operación, sobre cómo agregar valor y llevar conectividad a todos.

¿Y en esta evolución es posible que las torreras gestionen espectro a futuro?

Veo muchos escenarios que vamos dibujando con el tiempo. Existe una variedad increíble de oportunidades. La pregunta es cuáles son más realistas y cómo salir de donde estamos hoy hacia el futuro. Ya estamos operando portafolio de todo, de fibra, de IoT, una red, algunas veces más pasiva como las torres, otras más activas como la fibra compartida donde entregamos los equipos. Y hacemos interacción a través de la tecnología, de la electrónica, para que sea invisible al usuario final, que no sabe que la red es neutra. Lo mismo con IoT. Ya tenemos la capacidad de hacer un poco más, de viabilizar que la operación sea compartida para que los operadores puedan entregar valor en el servicio y estar enfocados en lo que es su portafolio. Pero migrar a un extremo como es el espectro… quizás gestionar el espectro es posible, pero ser dueños del espectro es un cambio bastante fuerte de modelo. No sé si lo haríamos, no es que sería imposible pero sería un cambio. Hay quienes están intentando hacerlo, yo creo que no va. En el corto plazo no hay escala pero posiblemente en 10 años. No sé si nos interesaría obtener espectro o gestionarlo. Dependerá mucho de la evolución

¿Cómo se preparan para el advenimiento de 5G como proveedora de infraestructura?

5G es una evolución y ya estamos preparados. Hemos trabajado en eso, tenemos la tecnología, discutimos mucho con los clientes, somos socios en cómo crear ese futuro, con la evolución de las redes y con nuestros contratos para que sean posibles los despliegues. Hemos visto la película en los países que van adelante. Ya hemos vivido la experiencia. Es una ventaja de American Tower. Nuestro papel es ser un socio en la transformación de las redes y de los servicios cuando llegue 5G. Vamos a aprender mucho juntos pero va a ser una cosa gradual y ya la estamos viviendo.

¿Cuál es la mirada de American Tower sobre Open RAN que concentra cada vez más atención?

Al trabajar en forma en conjunto con el sector y el ecosistema estamos involucrados en la preparación de pruebas de concepto, hemos participado con players variados en la discusión de Open RAN, tendremos un rol clave en cómo habilitar eso. Lo veremos para después de 2023 pero tenemos las torres, los terrenos, la fibra y, posiblemente, ya estemos aquí trabajando con algunos data centers en edge computing; tenemos experiencia en cómo habilitar esa parte del procesamiento de usuario final. Y nos posicionamos como plataforma que habilita la infraestructura para 5G sea con Open RAN o con las tecnologías tradicionales. Podemos habilitar un data center y también la fibra tanto como la torre. Intentamos anticiparnos y tener un trabajo de protagonismo con capacitación, procesamiento que por la escala que tenemos facilitar

Con el impacto de la pandemia y la necesidad de conectividad ¿cree que los gobiernos, de ahora en más, se convertirán en actores que faciliten los despliegues de infraestructura?

Creo que sí. Pasamos por una pandemia, hemos experimentado el trabajo remoto y la educación virtual para apreciar la importancia de la conectividad. Hay gente no conectada y gente mal conectada. Hay quienes tuvieron la chance de seguir estudiando, otras no. Y esto es clave. Abrimos los ojos a la esencialidad de las telecomunicaciones pero la infraestructura es esencial y facilitar el proceso de permisos, de despliegues, todo eso fue clave para permitir que el mundo siguiese. Y quedó evidente que con 5G viene una cantidad más fuerte de necesidades, más puntos de infraestructura para poner antenas, y de inserción digital. Muchas municipalidades se han visto más involucradas como un punto clave en su discurso de todos los días. Pienso que afortunadamente tenemos el vaso medio lleno en esa situación, por la pandemia.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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