Se hizo esperar pero, finalmente, llegó el día. El viernes 30 de julio Embratel lanzó el Star One D2, un nuevo satélite que integrará la flota de vehículos espaciales de América Móvil y que le permitirá a la compañía ampliar la capacidad satelital en Brasil y en América Latina, además de iniciar la exploración en nuevos negocios acelerados por la pandemia y que se potenciarán una vez que llegue 5G.
Su lanzamiento inicial estaba previsto para principios de 2019 aunque luego ajustó la fecha para 2021. La postergación, sin embargo, parece haberse fortalecido por el simple hecho de que esta concreción se realiza en un contexto de pandemia, donde las telecomunicaciones resultan gravitantes ya no sólo para mantener en movimiento las actividades económicas sino para potenciar las oportunidades digitales que se advirtieron desde que el Covid-19 comenzara a parar el mundo.
Se prevé que la oferta comercial de servicios comience a estar disponible a partir de octubre próximo, una vez que se concluyan las diversas maniobras para llevar al vehículo hasta la posición orbital, con los ajustes operacionales que ello implica.
La prioridad de este satélite, el sexto de la constelación de la compañía, será alimentar las antenas del mercado de TV paga de la compañía en Brasil. Claro TV es el dominante de este servicio con una participación de mercado superior al 47 por ciento, y una estrategia orientada a darle, poco a poco, independencia a su servicio de streaming de video.
El Star One D2 está equipado con las bandas C, Ku, Ka y X. La Banda Ku será, justamente, la que se oriente específicamente hacia la demanda de TV paga y conectividad de empresas, explicó la compañía mediante un comunicado.
La Banda Ka será utilizada mayormente en la ampliación de backhaul de la telefonía celular, y también para incrementar el desempeño de aplicaciones de datos e Internet del mercado empresarial.
La flota de Embratel contaba, hasta el lanzamiento del Star One D2, con cinco satélites en órbita geoestacionaria, específicamente los Star One D1, C1, C2, C3 y C4. El Star One D2 se suma como el sexto integrante de esta constelación a la que aportará una potencia de 19,3 KW en la posición orbital 70° W. Está equipado con 28 transponders (receptores y transmisores de señales) en Banda C, 24 transponders en Banda Ku y payloads en Banda Ka y Banda X.
Por otro lado, mediante la Banda Ka, el Star One D2 atenderá a las demandas de backhaul de telefonía celular al tiempo que complementará una cobertura semejante a la que se tiene disponible en el Star One D1. Esto le permitirá ampliar las ofertas de Internet y banda ancha empresarial en gran parte del territorio brasileño, además de permitir el uso de aplicaciones corporativas con transmisión de datos de alta calidad.
Las bandas C y Ku, en tanto, se concentrarán en la oferta de servicios fuera de Brasil. Complementarán las ofertas de datos, video e Internet de alta velocidad para los órganos del Gobierno y grandes empresas que actúan en México, así como en América Central y Sudamérica, además de expandir las redes de backhaul celular ya existentes en la Banda Ku por medio de otros satélites de la flota de Embratel.
La compañía informó, además, que la Banda Ku también podrá ser usada para la migración de señales de TVRO (Television receive-only) , actualmente transmitidos en Banda C, lo que permitirá atender esta las condiciones previstas para la futura implementación del 5G en Brasil. Asimismo, habilitará la transmisión de señales para televisión de paga, ya que la Banda C garantizará el mantenimiento y la distribución de señales para permitir el aumento de la oferta de contenidos de afiliadas de grandes emisoras de TV en el segmento de broadcast.
El Star One D2 será controlado desde el centro de operaciones de satélites de Brasil y de América Latina, localizado en Guaratiba, en Rio de Janeiro, Brasil.
Las expectativas de la plana directiva de Embratel y Claro son más que auspiciosas. Además de ampliar las capacidades y la oferta de servicios, la mirada está puesta en las nuevas prestaciones que se pueden ofrecer a segmentos como el de la telemedicina, los agronegocios que, a futuro, también se verán potenciadas con 5G.
Justamente, los lanzamientos en Brasil se tienen que observar en el marco del proceso de 5G que debería estar entrando en la definición de los últimos detalles de cara al proceso de licitación. Los más optimistas esperan que las decisiones oficiales se concreten en agosto aunque hay tiempo para que estas se produzcan en septiembre. Lo cierto es que, en julio de 2022, 5G debería ser una realidad con la inauguración de los primeros servicios. De ahí, el interés de las operadoras de ese país por estar lo mejor preparadas desde el punto de vista tecnológico para cuando eso suceda.
