Le llegó la hora a la infraestructura como servicio: la demanda creció 30 por ciento en el último año

En tiempos donde la necesidad de desplegar infraestructura rápidamente está fuera de todo cuestionamiento las operadoras de telecomunicaciones parecen comenzar a comprender que, si quieren que esto suceda, también deberán compartir su infraestructura. Y aparecen los primeros casos, aunque todavía prima un recelo bastante fuerte en la industria. En paralelo, surgen datos que indican que la adopción de Infraestructuras como Servicio y Plataformas como Servicio (IaaS y PaaS de manera respectiva, por sus siglas en inglés) viene creciendo de manera sostenida. Construir redes en sus diferentes modalidades, por hardware y por software, tiene sus ventajas y, sin dudas, habilita nuevas formas de negocios.

Datos de IDC revelaron que la demanda de IaaS y PaaS creció un 30 por ciento en el último año. ¿La razón? La necesidad de contar con soluciones flexibles que habiliten nuevos procesos de negocios y respuestas ágiles a las necesidades de las operaciones. Esto sucede en el marco de la pandemia donde la acelerada transformación digital está impulsando nuevas modalidades para abordar a clientes, proveedores, empleados, es decir, a toda la cadena de valor. De lo contrario, quedarán afuera de los cambios que el escenario mundial plantea.

El informe de la consultora, presentado durante el IDC Future of Digital Infrastructure LatAm, aseguró que el 65 por ciento del PBI global será impactado por la digitalización en 2022, es decir, ya.  Y esto está obligando a realizar cambios en las organizaciones. Ya no es posible seguir ofreciendo resistencia.

En ese encuentro, Mary Johnston Turner, vicepresidenta de investigación para la agenda del Futuro de la Infraestructura Digital de IDC mundial, señaló que las organizaciones están integrando el centro de datos tradicional con otras capacidades como nubes privadas, perimetrales, nubes públicas e infraestructura como servicio.

Pero, además, indicó que en los próximos cinco años la infraestructura digital tomará distancia de los silos de procesamiento para acercarse hacia recursos compartidos en la nube y el edge computing. Es decir, las empresas adoptarán entornos escalables, invertirán en operaciones autónomas y contratarán infraestructura como servicio de acuerdo a las pautas de consumo que se registren en cada momento.

¿Hay dudas de que quienes sean dueños de la infraestructura podrán hacer rentable esa inversión que, también hay que decirlo, cuesta cada vez más? Si las organizaciones necesitan recursos que se consumen de acuerdo a determinadas circunstancias y oportunidades, no hay dudas de que hay también alternativas para quienes construyan redes y plataformas, porque la flexibilidad para responder a las demandas será el requisito sine qua non en un mundo en plena transformación.

De hecho, otro informe de IDC de junio de este año, bien fresquito, reveló que el 81 por ciento de las empresas está pensando en utilizar un modelo informático por contenedores y kubernetes en los próximos dos años. Y que si bien para el 41 por ciento de las organizaciones resulta estratégica, también les llevará algunos años poder implementarlo por completo.

Sumado a esto aparece también el tema de la resiliencia, palabra que se viene escuchando fuerte desde el inicio de la pandemia y que alude a la necesidad de que las redes respondan a cualquier requerimiento que surja, sea una explosión de tráfico, sea una demanda sostenida de ancho de banda que ya no presenta picos y valles sino que asciende de manera paulatina y constante. Se trata de un aspecto clave para el 71 por ciento de las empresas consultadas por IDC en el que quedó en evidencia, además, la necesidad de contar con equipos optimizados, sistemas integrados basados en datos, el consumo de recursos de forma colaborativa y la optimización de resultados a través de servicios en la nube y el pago por consumo.

Juan Pablo Seminara, gerente de programas empresariales de IDC Latinoamérica, hizo foco en este punto en particular y recordó, a su vez, que la resiliencia digital es la habilidad de las empresas de adaptarse rápidamente a las disrupciones de los negocios con el objetivo, no solo de mantenerse “a flote”; sino también de saber capitalizar acciones sobre las condiciones cambiantes del mercado. Para esto se necesita tecnología que permita brindar servicios, productos y experiencias digitales.

Y acá surge otro aspecto de relevancia. Un sondeo de finales de 2020 de la consultora arrojó que las organizaciones con más de 100 empleados afirmaron que el 30 por ciento de su facturación ya provenía de productos, servicios y/o experiencias digitales. El entretenimiento, el comercio electrónico, la capacitación y educación a distancia, la telemedicina, entre otras actividades, bien pueden entrar en este nuevo comportamiento que continuará creciendo. Hacia 2025, la expectativa de estas mismas empresas es que este combo digital supere el 40 por ciento de sus ingresos.

Esta previsión se debe a que los clientes están demandando más canales digitales, y a que las empresas quieren ser más disruptivas en los mercados en que se desempeñan. La innovación hoy viene de pensar nuevas ideas posibles de desarrollar gracias a las herramientas tecnológicas.

Por eso, en este punto, volvemos al principio. IaaS y PaaS son las tecnologías que se imponen para responder a esta acelerada transformación digital. Ese consumo de infraestructura o plataforma como servicio les permite a las organizaciones ser sustentables en sus finanzas, en sus operaciones.

Otro informe fresquito de IDC, Cloud Infrastructure Tracker Historical and Forecast, de julio de este año, arrojó que el 25 por ciento de los equipos adquiridos en este 2021 en América latina se destinarán a desplegar nubes privadas, mientras otro 16 por ciento lo orientará hacia nubes públicas, y el restante todavía se mantiene en esquemas más tradicionales.

Pero la aceleración del cambio digital supone que, de cara a 2025, los despliegues en nubes públicas y privadas totalicen un 53 por ciento de esas inversiones. Junto a ellas, el foco también se colocará sobre la seguridad, en el 60 por ciento de los casos; la nube, privilegiada por 41 por ciento; y big data y business intelligence, en el 35 por ciento de los casos. Números finales que dan cuenta de que, definitivamente, quienes desplieguen y diseñen infraestructuras y plataformas podrán rentabilizar esos esfuerzos económicos. Y quienes se resistan a esta aceleración digital se quedarán en el camino.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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