El G7 prevé inyectar 600.000 millones de dólares hasta 2027 para financiar iniciativas de infraestructura global

El último encuentro del bloque de países más industrializados del mundo, conocido como G7 e integrado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón, fue el epicentro desde el que se anunció la creación de un programa de inversiones que, con 600.000 millones de dólares a cuenta, dará cuerpo a la Asociación Mundial para las Infraestructuras (Partnership for Global Infrastructure) con el objetivo de desarrollar obras de infraestructura en todas las latitudes.

“Y esto solo será el principio”, dijo en su comunicado la Casa Blanca y aseguró que “Estados Unidos y sus socios del G7 buscarán movilizar capital adicional de otros socios afines, bancos multilaterales de desarrollo, instituciones financieras de desarrollo, fondos soberanos de riqueza y más”. Inclusive, fue ese país el que se comprometió a “movilizar” alrededor de 200.000 millones de dólares, provenientes de fondos públicos y privados, durante cinco años, para alimentarla.

Por sus propias definiciones, la Asociación buscará “ofrecer infraestructura sostenible y de calidad que marque la diferencia en la vida de las personas en todo el mundo, fortalecer y diversificar nuestra cadenas de suministro, crear nuevas oportunidades para los trabajadores y las empresas estadounidenses y promover nuestra seguridad nacional”.

Con todo, el plan apunta a financiar proyectos vinculados a lo que consideran las urgencias de la época vinculadas al uso de las energías limpias, la mejora de los sistemas de salud y en avance en materia de equidad de género. A su vez, su cuarto pilar, está vinculado a las comunicaciones y establece el objetivo preciso de “desarrollar, expandir e implementar redes e infraestructuras seguras de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) para impulsar el crecimiento económico y facilitar sociedades digitales abiertas, desde trabajar con proveedores confiables para proporcionar conectividad digital 5G y 6G, hasta respaldar el acceso a plataformas y servicios que dependen de Internet y redes móviles abiertas, interoperables, seguras y confiables con ciberseguridad sólida”.

En tren de precisar ejemplos, el anuncio publicado por la Casa Blanca precisó que “la compañía estadounidense de telecomunicaciones SubCom (Eatontown, NJ), adjudicó un contrato de 600 millones de dólares para construir el sexto cable submarino de telecomunicaciones del sudeste asiático, Medio Oriente y Europa occidental”, de 17.000 kilómetros, para conectar a Singapur con Francia a través de Egipto y el Cuerno de África.

En ese sentido, también se expresó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y anunció que “movilizará” 300.000 millones de euros hasta 2027, tanto de fuentes públicas como privadas, “para infraestructuras de calidad sostenibles y también para infraestructuras sanitarias. Inversiones que sean transparentes y que mejoren la vida cotidiana y aporten un beneficio real para las comunidades sobre el terreno”, sostuvo y señaló que el programa europeo Global Gateway funcionará bajo el paraguas de la Asociación Mundial para las Infraestructuras.

“Global Gateway está en pleno funcionamiento y estamos escuchando atentamente a los países receptores para que podamos comprender mejor sus necesidades y generar el mayor impacto. Ya tenemos muchos buenos ejemplos para compartir”, dijo y subrayó ejemplos concretos: “tomemos el cable submarino de fibra óptica, Ella, que une Europa con América latina; el próximo proyecto de hidrógeno limpio con Egipto, Namibia y Chile; y, por ejemplo, construir un puerto para conectar Christmas Island en el Pacífico Sur con el resto del mundo”.

Así, la noticia de inyección de recursos para la conectividad global y el robustecimiento de las infraestructuras de telecomunicaciones que se presentó en la cumbre realizada entre el 26 y el 28 de junio en el Schloss Elmau, Baviera, Alemania, entusiasmó a muchos. Del mismo modo, también fueron muchos los que señalaron que la noticia implica una forma de respuesta occidental a la estrategia China, en relación a apuestas realizadas como su Nueva Ruta de la Seda: plan de infraestructura global lanzado en 2013, que en 2017 incorporó a América latina y que, hace unos meses, también sumó a la Argentina.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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