T‑Mobile acaba de anunciar un nuevo logro de penetración: su servicio de Internet residencial 5G sumó a casi cinco millones de hogares estadounidenses a lo largo de 81 ciudades y pueblos ubicados en Colorado, Iowa, Kansas, Missouri y Oklahoma. De todos ellos, unos 1,1 millones de hogares aún hoy -julio de 2022- no tenían acceso a Internet de banda ancha de calidad, y ahora sí.
Esta nota se inscribe, como es de esperarse, en un camino que se fue construyendo, solos y acompañados. El logro particular está dado por el plan de expansión que desarrolló el operador y que incluyó la disponibilidad de un cableado innovador para las instalaciones de sus clientes residenciales o la disponibilidad del servicio de 5G de acceso fijo inalámbrico (5G FWA, por sus siglas en inglés) a su base de prepagos. El triunfo colectivo, a su vez, se inscribe en el consenso acerca del aprovechamiento del FWA a la hora de sumar clientes y capilaridad con conexiones de calidad; como también recuerda la iniciativa oficial para fomentar las conectividades de los más alejados.
“El acceso a una banda ancha residencial rápida y confiable ya no es un lujo. Pero para demasiadas comunidades, el acceso a una banda ancha doméstica confiable sigue siendo increíblemente limitado”, dijo en su comunicado del operador que, además, cuestionó las calidades de muchas prestaciones.
Y para fundamentar esa crítica, T-Mobile citó al estudio publicado por Greater Des Moines Partnership en el que se estimó que el 40 por ciento de los hogares de Iowa central, por ejemplo, reportan velocidades de descarga menores a los 25 Mbps por segundo (Mbps), “lo que no cumple con la definición de banda ancha de alta velocidad de la FCC y aunque la demanda de ancho de banda ha crecido a una tasa cercana al 25 por ciento anual durante las últimas dos décadas”.
En tren de precisiones, el anuncio también observó que la conectividad escolar en Oklahoma -por citar otro ejemplo- es pobre pues uno de cada cuatro estudiantes no tiene acceso a Internet de alta velocidad en el hogar gracias a que casi la totalidad (o el 90 por ciento) de los distritos escolares de ese lugar, están ubicados en áreas rurales.
Y la respuesta a esas carencias la ofrece bajo el formato de un paquete, titulado “5G Home Internet”, que involucra un costo de entre 30 y 50 dólares mensuales, y promete que varios dispositivos puedan conectarse y navegar en simultáneo. Con tarifa plana, configuración inalámbrica y autoservicio, este plan evita tener que combinar con tropillas de equipos técnicos que concreten las instalaciones. “Sin impuestos ni tarifas adicionales, sin costos de equipo, sin contratos anuales y sin aumentos de precios”, dice y ofrece descuentos a otros servicios.
En su comunicado, el operador reunió las voces de diversos funcionarios territoriales estadounidenses, testimonios que celebran la estrategia adoptada para achicar la brecha digital, garantizar la asequibilidad al servicio y lograr la universalización de una prestación que es habilitadora, ya sea porque posibilita desarrollar negocios o acceso a la educación y la salud, porque es una ventana de entretenimiento y de información, por citar algunos de sus atributos.
“El acceso a la banda ancha en el hogar no es un lujo, es una necesidad y espero con ansias esta asociación continua con T-Mobile a medida que continuamos expandiendo el acceso a la banda ancha en todo nuestro estado”, dijo el representante estatal Brian Lohse, presidente del comité de tecnología de la información de la Cámara de Representantes de Iowa.
“En T-Mobile, nos dedicamos a interrumpir las industrias rotas. Y la industria de la banda ancha está muy rota”, admitió Mike Katz, director de marketing de T-Mobile, y valoró “ridículo” que millones de personas “se están quedando atrás, incapaces de participar en la economía digital y en el aprendizaje virtual, solo por no tener a acceso a Internet de alta velocidad”.
