Las estimaciones lo prevén, Chile lo cumple. En los primeros cuatro meses de activación de los primeros despliegues de 5G en Chile, ya se registron 545.323 usuarios sobre esa red, cantidad que a la red 4G le costó tres veces más lograr, es decir, un año.
Las cifras, que corresponden al primer cuatrimestre de 2022, fueron dadas a conocer por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) en un contexto donde las operadoras de telecomunicaciones están comenzando a salir más fuertemente con sus estrategias comerciales al mercado, y donde continúan produciéndose movimientos entre las distintas protagonistas del sector.
Y esto se vincula, de algún modo, con los modos en que se despliega la fibra, fundamental para dar servicios en 5G. El regulador informó que, a abril de 2022, casi el 60 por ciento del total de conexiones de banda ancha de ese país, mensuradas en 4,37 millones, son de fibra óptica.
Al observar los datos de la evolución de las redes de quinta generación en esta fase inicial, el crecimiento es espectacular, 996 por ciento, nivel que se explica por la sencilla razón que es como medir algo prácticamente desde 0. Más allá de esta consideración, que es lógico que se informe desde un organismo oficial que debe dar cuenta de su gestión, se está advirtiendo también un cambio en el comportamiento de consumo – otro más – entre la ciudadanía chilena que adopta la tecnología más moderna a medida que está disponible. Y se cumple también con aquellos pronósticos que aseguran que el advenimiento de una nueva tecnología logra una adopción más rápida que la obtenida por la generación anterior.
Lo que sucede con la fibra óptica es también particularmente interesante. El crecimiento de la banda ancha fija fue de 9 por ciento en los últimos 12 meses, lo que se tradujo en una penetración de 61,82 por ciento de este servicio. Esto, a su vez, muestra que sobre el total de accesos, 2,4 millones corren por redes de fibra que, desde hace un año, ya es la principal tecnología de conectividad residencial.
Es seguida por las HFC (coaxil fijo híbrido) que alcanza al 34,3 por ciento del total de accesos y por las de ADSL que muestran un escaso 2,5 por ciento.
La Subtel informó, asimismo, que el 63,6 por ciento del tráfico de Internet fija se cursa por las redes de fibra óptica que viene creciendo de manera exponencial antes de la pandemia, desde 2018. Este comportamiento inicial sería, luego, superado por los adoptados a a partir de las restricciones sanitarias implementadas desde marzo de 2020 y que, en el caso de este país, fue un impulsor nato de la construcción de nuevas infraestructuras.
El subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, indicó que “el 5G es un cambio tecnológico que viene a entregarnos muchas posibilidades de mejorar nuestra calidad de vida. Su implementación es mucho más que avances en materia de telecomunicaciones. Es esencial para transformar digitalmente al territorio. Permitirá dar cobertura al 90 por ciento del territorio poblacional de nuestro país, conectar a zonas urbanas y rurales que aún no cuentan con conectividad, y abrirá posibilidades mucho más potentes que las que hoy conocemos gracias al 4G. En resumen, es un elemento fundamental, junto al despliegue de fibra óptica en todo el país, para digitalizar Chile”, que cuenta con un total de 59 millones de servicios de telecomunicaciones.
Chile ostenta una penetración de 135,3 accesos a Internet tanto fijos como móviles en todas las tecnologías disponibles – 3G, 4G, 5G – por cada 100 habitantes, y un total de 26,8 millones de accesos.
“Esta radiografía de las telecomunicaciones demuestra que los usuarios en Chile prefieren y demandan las redes de alta velocidad. Esto queda claro con el crecimiento de la fibra óptica y con la irrupción explosiva del 5G. Desde la Subtel estamos trabajando en proyectos que apuntan en esa dirección y que forman parte de nuestro plan Brecha Digital Cero. Porque entendemos que la conectividad no solo facilita las cosas, sino que mejora la calidad de vida y ésa es la meta que tiene este Ministerio”, agregó el funcionario.
El tráfico de datos, tanto fijo como móvil, también continuó creciendo, y se ubicó en 28,1 por ciento en modo interanual. El consumo promedio a abril de 2022 se estableció en 447,4 GB por usuario de banda ancha fija y 16,8 GB por usuario móvil, valores que prácticamente duplican los registrados en pandemia.
La telefonía fija, a diferencia de lo que ocurrió en aquel momento, continúa a la baja, un 7 por ciento en la comparación interanual. De hecho, las líneas fijas se contrajeron 4,2 por ciento en este período. Este comportamiento se repitió con la voz móvil, que se redujo un 5,9 por ciento. Esto muestra, asimismo, que estas comunicaciones se están cursando a través de servicios de datos.
Por otro lado, la televisión paga cubre al 54,1 por ciento de los hogares, hasta abril de 2022, servicio que experimentó un incremento de 2,4 por ciento en la cantidad de suscriptores en el último año.
¿Qué pasó con el tráfico 5G en este escenario que se reacomoda a medida que se sale de pandemia y se producen cambios importantes en la industria de las telecomunicaciones? Crece de manera exponencial en cantidad de líneas pero el tráfico de datos todavía no impacta lo suficiente: hoy representa apenas el 0,7 por ciento del total, aunque esto se traduce en un crecimiento de 1.359 por ciento para el período. No obstante, lo registrado hasta el momento superó en casi seis veces el tráfico 2G en ese período, lo que evidencia el valor de la conectividad para la vida diaria.
