Fuerte pulseada por el espectro de 6 GHz en la Argentina donde la seducción pasa por la generación de dólares a futuro

¿Qué decisión tomará, finalmente, la Argentina en relación al destino de la frecuencia de 6 GHz? ¿Toda para Wi-Fi o compartida en partes iguales para esta tecnología y 5G? ¿Hacia dónde se inclinará la balanza? ¿Hacia el estudio que asegura que la opción plena por el uso no licenciado generará un impacto económico de 64.000 millones de dólares entre 2022 y 2031? ¿O hacia el que, ahora, de la mano de la GSMA, asegura que, de no definir un enfoque balanceado la Argentina podría perderse los beneficios de esta tecnología y el potencial de generar un impacto socioeconómico de 302.000 millones de dólares hacia 2035?

En tiempos donde el dólar en la Argentina vuela, y donde su falta es “desesperante”, tal como lo calificó la misma ministra de Economía, Silvina Batakis, el fin de semana pasado, que la Subsecretaría de Conectividad y Telecomunicaciones a cargo de Mateo Gómez Ortega, deba tomar una determinación donde la estrategia de seducción de las partes interesadas pasa por el impacto económico en dólares es fuerte.

A finales de marzo, cuando se retomaron las reuniones sobre este tema, justo en momentos en que se producían cambios fuertes en las áreas de decisión vinculadas con las tecnologías y las telecomunicaciones, los defensores del 100 por ciento de la frecuencia de 6 GHz para espectro presentaron el estudio de Telecom Advisory Services, en el que daban cuenta del impacto económico que se produciría en la próxima década. El de los 64.000 millones de dólares, y que TeleSemana.com abordó en este artículo.

Ya en ese entonces, la GSMA, que defiende el balance y propone el 50 por ciento de la parte baja para Wi-Fi y el 50 por ciento de la parte alta para 5G, había anticipado que también tendrían su estudio de impacto económico. Es el que plantea que, de avanzarse en este sentido, el impacto económico a producir alcanzaría los 302.000 millones de dólares hacia 2035.

El argumento de esta asociación, que defiende los intereses de las operadoras móviles, señala que este tipo de conectividad “es la herramienta con mayor potencial para cerrar la brecha digital”, y que para expandir esos beneficios, “instamos a la administración de Argentina a considerar un enfoque balanceado y gradual de liberación de la banda que contemple las necesidades de tecnologías no licenciadas y licenciadas”.

Agrega que este enfoque permite esperar los resultados de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023 (CMR-23) y considerar las necesidades futuras para IMT, es decir, 5G NR, en bandas medias, lo que se traduciría en una maximización del valor económico y social del espectro.

La GSMA también propone que esta decisión se tome en dos fases. La primera, en donde se libere la parte inferior de la banda, ubicada entre los 5925-6425 MHz a corto plazo para “uso exento de licencias con reglas tecnológicamente neutrales y protección de servicios primarios existentes”, es decir, Wi-Fi. La segunda fase permitiría considerar el segmento que va de los 6425 MHz a los 7125 MHz para IMT, teniendo en cuenta los resultados de los estudios de la CMR23 y las necesidades futuras de bandas medias para 5G. Agrega que en la CMR 23 se ha iniciado el trabajo en relación a la posible identificación del uso de la banda de 6 GHz para IMT. En este punto, es necesario aclarar que esta discusión no incluye a los países de América latina.

Quienes proponen el 100 por ciento para Wi-Fi señalan que “la posición sigue siendo muy clara. Es necesario que la Argentina abra toda la banda. Una visión equilibrada es promover todas las tencologías. Y 5G puede utilizar bandas medias, milimétricas. Lo que escuchamos de la industria móvil es que había que abrir las bandas milimétricas, y ya se abrieron. Para nosotros, el equilibrio es que se usen otras bandas ya identificadas para IMT como la de 2.3 GHz, la banda L, la de 2.5 GHz, que en la Argentina ya tiene asignado el uso, la de 3.5 GHz, las milimétricas”, apuntó a TeleSemana.com, Martha Suárez, presidente de la Dynamic Spectrum Association (DSA).

Consideró que la Argentina tiene que ir por el mismo camino que ya tomaron Brasil, Chile, Perú, Costa Rica y Honduras, entre otros, para lograr una armonización regional y recordar, además, que “ningún país ha tomado la decisión de dividir la banda”.

Además de la Argentina, México y Colombia son los otros países que tienen que tomar una definición en este sentido. Estos últimos dos países efectuaron dos procesos de consulta pública, aunque Colombia fue, ahora, por una tercera, justo en medio del cambio de gobierno, que se concretará la próxima semana.

Desde la DSA insisten en la complementación de Wi-Fi con las redes móviles, y creen que hay suficiente reserva de espectro o posibilidades de reasignar frecuencias disponibles para brindar servicios móviles sin tener, por ello, que acudir a la frecuencia de 5 GHz.

Inclusive, señalaron que empresas que forman parte del ecosistema de 5G, como Intel y Qualcomm, aún cuando no forman parte de la DSA están a favor de que se destine el 100 por ciento de la frecuencia a Wi-Fi. Entidades más locales como el Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC), también se inclinan por esta alternativa.

Suárez también señaló que la potencia de una decisión como la que proponen tiene que ver con el desarrollo de ecosistemas y de implementaciones concretas, tal como la que se conoció la semana pasada en Michigan, donde la universidad de ese estado implementó en su campus la red Wi-Fi 6E más grande del mundo, compuesta por más de 16.000 puntos de acceso a lo largo de 225 edificios y áreas externas que atenderá la demanda de conectividad de más de 63.000 estudiantes, aunque podría atender a un máximo de 70.000 usuarios concurrentes, tal como lo informó WiFinow. La velocidad de descarga promedia los 750 mbps.

Mientras quienes promueven todo el espectro de 6 GHz para WiFi muestran estos casos y los impactos económicos como los que tienen que inclinar la balanza a su favor, quienes pretenden la mitad para 5G también van por la cuestión económica y los dólares que se podrían generar, además de señalar que el 3GPP completó la estandarización de la parte alta de la banda que incluyó en el Release 17. En la mirada de la GSMA esto prepara el camino para que la industria móvil pueda desarrollar redes y terminales en esa banda, y brinda a los gobiernos certeza para planificar sus estrategias sobre el uso de 6 GHz.

La subsecretaría de conectividad está en el medio de esta cinchada, en un contexto político-económico muy difícil, con apenas tres meses de nueva gestión en los que se dejan ver carencias desde el punto de vista técnico.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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