Telefónica Brasil también hizo su balance y de él surgió que el beneficio neto cayó un 44,6 por ciento en el segundo trimestre de 2022 como consecuencia que los mayores costos financieros y operativos opacaron los resultados positivos del negocio móvil. Sin embargo, y más allá del buen desempeño del presente, la coyuntura podría jugarle una mala pasada.
La filial, que opera en el país bajo la marca Vivo, se encuentra tercera en el volumen total de ingresos al reunir el 19 por ciento, y ubicarse detrás de España e Hispam, que representaron el 28 por ciento y el 20 por ciento, respectivamente; y delante de Alemania (18 por ciento) y Reino Unido (13 por ciento).
“Vivo mantiene el buen desempeño financiero registrado a principios de año y muestra una aceleración de los ingresos y una fuerte generación de efectivo”, dijo el operador en su balance en el que anotó una facturación superior a los 2.266 millones de dólares (11.800 millones de reales) y registrar un incremento del 11,1 por ciento “también influenciada por la llegada de nuevos clientes móviles de Oi. Sin embargo, excluyendo esta migración, la evolución seguiría siendo alta, del 7,6 por ciento, frente al mismo trimestre del año anterior”.
Pero son los analistas internacionales quienes señalaron que los resultados de Telefónica Brasil se vieron afectados “por un aumento del 282 por ciento en los gastos financieros, ya que la empresa se endeudó más para pagar la adquisición de licencias 5G y el negocio de telefonía móvil de la empresa Oi, en un momento de aumento de los costes de los préstamos bancarios”. Y según trascendió, más allá de los buenos resultados exhibidos, el impacto conjunto del incremento de la inflación y el alza en los gastos financieros podrían implicar resultados negativos a la empresa.
En lo que al flujo de la caja refiere, la empresa registró un acumulado de 883 millones de dólares (4.600 millones de reales), es decir, un incremento del 13,9 por ciento y cuyo balance advierte que fueron los posibilitadores de las inversiones realizadas para expandir su negocio principal (fibra, servicios móviles y digitales, teléfonos y accesorios) y que hoy representan el 90 por ciento de todos los ingresos, tras crecer un 14,7 por ciento.
“Los accesos también son históricos”, dice la operadora en el balance en el que reporta un incremento del 18 por ciento de su base de clientes, al totalizar los 114 millones y los 99,2 millones de accesos móviles o un alza del 23 por ciento en la comparación con el mismo período del ciclo anterior.
Con todo, el operador sumó 57 millones de clientes móviles y experimentó un alza del 21 por ciento frente al ciclo anterior, de los cuales más de 1,4 millones de accesos fueron postpagos, “tanto por la migración de prepago a control, así como el saldo positivo de la portabilidad -que, en el período, representó el 31 por ciento de las nuevas incorporaciones de pospago”.
De esta manera, el ingreso por el negocio móvil significó 1.556 millones de dólares (8.100 millones de reales) y la cifra refleja un alza de 16 por ciento como resultado de la migración de clientes de Oi. “Excluyendo estos nuevos accesos, el incremento sigue siendo significativo: del 9,4 por ciento”. En lo que a ingresos por servicios pospagos se refiere, el operador registró casi 1.153 millones de dólares (6.000 millones de reales), mientras que el prepago creció un 18,3 por ciento; y las ventas de terminales se alzaron en un 26,4 por ciento en la comparación interanual.
En el semestre, Vivo invirtió cerca de 4.500 millones de reales en su operación, es decir, un 6,2 por ciento más que en el período anterior y, tal como lo refleja el balance, se concentró en la ampliación de cobertura gracias a la que dice mantener el liderazgo en cobertura 4.5G, hoy disponible en más de 3.100 ciudades. Inclusive, el balance señala el porte que la apuesta de 5G implicó y que hoy le permitió tener encendida su red en Brasilia, sobre la frecuencia de 3.5 GHz, y que espera activar esta semana en Belo Horizonte, Porto Alegre y Joao Pessoa.
Las apuestas de Vivo también estuvieron dirigidas a la red fija pues el operador invirtió en la expansión de su red FTTH, mediante la que sumó 61 nuevas ciudades, conectó a un millón de nuevos clientes y alcanzó los cinco millones de hogares conectados.
“La red de fibra de Vivo, considerada la más grande de América latina, está disponible para más de 21 millones de hogares, entre residencias y empresas, en 354 ciudades, asegurando el liderazgo indiscutible en la oferta de Internet por FTTH” dice el comunicado y advierte que la facturación de este segmento creció un 23,7 por ciento en comparación con el trimestre del año anterior.
En lo que refiere a EBITDA, fue de casi 885 millones de dólares (4.600 millones de reales), es decir, un 8,3 por ciento más que el año anterior; y un margen del 38,7 por ciento.
