El encendido de antenas 5G sigue a toda máquina en las capitales brasileñas que deben hacerlo en primer lugar, tal como se estimó en los pliegos de la licitación. Ahora, llega el turno de Aracaju, Boa Vista, Campo Grande, Cuiabá, Maceió, San Luis y Teresina, luego de que el Grupo de Acompañamiento de Interferencias en la Banda de 3.5 GHz (Gaispi) determinara la liberación de espectro en más de siete capitales de ese país.
Esta nueva apertura de ciudades se concretará este miércoles 14 de septiembre lo que permitirá que la zona nordeste comience a expandir la posibilidad de contar con la nueva tecnología móvil. Este proceso se había iniciado hace unos días, con el encendido de antenas en Recife, Natal y Fortaleza, en el extremo norte de Brasil, donde el conjunto de playas conforma uno de los lugares más paradisíacos del planeta.
Una de las grandes ciudades pendientes que quedan encender en esta parte de la geografía brasileña es Manaos, donde se concentra parte de la producción industrial, especialmente de electrónica, de este país. Esto se debe a a las dificultades para contar con la suficiente cantidad de filtros que permitan prevenir cualquier tipo de interferencia con el servicio fijo satelital (FSS) en la banda C extendida. Se trata, en definitiva, de resolver estos inconvenientes técnicos a la brevedad, aunque la previsión es que en octubre ya comience a iniciarse el proceso en estas seis grandes ciudades ubicadas en lo más alto de Brasil.
La licitación 5G de Brasil contemplaba, de manera inicial, contar con la totalidad de las ciudades capitales con 5G a finales de julio. La demora en la entrega de los equipos y filtros para evitar las interferencias llevó a que la Anatel postergara ese plazo por 60 días más, hasta finales de septiembre. Lo cierto es que, a principios de julio, se inició el encendido de las primeras antenas con Brasilia a la cabeza, en un proceso que, más allá de las cuestiones logísticas que exceden la buena voluntad de las autoridades regulatorias de ese país, tiene una hoja de ruta bien definida.
La de Brasil fue la licitación 5G más importante en términos de volumen de negocios. Por todo concepto, se comprometieron inversiones por 8.500 millones de dólares, aproximadamente, de los cuales el 90 por ciento se canalizará en despliegue de infraestructura. En otras palabras, al Tesoro de este país le ingresaron unos 850 millones de dólares en concepto de espectro. Los restantes millones de dólares se ejecutarán a través de la construcción de nuevas redes.
Este modelo, no recaudatorio, parece ser el que está alentando a que los distintos actores de la industria trabajen de manera mancomunada para avanzar hacia la quinta generación móvil en este país, aún cuando también en este período, algunas compañías tomaron la decisión de devolver el espectro atribuido por no estar seguras de encontrar un caso de negocio que justifique la inversión.
