Más bandas medias para 5G, el metaverso y cómo financiar la banda ancha, la mirada de Strand para 2023

Tal como lo hace todos los años, el analista John Strand, de Strand Consulting, realiza un balance sobre los aciertos pronosticados en el período que se termina, y pone proa hacia lo que vendrá. De cara a 2023, el polémico consultor brinda una mirada amplia sobre diversos aspectos de la industria de las telecomunicaciones, que van desde el espectro hasta el rol de las big tech en la construcción de infraestructura sin dejar de lado el metaverso. Y, una vez más, se mete en cuestiones de geopolítica, momento en que aprovecha para descargar su ¿furia? contra China.

El reporte es muy extenso y en este espacio solo nos concentraremos en algunos aspectos que, en su mirada, serán los gravitantes para el mercado de las telecomunicaciones en general en 2023. América latina tendrá que seguir mirando lo que ocurra en el contexto global para seguir trazando su camino en pos de mejorar sus indicadores TICs, especialmente cuando hay países bien encaminados hacia 5G y otros que quieren iniciar esa senda.

¿Qué dice John Strand sobre espectro?

Que hay que seguir asignando espectro para 5G, especialmente en la banda media que va de los 2,6 GHz a los 6 GHz, por señalar que se trata de las frecuencias que maximizan la transmisión de datos a distancia. Es una demanda que le hace, en particular, al gobierno de los Estados Unidos, para competir con China a futuro y con el objetivo de “hacer que el espectro de banda media esté disponible para uso exclusivo con licencia”.

En cuanto a la banda ancha, consideró que será necesario aplicar impuestos a las suscripciones de este servicio para obtener más dinero orientado a construir infraestructura que permita cerrar la brecha digital. Subraya, en este punto, que el concepto tradicional de servicio universal debe llegar a su fin. Y que se buscará que las big tech comiencen a pagar parte del costo que supone desplegar las redes de banda ancha para que no recaiga sólo en las operadoras tradicionales a fin de permitir que 3.000 millones de personas en el mundo accedan a ellas.

Strand ahonda en estas cuestiones, con la situación en Corea del Sur, donde se registran los despliegues de fibra óptica más grandes del mundo, y vuelve a Estados Unidos en donde se está dando una discusión para evaluar cuál es el camino para recuperar los costos que suponen los despliegues de redes en la actualidad y hacia adelante, donde la publicidad, las tarifas por uso, los recargos y demás conceptos forman parte de esas conversaciones.

En este punto, Strand es tajante: “Si bien no existe una talla única para todos los países, cada vez se reconoce más que la política de banda ancha debe evolucionar. Los modelos prevalecientes de acceso de banda ancha quedaron consagrados cuando el correo electrónico era la aplicación estrella de Internet hace más de 30 años. Nadie sabía que el entretenimiento en video se convertiría en el caso de uso clave y representaría el 80 por ciento del tráfico de Internet. Es hora de actualizar la política para reflejar la realidad”, sentencia. ¿Será que algunos modelos que se están ensayando en América latina para enfrentar los costos de infraestructura sean una alternativa?

En la evaluación de Strand aparece, como no podía ser de otro modo, el metaverso. Y se permite cierta ironía en relación a Meta al decir: “Meta (anteriormente Facebook) llama a su metaverso, ‘el futuro de la conexión digital… yendo más allá de las pantallas 2D y hacia experiencias inmersivas en el metaverso, ayudando a crear la próxima evolución de la tecnología social’. Todo es muy emocionante, el sueño (o pesadilla) de la ciencia ficción convertido en una realidad comercializada de estar cada vez más cerca de personas que no conoces en un mundo digital. La gran pregunta es si se hará realidad o si será una repetición de Second Life, que fracasó a lo grande”.

Razona, entonces, que las preguntas más interesantes son si Meta pagará por el espectro de radio y la infraestructura que requerirá el supuesto “sucesor” de la red móvil. Recordó la reciente inversión anunciada por más de 19.000 millones de dólares para 2023 –equivalente a casi la mitad del gasto de capital que los operadores móviles del mundo gastan en RAN en un buen año— y lo vinculó con el tema del video. Si el streaming es el principal responsable del tráfico de Internet y de las demandas que provoca en términos de infraestructura “¿cómo será que los proveedores de banda ancha recuperen los costos cuando se bombeen aún más datos a las redes? ¿Cómo será el precio de una suscripción de banda ancha de este tipo en el marco actual? ¿Es tal que los usuarios están pidiendo todas las campanas y silbatos de Meta, o simplemente quieren algo de la experiencia?”, se pregunta. Y responde: “Será necesario que haya alguna innovación en las políticas y una actualización del modelo comercial antes de que el metaverso sea real”.

El reporte también abordó la cuestión de 5G FWA sobre la que Strand se mostró especialmente entusiasmado puesto que la expectativa es que esta alternativa represente en breve el 10 por ciento del total de las conexiones de banda ancha en Estados Unidos.

Pero luego aparecieron las preguntas en relación a su aplicación a nivel industrial, o de servicios, como la salud, el transporte y la manufactura, y menciona casos de implementaciones en las cadenas de producción. Y si bien considera que esto habilita el aprovechamiento de la robótica, la automatización, la nube y la inteligencia artificial también vuelve a preguntarse dónde se producirá la monetización de la cadena de valor de 5G.

Vuelve sobre algo que no es nuevo o, mejor dicho, que todavía no tiene respuesta. “La gran pregunta es si los operadores están posicionados para capturar el valor de las aplicaciones o servicios, o si los terceros over the top (OTT) serán los ganadores. Si 4G sirve de guía, los proveedores de contenido y aplicaciones se llevaron el premio”.

Y asegura que “la tendencia a largo plazo de la monetización de los consumidores por parte de los operadores móviles va en una dirección negativa. Puede ser una bendición para los consumidores que los precios de la banda ancha se hayan mantenido constantes (si no han caído) durante esta crisis del costo de vida; a largo plazo, no es escalable para los operadores móviles actualizar continuamente las redes con mejor tecnología si obtienen rendimientos decrecientes”, enfatiza el analista. En este punto, no se priva de insistir en que los países deben avanzar en la consolidación de los operadores móviles en los distintos países y que no deben haber más de tres en ninguno de ellos.

Finalmente, toca la cuestión de la sustentabilidad y señala que el consumo de energía verde será un gran problema para la banda ancha. Asegura que, pese a las declamaciones realizadas por las operadoras de telecomunicaciones, muchas de ellas están practicando el “green washing”, es decir, dar una imagen marketinera de sostenibilidad que no se apoya en prácticas concretas por detrás.

Cuestiona las métricas actuales que muestran “el progreso de la sostenibilidad” cuando, asegura, se trata de evidenciar algo “menos malo” y nada más. Como contrapartida, se muestra a favor del Future-Fit Business Benchmark como una guía clara para incorporar prácticas que impacten positivamente en las personas, la sociedad y el planeta, modelo que, en su visión, seguramente se adopte más ampliamente hacia adelante.

El reporte, como se dijo, es largo y no ahorra en críticas y en posiciones cuasi extremas que, no obstante, siempre conviene conocer para saber en qué lugar pararse. Para quienes estén interesados en conocer más sobre este informe, pueden descargarlo desde aquí.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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