El valor del espectro radioeléctrico en México está en proceso de debate. En días en que AT&T México devolvió frecuencias al Estado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) lanzó dos consultas públicas que buscan obtener información para diseñar la futura licitación de espectro inalámbrico, pero también evaluar la regulación impuesta al Agente Económico Preponderante en el sector de Telecomunicaciones (AEPT).
En la web del IFT aparecen publicadas dos reuniones por videoconferencia en la que los representantes del organismo y del operador discurrieron sobre “devolución de espectro radioeléctrico”. Y, aunque el posteo precisa al detalle los participantes de la charla y su duración, no ofrece mayores precisiones. Pero el dato trascendió, aunque no es oficial: se trataría de 10 MHz en la banda AWS en las regiones 1 y 2 del país, y de otros 3 MHz en la banda de 850 MHz, éstos en la Ciudad de México y en Guadalajara; y que se sumaron a otros 800 MHz de los que ya se había desprendido.
“Esta transacción ha sido parte de la estrategia de portafolio de espectro de AT&T, donde se han tomado en cuenta diversos factores, incluyendo el costo del espectro. La empresa ya ha señalado anteriormente que México tiene uno de los costos de espectro más caros, lo cual ocasiona que haya menos personas conectadas, al poner en riesgo las inversiones y generar barreras a la competencia”, publicó a propósito el medio El Universal de México.
Y resulta inevitable relacionar esta decisión de AT&T México con la que ya había tomado Telefónica Movistar, quien dio el primer paso en la devolución de ese recurso, que tenía operativo.
“En México se ha venido matando a la gallina de los huevos de oro. Lo anterior fue lo que llevó a Telefónica a devolver la totalidad de su tenencia de espectro entre el 2019 y el 2022, y a que AT&T devolviera espectro en la banda de 800MHz en las regiones celulares 5 a 9 del país durante el 2020”, dijo Miguel Calderón, director de Estrategia & Posicionamiento de Políticas Públicas Telefónica Hispam los primeros días de diciembre de 2022.
“El alto costo del espectro también explica por qué las más recientes licitaciones de espectro (Licitación IFT-10 que asignó bloques regionales de las bandas de 800 MHz y 2.5 GHz) tuvieron muy poca convocatoria (sólo AT&T y Telcel participaron). Los ganadores consiguieron el espectro al precio base y la mayor parte de la capacidad ofrecida en la licitación quedó desierta”, agregó Calderón en la nota publicada en la propia web del operador.
Por lo pronto, la consulta del IFT que está abierta, a propósito del espectro, se realizará a lo largo de 20 días y hasta el 3 de febrero, con el objetivo de recabar información que “permita fortalecer, planear y diseñar” la futura licitación de frecuencias para servicios de acceso inalámbrico, de telefonía y banda ancha móviles.
En su detalle, disponible aquí, el Instituto precisó que las bandas susceptibles para licitar son de atribución nacional en las de 600 MHz (70 MHz entre los 614 y los 698 MHz); la de 3.3 GHz (50 MHz entre los 3300 y los 3350 MHz, conforme al espectro disponible); y la Banda L (90 MHz entre los 1427 y los 1518 MHz).
La publicación aclara que “el total de espectro radioeléctrico para servicios de telecomunicaciones móviles internacionales (IMT, por sus siglas en inglés) que se podría poner a disposición del mercado supera los 330 MHz nacionales, de los cuales 90 MHz son en bandas bajas (por debajo de 1 GHz) y al menos 240 MHz más en bandas medias”.
A modo de contexto, además, no hace aún un mes que el IFT modificó el Programa Anual de Uso y Aprovechamiento de Bandas de Frecuencias 2023.
Además, hasta el 15 de febrero está vigente la consulta para “revisar la efectividad de las disposiciones previstas en la regulación asimétrica impuestas al AEPT, con el fin de suprimir, modificar, o en su caso, establecer nuevas medidas”. La información para acceder a esta tercera revisión bianual del actor preponderante del sector de las telecomunicaciones en México está disponible aquí.
¿Qué pasará con la futura licitación en México? Es una pregunta que esta nota no puede responder, pero que sí sirve recordar que la última subasta, ocurrida hace un año atrás, no despertó gran interés y que a lo largo de 2022 fueron muchos los actores que reclamaron una revisión en la política de precios, considerada la más onerosa de la región y sobre la que se adelantó que se estaba trabajando.
Al cierre de este artículo, esta cronista aguarda las respuestas del operador y del Instituto al respecto, que seguramente permitirán ampliar la información en los próximos días.
