El desarrollo de las empresas de torres de la región puede dar lugar a una América latina 4.0

La gran presencia de empresas torreras en América latina brindan la oportunidad para mejorar la conectividad de la región, tanto para llegar a las zonas donde todavía no hay acceso como para mejorar los servicios de Internet ya disponibles en las distintas geografías. Aprovechar el desarrollo independiente que ha experimentado este sector es la base para pensar en una mejor perspectiva para los países de la región, en una América latina 4.0.

Es la conclusión de un estudio realizado por Telecom Advisory a pedido de SBA para Partner2Connect, en el que a lo largo de 133 páginas se aborda con minuciosidad cada uno de los aspectos relevantes que permiten vislumbrar el impacto que la diversidad de empresas dedicadas a la gestión de infraestructuras de telecomunicaciones, conocidas como torreras, podría tener en una región necesitada de una mejora integral de sus telecomunicaciones.

Plantea la necesidad de compartir las infraestructuras existentes como el camino para un desarrollo potente de los servicios. Y señala que, solo a partir del desarrollo de buenas prácticas de compartición, se podría ampliar la cobertura de 4G del 90 por ciento actual que registra la población al 97 por ciento. Se trata de un dato no menor puesto que, aún en un contexto de despliegue de 5G NSA y SA en los distintos países, hay una coincidencia generalizada de que todavía hay que continuar insistiendo con 4G. En el reporte se da cuenta de la posibilidad de continuar expandiendo las posibilidades de esa tecnología.

También apunta que la velocidad de las conexiones inalámbricas podría ser un 12 por ciento más rápida y que las inversiones de capital podrían incrementarse y pasar de los 16 dólares a los 21 dólares per cápita. Y que así como este concepto se expande, se reducen en simultáneo y en un tercio los costos para ampliar las redes de banda ancha.

El informe también aborda la cuestión de las redes fijas, tal vez el segmento en donde hay más inequidad en la región pues en las grandes ciudades pueden darse los mayores despliegues de fibra óptica, pero eso no se repite en todas las zonas por igual, ni siquiera con tecnologías anteriores. Por eso, considera que, avanzar con propuestas de compartición de infraestructura también en este terreno, permitiría llevar la adopción de esta tecnologías de acceso de un 58 por ciento a un 65 por ciento mientras crecería, en paralelo, la competencia en el acceso inalámbrico.

Como se ve en estos primeros datos, se trata de una perspectiva optimista. Menciona el avance logrado en materia de telecomunicaciones en las últimas dos décadas. No obstante, no deja de lado los obstáculos que se encuentran en los diferentes países, que suelen compartir problemas en común, y para los que se ofrecen ejes orientados a destrabar el variopinto universo de inconvenientes en pos de habilitar mayores despliegues y mejores servicios para la ciudadanía.

Con la firma de Raúl Katz, Fernando Callorda y Ramiro Valencia, el reporte advierte que los desafíos de la región pasan básicamente, por tres ejes: la falta de conectividad en las zonas rurales y áreas menos densamente pobladas, la asequibilidad de los equipos que impide un adopción más rápidas de las tecnologías por parte de quienes conforman la parte más baja de la pirámide socioeconómica, y el ARPU, que es uno de los factores preponderantes para comprometer inversiones.

Y aquí es donde aparece la industria de torres como la facilitadora para superar estos obstáculos. “En 2022, en los 12 países más grandes de América latina, el número de torres móviles alcanzó las 191.330. Paralelamente al crecimiento de la base instalada de torres, esta industria ha ido evolucionando hacia una mayor participación de actores independientes y de empresas de propiedad de los operadores móviles. Si se compara con otras regiones, América latina es un mercado de empresas de torres bastante desarrollado, tan sólo detrás del sur de Asia”, afirma el estudio.

La mitad de las torres instaladas en la región están siendo operadas por empresas independientes, y basta con repasar lo sucedido en los últimos dos años para advertir cómo empresas expertas en el negocio de la infraestructura fueron tomando posición en distintos países -al igual que distintos fondos de inversión-  movimientos que se dieron en paralelo a la decisión de las principales operadoras de desprenderse de esos activos.

Ante este panorama, la pregunta que plantea el informe es si la existencia de “especialistas” en el sector de provisión de infraestructura de torres se asocia con mayores eficiencias a la hora de invertir, de desplegar redes rápidamente y de que los servicios también sean adoptados con mayor agilidad, además de ganar en calidad.

Y la respuesta es que sí, que América latina dispone de una industria de torres más desarrollada que otras regiones (medida por su cuota de mercado y la base instalada de torres) y que eso es un aspecto a tener en cuenta a la hora de diseñar proyectos orientados a expandir la conectividad.

Por supuesto que se trata de una tarea que implica poner en juego las distintas variables, tanto las consideradas positivas, como el hecho de no tener que contar con una concesión de servicio para operar estas infraestructuras, como las negativas, en donde siempre aparecen las trabas burocráticas de parte de municipios y otras entidades gubernamentales. Propone, por estas razones, la necesidad de contar con regulaciones que promuevan los despliegues pero que, en paralelo, se prevenga la especulación financiera, de ahí el valor de la compartición de infraestructura.

La cuestión impositiva y recaudatoria y la necesidad de actuar rápidamente sobre las variables básicas de cara a 5G -donde las normativas y los permisos contemplen garantías de largo plazo- forman parte de este informe que explora en profundidad cada uno de los aspectos que entran en juego en esta industria. Y sostiene que, de su buen funcionamiento, también dependerá la transformación digital de la región y el desarrollo ya no solo de la Industria 4.0 sino de una “América latina 4.0 más productiva, más inclusiva y sostenible”.

El informe “Las telecomunicaciones latinoamericanas en la encrucijada de compartición de infraestructuras pasivas” puede descargarse desde aquí.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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