Las fechas varían a cada rato pero las autoridades de Colombia ya han puesto el ojo en 5G. De hecho, los últimos anuncios hablan de que el gobierno quiere adjudicar espectro compatible con la nueva tecnología durante su mandato, que termina en agosto de 2022. Tigo, a contramano, mantiene su posición: antes de 5G hay que trabajar en la masificación de 4G.
No es la primera vez que Marcelo Cataldo, presidente del operador, advierte “Colombia no está listo para 5G”. Ahora expuso nuevos argumentos: hubo una licitación de espectro a fines de 2019, “todavía estamos implementando las redes y un teléfono 5G vale 4 o 6 millones de pesos (1.115 o 1.673 dólares). 5G no es lo que necesita el usuario final”, señaló a El Tiempo.
Tigo sigue trabajando en 4G, indicó el ejecutivo y agregó que a la fecha la penetración de esa tecnología es cercana al 50 por ciento frente al 91 por ciento de Chile —ya entregó espectro para 5G— o el 76 por ciento de Brasil —está próximo a hacerlo—. A la fecha, añadió Cataldo, hay “10 millones de colombianos que usan 3G”.
La filial local de Millicom desplegó 2.358 antenas sobre 700 MHz en 2020 y estima que cuatro millones de los usuarios ya utilizaron esa infraestructura nueva. No hubo cambios en la implementación de la red por el contexto: se hizo lo planificado, a los clientes no les subió el precio y hasta se adicionó gigas a los planes, defendió.
Luego, el ejecutivo se metió en las polémicas con sus competidores. Indicó que “no existe un operador nuevo”, en referencia a Wom, porque “teniendo a Avantel cuentan con dos millones de clientes y 1.200 antenas y eso no es ser entrante”. Luego, apuntó contra Claro: “Fue declarado dominante pero no hay ninguna medida para que eso impacte en el mercado. No hay nada”, sentenció.
En paralelo, el operador lanzó un plan exclusivo para mujeres que habiten en áreas rurales y pertenezcan a la escala 1 y 2 del sistema de beneficiarios para programas sociales. Tiene un cargo mensual de 25.000 pesos (6,9 dólares) y cuenta con 4 GB, destinos ilimitados para fijos y móviles de Colombia, Estados Unidos, Puerto Rico y Panamá y SMS libres. La idea, dijo la empresa, es “revertir la desigualdad que enfrentan mujeres rurales y facilitar el acceso a quienes se dedican a la producción agrícola”.
