La decisión tomada en México por el uso de la banda de 6 GHz reavivó el debate por el uso del espectro

En México está viva la discusión sobre el uso de la banda de 6 GHz porque, aunque el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) anunció que 500 MHz serán destinados para uso libre no licenciado (para equipos de interior y para los de exterior que sean de baja o de muy baja potencia) y desafectar de su alcance a los 700 MHz restantes, tal como lo anticipó hace una semana TeleSemana.com, suscitó todo tipo de cuestionamientos.

La definición de uso inmediato se concretó sobre el segmento espectral de 500 MHz, que se ubica entre los 5.925 MHz y los 6.425 MHz; mientras que el segmento restante de 700 MHz de la banda de 6 GHz, que van entre los 6.425 a 7.125 MHz, queda para definirse más adelante; o dicho de otro modo, “permanece sin cambios” como consecuencia de que el IFT se declarara “atento a la evolución tecnológica de los sistemas de acceso inalámbrico y de telecomunicaciones móviles, así como de las necesidades, disponibilidad de servicios y comportamiento del mercado mexicano para determinar, en el momento oportuno, el uso que se le dará a esta porción de la banda”.

Los detalles de la decisión son públicos y fueron publicados por el IFT en su portal -disponible aquí-; allí se precisaron los argumentos evaluados y se citaron los documentos que propiciaron el debate puertas adentro, con las diversas explicaciones que cada parte aportó. Entre ellos, se encuentra el estudio “Estimación del Impacto de los Distintos Escenarios para la Banda de 6 GHz en México”, presentado por la Dynamic Spectrum Alliance y disponible aquí, que se expuso ante el Pleno el 28 de noviembre de 2022 y que fue enviado por correo electrónico el 15 de febrero de 2023. Se trata de un trabajo realizado por Ernesto Flores-Roux, consultor independiente en telecomunicaciones y economía digital, y Sebastián Cabello, CEO de SmC+ Digital Public Affairs, con las estimaciones cualitativas y cuantitativas de esa banda.

En el trabajo se abordaron varios escenarios: en el primero, se analizó destinar los 1.200 MHz para uso libre en 2023 y, el resumen de su resultado advierte que “los beneficios comienzan a realizarse en el corto plazo por disponibilidad de equipos y ausencia de problemas de despliegue. Inicialmente, sólo se considera su uso en baja potencia en interiores (LPI por sus siglas en inglés) y muy baja potencia (VLP) para dispositivos portables. Los servicios de potencia estándar con coordinación automatizada de frecuencias (AFC) se habilitan a partir de 2027″ y aclara que “la habilitación del espectro para este tipo de uso no está siendo considerada en este momento por el IFT”.

En un segundo escenario analizado se observa, justamente, el signado por la habilitación de 500 MHz para uso libre en 2023 que prevé una espera de, al menos, cuatro años para definir el uso del resto de la banda. En este caso, se analizaron dos alternativas posteriores: que se designara de uso libre a los 700 MHz de la parte alta de la banda en 2027 y, por otro lado, que se asignara la parte alta de la banda de 6 GHz para IMT en 2027 a licenciatarios de servicio móvil en 2027 y/o en 2030.

A trazo grueso, el documento recomendó destinar la totalidad de la banda para uso libre y reflejó el costo de oportunidad de cada escenario, inclusive, si se esperara a 2030 para habilitar los 700 MHz y que en el trabajo se identifica como “quizás, el más probable para los países en desarrollo como los latinoamericanos” y calcula una pérdida de valor cercana a los 0.000 millones de dólares, es decir, del 20 por ciento.

“Las decisiones incrementales que implican definir 500 MHz en el corto plazo en la parte baja de la banda para uso libre y dejar para más adelante la decisión sobre el segmento de 6425 a 7125 MHz (…) conlleva un costo de oportunidad” advierte el documento y subraya que, si se tomara la decisión de extender el Wi-Fi hasta los 7125 MHz en 2027 o de realizar una licitación en esa parte de la banda para IMT, la “pérdida a valor presente” se ubicará  entre los 3.656 millones de dólares (9,6 por ciento) y los 4.675 millones de dólares. E, inclusive, señala otros impactos comerciales, producto de la estrecha relación que el país tiene con Estados Unidos y ante la posibilidad de, por ejemplo, facilitar (o no) que las plantas productivas radicadas en ambos territorios abaraten sus costos operativos como consecuencia de unificar los criterios en el uso de Wi-Fi.

“Hay muchas cosas que, obviamente, no sé. Y este es un problema que ya lleva varios años” admitió Flores-Roux en diálogo con TeleSemana.com y contó que el argumento que trascendió en los pasillos del IFT estuvo dada por la desestimación de que hubiera necesidad de tanta cantidad de espectro libre. A su entender, la sola existencia de usos intensivos de dispositivos de realidad aumentada y las experiencias de investigación desarrolladas en los campus universitarios, pero también en el sector productivo, por ejemplo, ya lo justifican pues, de otro modo, habrá interferencias.

“¿Y eso dónde será? Exactamente donde no quieren que haya interferencia, porque se va a dar. En las universidades y en las plantas productivas, que es donde se va a dar el uso más intenso, que es un espacio cerrado” dijo el consultor y ejemplificó: “Una planta productiva va a poder poner aplicaciones que son mucho más pesadas en uso de tecnologías de la información para el check in en tiempo real, para el control, para el monitoreo y para ese tipo de cosas. ¿Cómo se hace diseño y cómo se produce la manufactura? Todo eso necesita mucho más espectro y el gravísimo problema que se generó es que, lo que no se tiene hoy, lo necesitarán mañana”.

La mirada de este consultor pone el acento en resaltar que esta determinación provocará problemas operativos, dada la profunda integración que el mercado mexicano y el estadounidense tienen, sumada a la ya conocida apuesta realizada por este último a utilizar los 1.200 MHz para uso libre: “¿Qué va a pasar ahora? Las aplicaciones no funcionarán adecuadamente, habrá más latencia e interferencia, fluctuación”, describió.

“El argumento de que nadie en México lo necesita, que aquí somos pobres y que nadie lo puede pagar, que esos operadores no van a venir, me parece muy pobre”, dijo Flores-Roux y la valoró como “una decisión mala, mala, mala” dado que el país “compró una opción en la que va a perder dinero”.

Para comprender la decisión, TeleSemana.com también conversó con Alejandro Navarrete Torres, titular de la Unidad Espectro del IFT, quien luego de repasar los pasos dados en términos de consultas públicas y de debates inter-sectoriales, estudiar los informes que recibieron y que daban sentido a toda posición, sea la de liberar la totalidad de la banda o no, afirmó: “Se tuvieron, literalmente, decenas de reuniones con las diferentes partes interesadas y, finalmente, la postura del instituto involucró definir que, en este momento, desde el punto de vista de las necesidades de corto y mediano plazo, 500 MHz resulta suficiente o no. Y llegamos a la conclusión que sí es suficiente para atender la demanda de corto y de mediano plazo, y estamos hablando de tres a cinco años”.

“Al menos la evidencia muestra que (500 MHz) sí serían suficientes porque hoy, en las bandas de 2.4 MHz y de 5 GHz, tenemos un poquito más de 600 MHz de espectro libre o no licenciado, y que si le sumamos estos 500 MHz, que ahora se están clasificando como libre, estamos duplicando esa capacidad de espectro en México” dijo Navarrete.

“Algo que resulta importante precisar es que no se está tomando absolutamente ninguna determinación respecto del uso que se le va a dar a los 700 MHz de la parte alta de la banda, ni tampoco esa decisión está atada a un hito, un evento como la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones o una fecha particular, a diferencia de lo que han hecho otros países. Digamos que, ésta, es una decisión de prudencia, que no nos vamos a adelantar y vamos a ver, a evaluar, cuál es el desarrollo tecnológico y cuál es el desarrollo del mercado en ambas partes, tanto la móvil como la de esta industria de Wi-Fi”, sostuvo Navarrete, y la valoró importante porque “el tomar una decisión por 1.200 MHz difícilmente se podría hacer retroactiva”.

Su afirmación está en relación a lo que sucedió en Chile, que luego de determinar que la banda estaba destinada al uso libre, dio marcha atrás a la espera de conocer definiciones de una Conferencia que no abordará las cuestiones de la región en la que el país se inscribe y de “profundizar” los estudios de las necesidades espectrales. En ese sentido, estimó que Chile pudo cambiar su posición porque lo hizo a poco tiempo de haberse definido.

“El uso, en este momento, está únicamente destinado para interiores, en baja potencia; y en interiores y exteriores de muy baja potencia. Esto quiere decir que, para cuestiones o aplicaciones de inclusión digital en cuanto a dar servicios como los famosos whispers, los doble WIPs, que utilizan espectro no licenciado para dar servicios, no se podría aplicar porque es de exteriores. Entonces, en este momento esta determinación no va a ir encaminada a resolver ese problema, pero uno de los acuerdos del Pleno del Instituto nos indicó a la Unidad Espectro Radioeléctrico a seguir estudios para ver la posibilidad de estos mecanismos”, agregó el funcionario mexicano.

Quien celebró la decisión del IFT fue la GSMA, que valoró que se trata de “una decisión importante sobre el destino de la banda de 6 GHz, una decisión equilibrada ofrece la posibilidad de garantizar la competitividad futura tanto de las tecnologías no licenciadas como del 5G”, tal como lo publicó en su cuenta en la red social Linkedin.

En ese posteo, el organismo formuló tres precisiones: el uso no licenciado de la banda de 6 GHz se ha limitado al segmento inferior (5925-6425 MHz), duplicando la cantidad de espectro del que ya dispone Wi-Fi en su actual portfolio en 2.4 y 5 GHz. En segundo lugar subrayó que “el regulador consideró las aplicaciones y las características de los servicios en la banda, así como la cantidad de espectro disponible en bandas medias, para satisfacer tanto las necesidades de WAS como de RLAN, incluido Wi-Fi”; y finalmente, que “la decisión sobre el futuro de los 700 MHz restantes (6.425 a 7.125 MHz) dependerá de la evolución de la tecnología, así como de las necesidades, disponibilidad de servicios y comportamiento del mercado mexicano”.

“La resolución del IFT de limitar el uso no licenciado de la banda de 6 GHz al segmento inferior (5925-6425 MHz) es una decisión equilibrada que permite garantizar la competitividad futura tanto de las tecnologías no licenciadas como del 5G. El IFT duplica la cantidad de espectro del que ya dispone Wi-Fi en su actual portfolio en 2.4 y 5 GHz, manteniendo abiertas las opciones para 6 GHz hasta tener una clara visión global sobre el futuro de la banda, algo que sucederá en unos meses en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023 (CMR-23)”, sostuvo Lucas Gallitto, director para América Latina de GSMA, en diálogo con TeleSemana.com.

“Las redes móviles necesitarán en promedio dos GHz de espectro de bandas medias por país para 2030 para materializar todas las capacidades del 5G”, dijo Gallito y agregó que “en el caso de México, debido a la limitada disponibilidad de espectro en el rango de 3.5 GHz, contar con los 700 MHz de la parte superior de 6 GHz para servicios móviles licenciados es particularmente crucial, ya que 6 GHz representa el mayor bloque de espectro de bandas medias disponible para los servicios móviles licenciados en un futuro previsible. En su máximo potencial, el 5G será un activo estratégico para el aumento de la productividad de los países; para capturar todos sus beneficios, los países deben procurar disponibilizar el espectro necesario en las condiciones adecuadas.

Inclusive, a última hora de este viernes, el organismo internacional publicó un posicionamiento formal en su web, donde amplía la mirada del caso y precisa que “de los tres rangos de espectro necesarios para materializar el 5G -bandas bajas, medias y altas-, las bandas medias generarán el mayor valor económico” dice y estima que éstas “impulsarán un aumento de más de 610.000 millones de dólares del PIB mundial en 2030, produciendo casi el 65 por ciento del valor socioeconómico global generado por 5G. Sin embargo, si el espectro se limita a las asignaciones actuales, podría perderse el 40 por ciento de ese impacto: 360.000 millones de dólares sólo en 2030”.

Los intereses y las posiciones son bien diferentes. Desde luego, es el país quien termina por definir el uso estratégico de sus recursos naturales como es el espectro radioeléctrico y, a la vez, insumo del sector.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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